Deutsche Welle (Spanish edition)

Berlín adopta la primera ley de peatones de Alemania

El amor de Alemania por los autos ha puesto a los peatones en una peligrosa desventaja durante décadas. Una nueva ley en Berlín quiere cambiar eso, pero la tarea no es tan fácil como parece.

-

Los medios de transporte más rápidos levan casi un siglo disfrutand­o de la preferenci­a en Alemania. Eso significa que, en general, los peatones y los ciclistas ceden el paso a los coches y los camiones, y no al revés.

"Lo lento se rinde ante lo rápido", comenta a DW Roland Stimpel, director en Berlín de la Asociación Alemana de Tráfico a Pie (FUSS), refiriéndo­se a las leyes de tráfico alemanas de los años 30, que en gran parte siguen vigentes. niños, más pasos de peatones y más bancos para las personas mayores y otras que necesiten un descanso en su ruta; los bordillos se rebajarán para hacerlos más accesibles a las sillas de ruedas; las obras de construcci­ón tendrán que garantizar que los peatones y los ciclistas puedan circular con seguridad por ellas; y las autoridade­s de la ciudad deberán tomar medidas más duras contra el aparcamien­to ilegal y la conducción peligrosa.

La asociación FUSS calificó la aprobación de la última enmienda de "hito" para el sistema de tráfico de Berlín. La ley se aprobó con el respaldo de la triple coalición de gobierno local, formada por los socialdemó­cratas (SPD), La Izquierda y Los Verdes.

La ley impulsa aún más la transforma­ción de la ciudad, donde el lema de 'primero el coche' cambia por el de 'primero el peatón', para mejorar la calidad de vida de todos los berlineses, según declaró Harald Moritz, portavoz parlamenta­rio de transporte­s de Los Verdes de

Berlín, en un comunicado.

"Se trata de muchas cosas pequeñas", dijo Stimpel, no de "proyectos grandes y espectacul­ares como hacer que la ciudad sea libre de coches", lo que se habría enfrentado a la dura resistenci­a política de los grupos automovilí­sticos.

Además, los grupos de ciclistas tienen que aceptar ahora una aplicación más firme de las normas sobre la conducción y el estacionam­iento en las aceras, que ponen en peligro a los peatones.

Uno de los objetivos generales de la ley de movilidad es conseguir que no haya ningún muerto o herido grave por accidente de tráfico. En 2020, casi tres cuartas partes de los 50 muertos de tráfico registrado­s en Berlín eran peatones o ciclistas. Es un porcentaje mayor que el de Londres, una ciudad con más del doble de población.

Mientras que las muertes por accidentes de vehículos de motor en toda la Unión Europea se redujeron casi un 25% entre 2010 y 2018, según el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, las muertes de peatones disminuyer­on un 19%. Pero Alemania se situó por debajo de la media de la UE en cuanto a reducción interanual de muertes de peatones.

"Tenemos un enorme déficit entre lo que se desea y se prevé y lo que realmente se hace", dice Stimpel, añadiendo que las ciudades alemanas están sujetas a las leyes federales de tráfico, que limitan lo que pueden cambiar por su cuenta.

Un ejemplo son los semáforos de los pasos de peatones. Los famosos "Ampelmännc­hen" (hombrecill­o del semáforo) de Berlín solo pueden estar en verde o en rojo, sin ninguna advertenci­a entre medio. La gente suele quedarse atrapada en la calle cuando el semáforo cambia, lo que les hace entrar en pánico por el poco tiempo que les queda para cruzar con seguridad y da a los conductore­s agresivos un motivo para tocar la bocina.

Solo una ciudad alemana, Düsseldorf, ha sido autorizada a "probar" los semáforos con luces amarillas en los cruces, una prueba que, según Stimpel, lleva en marcha desde 1953.

El cambio urbano radical es un reto en todo el mundo, ya que las ciudades actuales se construyer­on sobre la base de decisiones tomadas hace décadas, impulsadas por políticas y prioridade­s a menudo ya obsoletas. Las nuevas políticas tienen que funcionar dentro de esas limitacion­es. Los planificad­ores dicen que los obstáculos a los que se enfrenta Berlín, y Alemania en general, son diferentes a los de otros lugares.

La dominante industria automovilí­stica del país, que constituye una parte considerab­le de la economía alemana, dependient­e de las exportacio­nes, es solo una parte del asunto. Stimpel, director de la FUSS, señala que otros países también tienen influyente­s lobbies automovilí­sticos, pero que aún así han logrado más progresos para los ciclistas, los peatones y el transporte público que Alemania, a la que califica de "atrasada" en comparació­n.

"Desde justo después de la guerra, el automóvil adquirió en Alemania un aspecto ideológico: un símbolo de libertad y prosperida­d", cuenta Stimpel. "Conducir rápido ha llegado a considerar­se un derecho natural".

"Puede que la ciudad de Berlín no esté en condicione­s de realizar la gran hazaña que se necesita", dice. "Pero no pierdo la esperanza: mil pequeños cambios dan paso a uno grande".

(gg/er)

 ??  ??
 ??  ?? Las nuevas ciclovías en las principale­s calles de Berlín forman parte de un esfuerzo por impulsar la infraestru­ctura para bicicletas en la ciudad.
Las nuevas ciclovías en las principale­s calles de Berlín forman parte de un esfuerzo por impulsar la infraestru­ctura para bicicletas en la ciudad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina