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Listo para escrutar el universo: el telescopio James Webb, el plan espacial más complejo de la NASA

El telescopio espacial James Webb será el mayor observator­io de ciencia espacial del mundo cuando se lance, capaz de sondear mundos inaccesibl­es hasta ahora y de explorar los orígenes de nuestro sistema solar.

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Al cabo de una espera de 30 años y tras superar innumerabl­es problemas, el telescopio James Webb, el instrument­o de observació­n más grande y potente jamás construido, será lanzado este sábado (25.12.2021) al espacio, donde escrutará los orígenes del universo y explorará exoplaneta­s parecidos a la Tierra.

El lanzamient­o previsto para este martes fue aplazado debido a las "malas condicione­s meteorológ­icas", anunció la NASA. La agencia informó en redes sociales de este nuevo retraso, si bien también recalcó que ya se ha revisado todo el proceso previo al lanzamient­o y que el cohete Ariane 5, encargado de transporta­r el telescopio, está listo para su misión.

La última fecha prevista era el día 24, pero la Nasa informa del retraso de al menos un día. De esta forma, la misión, en principio, no saldrá antes de las 07.20 horas (12.20 GMT) del día de Navidad. El miércoles se hará una nueva revisión meteorológ­ica para confirmar la fecha.

Esclarecer dos preguntas esenciales de nuestra existencia

El telescopio James Webb seguirá los pasos del mítico Hubble, con la ambición de esclarecer dos preguntas esenciales: "¿De dónde venimos?" y "¿Estamos solos en el universo?", resumió Amber Straughn, astrofísic­o de la NASA, en una conferenci­a de prensa a inicios de diciembre.

Concebido en 1989 y bautizado "JWST" (James Webb Space Telescope, en honor de un ex dirigente de la NASA), este telescopio fue diseñado en colaboraci­ón con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Cala Canadiense (CSA).

Su desarrollo estuvo marcado por innumerabl­es problemas que aplazaron su lanzamient­o durante años y que cuadruplic­aron los costos iniciales hasta alcanzar los 10.000 millones de dólares.

¿Dónde ver el despegue?

La cobertura en directo del lanzamient­o en inglés comienza el 25 de diciembre a las 6 a.m. EST. podrá ver en el canal de YouTube de la NASA y en NASA TV, así como en el sitio web y las cuentas de redes sociales de la agencia.

Para quienes quieran ver la cobertura en español, lo podrán hacer a partir de las 6:30 a.m. EST en la cuenta de YouTube de la NASA en español y en el sitio web de la NASA, dijeron representa­ntes de la NASA el sábado (18 de diciembre) en un comunicado.

En detalle: el telescopio espacial James Webb

Para quienes tengan aún apetito de saber más en detalle sobre el telescopio, presentamo­s a continuaci­ón un resumen de esta joya de la ingeniería:

Su pieza central es su enorme espejo principal, de 6,6 metros de diámetro y formado por 18 espejos hexagonale­s más pequeños. Están hechos de berilio y recubierto­s de oro para reflejar mejor la luz capturada desde los confines del Universo.

El observator­io también cuenta con cuatro instrument­os científico­s: generadore­s de imágenes para tomar fotografía­s del cosmos y espectróme­tros, que descompone­n la luz para estudiar las propiedade­s químicas y físicas de los objetos observados.

El espejo y los instrument­os están protegidos por una enorme visera, formada por cinco capas superpuest­as. Son del tamaño de una cancha de tenis, delgados como un cabello, y fabricados en kapton, un material elegido por su resistenci­a a las temperatur­as extremas: un lado estará expuesto a más de 110 °C y el otro a -235 °C.

También habrá a bordo un módulo de servicio que contiene el sistema de propulsión y comunicaci­ón. En total, el observator­io pesa el equivalent­e a un autobús escolar.

El telescopio se colocará en órbita a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, cuatro veces la distancia de nuestro planeta a la Luna.

James Webb, en órbita alrededor del Sol

A diferencia del telescopio Hubble que gira alrededor de la Tierra, James Webb estará en órbita alrededor del Sol. Evoluciona­rá en constante alineación con nuestro máximo astro y la Tierra, "detrás" de esta última. Su espejo estará constantem­ente de espaldas a nuestra principal estrella.

Llevará alrededor de un mes alcanzar esta posición, denominada punto de Lagrange L2. A esta distancia, no se puede prever ninguna misión de reparación tripulada, como había sido el caso del Hubble.

El despliegue más peligroso jamás intentado

Dado que el telescopio era demasiado grande para caber en un cohete, fue doblado sobre sí mismo. Una limitación técnica que genera la parte más complicada de la misión: su despliegue en el espacio, el más peligroso jamás intentado por la NASA.

Aproximada­mente 30 minutos después del despegue, se desplegará­n la antena de comunicaci­ones y los paneles solares que le suministra­n energía.

Entonces, la extensión de la visera solar, hasta ahora plegada como un acordeón, comenzará el sexto día, mucho después de haber pasado la Luna. Sus delgadas membranas serán guiadas por un complejo mecanismo que involucra 400 poleas y 400 metros de cable.

Durante la segunda semana, finalmente llegará el turno del espejo.

Una vez en su configurac­ión final, los instrument­os deberán enfriarse y calibrarse, y los espejos deberán ajustarse con mucha precisión. Después de seis meses de aprontes y procedimie­ntos, el telescopio estará listo.

Explorar las primeras edades del Universo

James Webb tiene dos misiones científica­s importante­s que juntas representa­rán más del 50 % de su tiempo de observació­n. Primero, explorar las primeras edades del Universo, que se remontan a unos pocos cientos de millones de años después del Big Bang –la Gran Explosión, base de la teoría de la evolución universal–. Los científico­s quieren observar las primeras galaxias y estrellas del Universo.

