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Alemania notifica casi 500 muertos por COVID-19 en 24 horas
Aunque se registró un descenso en la incidencia de contagios, los expertos temen que se deba a la saturación del sistema de salud, lo que impide que los datos de nuevos casos se entreguen a tiempo.
El Instituto Robert Koch (RKI) reportó este viernes (10.12.2021) un total de 61.288 nuevos contagios por SARS-CoV-2 en Alemania, así como un ligero descenso en la incidencia de casos por cada 100.000 habitantes, que esta jornada llegó a 413,7 (422,3 el jueves). Asimismo, se confirmó una tendencia al alza en el número de decesos, que esta vez fue de 484 personas, en comparación con los 390 reportados el viernes pasado.
Si bien las cifras de nuevos contagios parecen descender, los expertos advierten que debe tenerse en cuenta que en distintas regiones de Alemania, por la saturación de los sistemas de salud y la incapacidad práctica del personal para cumplir todas sus labores debido al alto número de pacientes con COVID-19, no se están reportando a tiempo los nuevos casos, por lo que es dable pensar que hay una subestimación de los positivos diarios.
El RKI asegura que desde el comienzo de la pandemia 6.423.520 personas han dado positivo a exámenes PCR, aunque se considera un hecho que el total de infecciones es mayor, dado que muchos casos no son reportados oficialmente.
Del mismo modo, el Instituto considera que 5.329.300 personas ya superaron la enfermedad. El total de decesos por COVID-19 llegó a 104.996.
Sin cárcel, pero con multa
Otra cifra que las autoridades vigilan con atención es la de pacientes con COVID-19 internados en los centros médicos. Esta cifra llegó esta jornada a 5,75 por cada 100.000 habitantes. Pese a la enorme cantidad de contagios que registra Alemania, la cifra de pacientes no ha llegado a los niveles de diciembre de 2020 (cuando alcanzó los 15 por cada 100.000 habitantes) gracias en gran medida a la campaña de vacunación, que en el país comenzó con fuerza recién en enero de 2021.
Respecto a este tema, el nuevo ministro de Salud, Karl Lauterbach, dijo en entrevista con el semanario Der Spiegel que no está previsto castigar con cárcel a quienes no se vacunen, aunque las multas sí están siendo consideradas. "Nadie irá a la cárcel, pero las multas son inevitables”, explicó. Lauterbach señaló que habrá conversaciones con psicólogos y economistas para ver cuál es el mejor momento para imponer esta penalización.
DZC (dpa, Reuters)
estos de trabajo para el lugar. "Eso es importante para una región como ésta". Una parte de los beneficios se destinará a proyectos sociales.
Todavía se necesita apoyo externo para la producción de la ginebra. Por el momento, la ginebra se produce con la ayuda de una destilería fuera del monasterio. La base es el alcohol de una pequeña fábrica artesanal. El destilado se hace con enebro y numerosas hierbas. Muchas de ellas se encuentran en los monasterios y también en Helfta, donde las monjas han recuperado un jardín tradicional.
Y en algún momento del paseo, el monje se sitúa frente al gran granero del recinto del monasterio, que aún hoy sigue siendo una ruina y que pronto podría albergar la destilería. Aquí también la pandemia del coronavirus está provocando retrasos. Pero los planes están en marcha.
De Algovia al Mar Báltico
Hasta ahora, el padre Justinus no ha embotellado un número de cinco dígitos de botellas de ginebra al año. Se reparten entre tres variantes, "Monastic Dry Gin", "Monastic Barrel Aged", "Monastic Coffee". En Helfta, la ginebra se etiqueta, se envasa y se envía. Un buen centenar de alfileres con cabezas de colores están clavados en un gran mapa de Alemania: representan los lugares donde se vende la ginebra monástica, desde Kempten, en Algovia, hasta Ribnitz-Damgarten, en el norte de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. La mayoría son tiendas de monasterios, libros y licores, pero también hay una única sucursal de una de las grandes cadenas de supermercados, en Bochum. La monja de la tienda en Helfta está impresionada. No es tan raro que los clientes vengan y pidan directamente la ginebra del monasterio, dice la hermana Pauline.
"Hay gente", dice el padre Justinus, "que quizás nunca ha estado en una tienda de monasterio, pero ha oído hablar de esta ginebra. Y cuando llegan aquí, entran por primera vez en el recinto de un monasterio. Tal vez se les planteen cuestiones profundas".
Los monasterios y el alcohol
Pero la ginebra es un alcohol, un alcohol fuerte. El padre Justinus habla de la larga tradición de las bodegas eclesiásticas, la cerveza de los monasterios de Bélgica o Baviera, los licores y el whisky propios de algunas órdenes. La ginebra es solo un nuevo producto de esta gama, con el que se puede dirigir a una clientela diferente.
El padre Justinus lo explica como un estratega de marketing. Eso encaja con su otra profesión. Esa misma mañana, Christoph Pech se encontraba en la Escuela Superior de Administración de Leipzig (HHL), con ropa cotidiana y sin hábito religioso. El licenciado en administración de empresas, que escribió su tesis doctoral sobre ética empresarial, imparte una conferencia en inglés sobre liderazgo. Algunos estudiantes están presentes en el aula, otros están conectados en línea. En algún momento, Pech da a los alumnos una idea para reflexionar, les da dos o tres minutos. "Por favor, permanezcan en silencio", dice.
(gg/er)