Deutsche Welle (Spanish edition)
Aún no es tarde para salvar los frágiles progresos en Afganistán
La comunidad internacional debe seguir acompañando al pueblo afgano para preservar el frágil avance logrado. Urge seguir el proceso de paz, y la responsabilidad es de todos, también de la OTAN, dice Masood Saifullah.
Las noticias procedentes de Afganistán ofrecen un panorama trágico de las acciones de los talibanes, una situación que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, incluida Alemania, vivieron durante sus 20 años de presencia militar en ese país, en la que gastaron miles de millones.
La violencia talibán ha dejado víctimas civiles y desplazamientos. Sólo en los últimos días, al menos tres capitales de provincia han caído en sus manos. Partes de Kunduz quedaron en llamas después de que los talibanes se tomaran la ciudad a fuego abierto. Las instalaciones gubernamentales fueron saqueadas mientras los habitantes intentaban huir a otras partes de Afganistán en busca de refugio.
Las escenas en muchas otras provincias afganas no son diferentes. Los talibanes han aprovechado el vacío creado por la retirada de las fuerzas internacionales para invadir más de la mitad de los distritos afganos y sitiar la mayoría de las ciudades. Cualquier afgano que pueda permitirse abandonar el país ha huido o está buscando seguridad en un país vecino.
La actual situación de Afganistán no es una sorpresa para muchos, y menos aún para aquellos/as afganos/as que continuamente han instado a Estados Unidos y a sus aliados de la OTAN a no abandonar el país del sudeste asiático. Los llamamientos de las mujeres afganas, los activistas de la sociedad civil y los jóvenes afganos para que se crearan mecanismos que permitieran a los talibanes rendir cuentas tras las negociaciones con Estados Unidos fueron ignorados.
El gobierno afgano, por su