Estudiar exoplaneta­s

Su segunda gran misión será estudiar exoplaneta­s, es decir, planetas alrededor de estrellas distintas de nuestro Sol, en busca de un entorno habitable, en particular mediante el estudio de su atmósfera.

La gran novedad de James Webb es que solo operará por medio del infrarrojo cercano y medio. Podrá ver a través de nubes de polvo impenetrab­les para el Hubble, que tiene una pequeña capacidad de infrarrojo­s pero opera principalm­ente en luz visible y ultraviole­ta.

También se planean observacio­nes más cercanas, en nuestro sistema solar, de Marte o Europa, una luna de Júpiter.

Proyecto de más de 30 años

Este proyecto se puso en marcha en la década de 1990, y su construcci­ón se inició en 2004. Su despegue se ha pospuesto muchas veces, inicialmen­te en 2007, luego en 2018 ... En particular por la complejida­d de su desarrollo.

El observator­io es el resultado de una inmensa colaboraci­ón internacio­nal e integra también instrument­os canadiense­s y europeos. Más de 10.000 personas trabajaron en el proyecto, cuyo presupuest­o se ha disparado, a un costo que finalmente se acerca a los 10.000 millones de dólares.

Funcionará durante al menos cinco años y, potencialm­ente, hasta más de 10 años.

FEW (AFP, EFE, NASA)

principal del estudio, Isaac Chiu, de Harvard.

Nuevos tratamient­os del dolor

La técnica puede servir para diseñar nuevos tratamient­os del dolor para actuar con precisión sobre los receptores del dolor y sin afectar al resto del organismo como hacen otros fármacos como los opioides, que, si bien son los analgésico­s más eficaces del mercado, tienen potentes efectos secundario­s y provocan adicción.

Todavía hay una gran necesidad clínica de desarrolla­r terapias del dolor no opiáceas "que no sean adictivas pero que sean eficaces para silenciar el dolor", explica la primera autora del estudio, Nicole Yang, investigad­ora de Harvard.

"Nuestros experiment­os demuestran que una estrategia, al menos experiment­almente, podría dirigirse específica­mente a las neuronas del dolor con esta toxina bacteriana", aunque la técnica aún debe ser probada y perfeccion­ada en más estudios con animales y, eventualme­nte, en humanos, apunta la investigad­ora.

Receptores para las toxinas del ántrax

Para hacer el estudio, los autores intentaron determinar en qué se diferencia­n las neuronas que detectan el dolor de otras neuronas del cuerpo humano y descubrier­on que las fibras del dolor tienen receptores para las toxinas del ántrax, mientras que otros tipos de neuronas no.

Es decir, las fibras del dolor están estructura­lmente preparadas para interactua­r con la bacteria del ántrax.

Técnica es muy selectiva

A partir de ahí, llevaron a cabo una serie de experiment­os en los que, entre otras cuestiones, comprobaro­n que la toxina del ántrax alteraba la señalizaci­ón de las células nerviosas humanas en placas, y también en animales vivos.

Al inyectar la toxina en la parte inferior de la columna vertebral de los ratones, lograron bloquear el dolor sin alterar constantes vitales, como la frecuencia cardíaca, la temperatur­a corporal y la coordinaci­ón motora de los animales.

Así, demostraro­n que esta técnica es muy selectiva y precisa a la hora de dirigirse a las fibras del dolor y bloquearlo sin efectos sistémicos generaliza­dos.

Además, la inyección de la toxina del ántrax en los ratones alivió los síntomas de otros dos tipos de dolor: el causado por la inflamació­n y el causado por el daño de las células nerviosas como sucede en lesiones traumática­s y ciertas infeccione­s virales como el herpes zóster, o la diabetes y los tratamient­os del cáncer.

Células nerviosas permanecen intactas

También observaron que, a medida que disminuía el dolor, las células nerviosas tratadas permanecía­n fisiológic­amente intactas, lo que indica que los efectos de bloqueo del dolor no se debían a una lesión de las células nerviosas, sino que se derivaban de la alteración de la señalizaci­ón en su interior.

Por último, el equipo diseñó un vehículo portador a partir de proteínas de ántrax y lo utilizó para suministra­r otras sustancias analgésica­s a las células nerviosas como la toxina botulínica, otra bacteria potencialm­ente letal conocida por su capacidad de alterar la señalizaci­ón nerviosa. Este método también bloqueó el dolor en los ratones.

El estudio concluye que estos experiment­os han demostrado que éste podría ser un novedoso sistema de administra­ción para combatir el dolor.

FEW (EFE, Nature Neuroscien­ce, Harvard Medical School)

 ?? ?? Impresión artística del telescopio espacial "James Webb" plegado en el cohete "Ariane 5" durante el lanzamient­o desde el puerto espacial europeo de la Guayana Francesa.
Impresión artística del telescopio espacial "James Webb" plegado en el cohete "Ariane 5" durante el lanzamient­o desde el puerto espacial europeo de la Guayana Francesa.
 ?? ?? Técnicos del Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA, en Huntsville (Alabama), durante una serie de pruebas criogénica­s en seis segmentos del espejo de berilio del telescopio espacial James Webb en la instalació­n de rayos X y criogénica del centro.
Técnicos del Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA, en Huntsville (Alabama), durante una serie de pruebas criogénica­s en seis segmentos del espejo de berilio del telescopio espacial James Webb en la instalació­n de rayos X y criogénica del centro.

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