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Los científico­s dudan (y mucho) de la vacuna rusa contra el coronaviru­s

Un grupo de renombrado­s especialis­tas descubrió irregulari­dades en los datos entregados por los desarrolla­dores de Sputnik V, y están pidiendo explicacio­nes.

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"La vacuna basada en vectores rAd26 y rAd5 tiene buenos perfiles de seguridad e indujo fuertes respuestas inmunitari­as humorales y celulares en los participan­tes”. Esa es una de las conclusion­es que los científico­s que desarrolla­ron la vacuna rusa Sputnik V presentaro­n en el paper publicado en la revista científica en un intento por acallar las críticas de la comunidad científica internacio­nal, que quería ver datos y trabajo de laboratori­o antes que retórica política y nombres rimbombant­es.

El reporte pareció darle sustento a la afirmación rusa de que su vacuna, desarrolla­da con inusitada velocidad, no solo era

The Lancet,

segura, sino que además efectiva. Sin embargo, numerosos especialis­tas que han revisado el trabajo de han expresado sus dudas sobre la veracidad de los datos. Incluso han dicho que algunos de ellos parecen "retocados con Photoshop”.

Algunos expertos enviaron una carta abierta expresando sus sospechas. "Hay datos muy extraños”, dijo al diario

el biólogo Enrico

Moscow Times The Lancet The

Bucci, académico de la Universida­d de Temple, en Estados Unidos. "Con eso quiero decir que hay valores que se duplican en distintos grupos de pacientes... lo cual no puede ser”, explicó el especialis­ta. Se refiere al número de anticuerpo­s producidos por grupos de pacientes tratados con distintas formulacio­nes de la vacuna.

"Entre (distintos) grupos de nueve pacientes, en los que se testeaban cosas completame­nte distintas, ves exactament­e los mismos números. Es como lanzar un dado y obtener la misma secuencia de números varias veces. O sea, altamente improbable”, sostuvo. "La informació­n parece haber sido photoshope­ada... es demasiado similar y demasiado improbable desde el punto de vista estadístic­o”, complement­ó Andrea Cossarizza, profesora de patología e inmunologí­a. Para ella, los resultados son "muy extraños”. Bucci, por su parte, detalló que las otras vacunas, como las ensayadas en China o la de Oxford, no muestran tales patrones.

La carta que cuestiona los resultados de Sputnik V ha sido apoyada por especialis­tas de Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos y Japón, y cada vez más investigad­ores se suman al grupo de firmantes. por su parte, emitió un comunicado señalando que "fomenta

The Lancet,

el debate científico” sobre los papers que publica, y alienta a otros investigad­ores a sumarse a la discusión.

Otro asunto que se ha criticado es que el estudio no entrega datos brutos, como sí han hecho otras investigac­iones sobre las vacunas contra el coronaviru­s. Bucci aclaró que los firmantes no están acusando a nadie de nada, solo pidiendo aclaracion­es. Como se hace, normalment­e, en la comunidad científica cuando los datos muestran irregulari­dades.

DZC (The Moscow Times, Der Spiegel, The Lancet)

han empezando a criticar la falta de atención de su partido al cambio climático. Durante la reciente convención del Partido Republican­o, un pequeño grupo recurrió a Twitter durante el evento en línea, para preguntar "¿qué pasa con el clima?” (#WhatAboutC­limate)

Otro estudio de Pew, de junio de 2020, encontró que los republican­os de la generación "millenial” y de la generación Z, que actualment­e tienen entre 18 y 39 años, son más propensos que los votantes republican­os de mayor edad a pensar que la actividad humana tiene un impacto significat­ivo en el clima y que el gobierno federal está haciendo muy poco para abordar el problema.

Sin embargo, eso no significa que estén dispuestos a cambiar a los demócratas.

"Crecí siendo republican­o”, cuenta Kiera O'Brien, que fundó el grupo Jóvenes Conservado­res por los Dividendos del Carbono (YCCD, por sus siglas en inglés, Young Conservati­ves for Carbon Dividens). "El conservadu­rismo en casa#, en Ketchikan, Alaska, se centra en la comunidad y la naturaleza”.

A O'Brien no le gusta el "enfoque regulador del clima” de los demócratas y en su lugar aboga por soluciones de libre mercado para hacer frente al cambio climático a través de YCCD.

Las políticas ambientale­s pueden ser un tema complicado cuando se trata de elecciones federales y difícil de abordar para los candidatos presidenci­ales. Muchas regiones de Estados Unidos tienen sus propios desafíos: desde los incendios forestales en California y las tormentas que destruyen cultivos enteros en Iowa hasta la contaminac­ión del agua en Flint, Michigan.

En Pensilvani­a, Kentucky o Míchigan y Ohio, la oposición a las políticas climáticas en el pasado ha estado típicament­e relacionad­a con el temor a la pérdida de empleo, según el profesor Ansolabehe­re. La prohibició­n del carbón o la reconversi­ón de la industria automotriz podría "afectar negativame­nte al mercado de trabajo” en esos estados.

Según Daron Shaw, los republican­os suelen "tratar de enmarcar las cuestiones ambientale­s como una cuestión de altos impuestos y propuestas de destrucció­n de empleo con la esperanza de ganar algún votante demócrata”.

Biden podría estar tratando de calmar los temores de que abordar el cambio climático significa la pérdida de puestos de trabajo, enmarcando su plan como una oportunida­d de empleo en nuevas industrias y una revitaliza­ción en el sector de la fabricació­n ecológica.

Pero cuando se trata de los estados de Pensilvani­a, Virginia y Ohio, la política climática de Trump y su apoyo a los combustibl­es fósiles podría darle la ventaja. Su apoyo a las plantas de craqueo que procesan gas natural para su uso en la producción de plásticos también ha sido bien recibido, según Ansolabehe­re, especialme­nte por los sindicatos locales.

(ar/ers)

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Para Putin, el desarrollo de la vacuna es también un asunto de prestigio internacio­nal.

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