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Lagarde apuesta por mantener la política de estímulo fiscal y monetario en Europa
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo este martes (21.09.2020) que la economía de la zona del euro todavía necesita el apoyo de los estímulos fiscales y monetarios. En un discurso en la Asamblea Parlamentaria franco alemana, Lagarde recordó que "si miramos a los últimos seis meses, el BCE no ha sido la única alternativa".
"Nuestras medidas han sido complementadas por respuestas fiscales enérgicas a nivel nacional y europeo. Este ha sido un crítico factor importante en aliviar el impacto de la pandemia en el mercado laboral y en el préstamo bancario", apostilló Lagarde en el discurso.
"Consideramos que la economía todavía necesita ese apoyo para que la recuperación continúe y se fortalezca más", según la presidenta del BCE. También destacó que "por primera vez, se puede usar un instrumento presupuestario común a nivel europeo para complementar los estabilizadores fiscales a nivel nacional, incluso, si es sólo temporal en estos momentos".
Por ello, Lagarde también considera que "Europa se ha fortalecido durante esta crisis" y que es necesario seguir profundizando en la unión. "Necesitamos completar finalmente la unión bancaria y crear una unión de los mercados de capital genuina", afirmó Lagarde. (efe)
regir su pronóstico de junio, de un 6,6%. Parece una caída grave, pero si se la compara con lo que le espera a Francia (-9,5) e Italia (-10), dentro de la eurozona, y a Gran Bretaña (-10,1) y Japón (-5,8), el golpe es menos duro. Solo EE. UU. estaría en mejor situación, con -3,8%, y en China, país de origen de la pandemia, la economía incluso crecería en un 1,8%.
"El retroceso económico a comienzos del año fue más leve de lo que se esperaba, por eso la recuperación en este verano es realmente fuerte”, explicó a DW Nicola Brandt, del Centro de Desarrollo en Alemania del OCDE, en Berlín. A eso se suma que las cifras de contagio de COVID-19 son más bajas que en otros países. Y por esa razón, las medidas restrictivas no han sido tan estrictas como en otros lugares, con lo cual "también la incertidumbre económica es menos grave que en otros países”, añadió Brandt. Otro factor es que Alemania es menos dependiente del turismo que Francia, Italia y España.
A pesar de esos datos positivos, la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone, dejó en claro que el camino hasta el fin de la pandemia es largo: "Todavía no se ve el final, pero ahora la política puede hacer mucho para generar confianza”.
La confianza de la gente en el manejo de crisis por parte de la clase política y del sector económico alemanes es, para Friedrich Heinemann, del Centro Europeo de Investigación Económica (ZEW), en Mannheim, un factor central para explicar la resiliencia de la economía alemana. "En Alemania había una buena dinámica económica, en general.
La sólida actuación del gobierno en la fase crítica de la pandemia fortaleció la confianza de la población. Ese aumento de la confianza conduce a una mayor disciplina sanitaria”, explicó en entrevista con DW el experto del ZEW. Las autoridades alemanas postaron más a la autodisciplina y a la concientización de la gente, agregó. En Francia, por ejemplo, "Macron reaccionó de manera increíblemente marcial y radical en el cierre por la pandemia, y de ese modo perdió la confianza de la gente”, compara el experto.
Otro factor importante en Alemania, a diferencia de Francia e Italia, es "la magnitud y rapidez de la puesta en práctica de las medidas a nivel administrativo. El gobierno alemán reaccionó rápidamente y con acierto a pesar de la enorme presión por el tiempo, si se consideran, por ejemplo, las normas de trabajo a jornada reducida y los múltiples programas para garantizar la liquidez”, subrayó Heinemann.
Asimismo, la solidez de las finanzas alemanas fue fundamental para enfrentar la crisis del coronavirus. "La muy criticada política de ‘deuda cero' de los últimos años es tal vez el factor más importante para que Alemania pueda superar tan bien esta crisis”, dijo el economista. A pesar de un paquete coyuntural de 130.000 millones de euros, y de otras ayudas por la pandemia, Alemania, a pesar de un endeudamiento estimado de cerca del 80% de su PBI, sigue estando en una posición firme a nivel económico. Francia y España estarían, a finales de 2020, endeudadas en más del 110% de su PBI. E Italia, en más de un 150%.
La esperanza de que Alemania se recupere económicamente también está puesta en que la población está aprendiendo de a poco a convivir con el coronavirus, a trabajar, a producir y a consumir. "Y el gran bienestar económico, producto del auge de la ocupación de los últimos 10 años, estabilizó la demanda, también de bienes industriales”, indica. "Hay grandes probabilidades de que dentro de un año vivamos en un mundo que habría dejado de ser amenazante, también en lo económico, por la aparición de una vacuna contra el coronavirus”, pronostica Heinemann.
(cp/ers)