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"El arte del canciller": la colección privada de Helmut y Loki Schmidt
Para el ex canciller federal Helmut Schmidt y su esposa, Loki, el arte era parte de sus vidas. La Casa Ernst Barlach muestra en una exposición algunas de las obras de la familia en Hamburgo.
Como es bien sabido, Helmut Schmidt (1918-2015) valoraba las artes, tanto como en su actividad política como en su vida privada. Tocaba el piano con virtuosismo. Pero su amor por el arte se hizo visible para todo el mundo cuando exhibió la escultura de acero de Henry Moore "Large Two Forms" ('dos formas grandes') frente a la Cancillería de Bonn. La visita de Schmidt a la figura del "Schwebenden" ('flotante'), de Ernst Barlach en la catedral de Güstrow, durante la visita de Estado a la RDA en 1981, no dejó ninguna duda sobre su comprensión del arte. Su admiración por el escultor le hacía visitar asiduamente con su esposa la Ernst Barlach House, en el Jenischpark de Hamburgo. El museo ahora muestra la colección privada de la pareja, que incluye alrededor de 150 pinturas y esculturas, en colaboración con la Fundación Helmut y Loki Schmidt y la Fundación Canciller Federal Helmut Schmidt.
Durante décadas, Helmut y Loki (1919-2010) habían reunido obras de arte, una "mezcla de colección y batiburrillo", como dice el director del museo, Karsten Müller; Después de todo, no eran expertos en arte. "No eran coleccionistas en el sentido estricto de la palabra. No los impulsaba la pasión de conseguir esta y solo aquella pieza, sino que, creo, cuando iban a una galería, por ejemplo, o mientras hojeaban catálogos de subastas, veían lo que les gustaba y adquirían algunas obras", dijo Müller en una entrevista con NDR. De forma "muy relajada" estaban atentos a las "buenas oportunidades" que surgían "y pudieron llenar su apartamento así durante décadas".
En la casa Schmidt: el arte como telón de fondo de la política mundial
Las obras se colocaban en su domicilio particular de Hamburgo-Langenhorn, en medio de una urbanización burguesa construida por la propia empresa de construcción del sindicato Neue Heimat. Al mismo tiempo, sirvieron de telón de fondo para la recepción de innumerables invitados prominentes del Canciller, como el jefe de estado y líder del partido soviético Leonid Brezhnev o el presidente francés Giscard d'Estaing. Schmidt practicó la política global en la sala de estar, por así decirlo.
Los Schmidt no recaudaron sistemáticamente, dice Stefan Herms, director gerente de la Fundación Helmut y Loki Schmidt. Sobre todo, fueron "decisiones emocionales individuales". Como además los Schmidt no hacían un mantenimiento profesional de sus, en algunos casos, muy valiosas obras, algunas han tenido que ser restauradas este verano. Es probable que el humo del sempiterno cigarrillo del fumador empedernido Schmidt haya impregnado muchas de ellas.
"El arte del canciller": de la casa al museo
El escultor alemán Ernst Barlach (1870-1938) y el pintor expresionista Emil Nolde (1867-1956) eran los favoritos de los Schmidt. Helmut y Loki