Manteniendo limpias las fuentes de agua de Costa Rica

Con la mayor parte de su energía procedente de fuentes renovables, Costa Rica se ha convertido en un modelo para la protección medioambiental. Ahora se propone mejorar la gestión de residuos.

Objetivo del proyecto: el proyecto "Protección del Clima Integrada Verticalmente" (VICLIM), de la Iniciativa Internacional para la Protección del Clima (IKI, por sus siglas en alemán), trata de tomar los objetivos climáticos nacionales y convertirlos en medidas concretas a nivel urbano, que puedan medirse por su impacto. Para ello se apoyaron los planteamientos municipales existentes, se mejoraron las condiciones marco y se pusieron en marcha nuevas medidas.

Financiación del proyecto: el proyecto fue financiado con 3,2 millones de euros por el Ministerio de Medioambiente alemán. La contribución se centra en las medidas adoptadas en Costa Rica.

Organizaciones asociadas: Municipalidad de Belén, Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) de Costa Rica.

Duración del proyecto: 2016 - 2020 (el proyecto ha finalizado, pero las medidas seguirán en marcha de forma independiente).

Se calcula que cada segundo brotan 350 litros de agua del manantial Ojo de Agua en Belén, una zona situada a pocos kilómetros de la capital de Costa Rica, San José. El agua es reconocida como una fuente crucial de vida en Costa Rica. A mediados de 2020 se reconoció en la Constitución el derecho de acceso al agua potable. El país está trabajando para garantizar la protección sostenible de fuentes de agua como el Ojo de Agua para el futuro.

Se calcula que hay unos 30 manantiales en el cantón de Belén, donde viven alrededor de un millón de personas. Belén se ha propuesto sanear el agua mejorando los sistemas de gestión de residuos. El objetivo es evitar que la basura acabe en el suelo, donde puede afectar a las aguas subterráneas o filtrarse a los manantiales.

Se ha enviado información para el compostaje y una separación de residuos respetuosa con el medioambiente a varios cientos de hogares. Asimismo, los inspectores de residuos revisan las calles para garantizar que los distintos materiales se eliminen correctamente. La clasificación y reventa de los residuos también está proporcionando una fuente de ingresos a algunas familias con dificultades económicas en el país.

Un videorreportaje de Katja Döhne