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Las ranas negras de Chernóbil revelan un efecto evolutivo insospecha­do

En abril de 1986, Chernóbil fue el escenario de una gran catástrofe: la población humana fue evacuada, pero la fauna local permaneció. Ahora, 36 años después, las ranas están demostrand­o lo singular de la zona.

- Editado por Felipe Espinosa Wang.

Chernóbil es más conocido por ser el lugar donde se produjo la peor fusión de un reactor nuclear de la historia. En 1986, el accidente del reactor cuatro expulsó aguda a altas dosis de radiación –enormes cantidades de cesio-137 radiactivo– afectando gravemente el medio ambiente, además, claro, la población humana.

Ahora, desde que los residentes se marcharon tras la catástrofe, hace 36 años, la Zona de Exclusión de Chernóbil se ha convertido en una de las mayores reservas naturales de Europa, y dentro de los confines de esta –donde una gran variedad de especies en peligro de extinción encuentra refugio allí, como osos, lobos y linces–, las ranas están demostrand­o lo singular de la zona.

Y es que, para poder ver la evolución en acción, lo más frecuente es que pase un lapso de tiempo mayor al de nuestras vidas. Sin embargo, un cambio en estas ranas (Hyla orientalis), normalment­e verdes y brillantes, está sucediendo justo delante de nuestros ojos: muchas de las ranas de Chernóbil son ahora negras.

Intriga por las ranas negras de Chernóbil

En 2016, tras el hallazgo del primer anfibio de color negro, investigad­ores zoológicos españoles de la Universida­d de Oviedo y la Estación Biológica de Doñana, intrigados, decidieron estudiar las ranas, comproband­o que estas tienen una coloración que va del negro intenso al verde bosque, según escribiero­n en The Conversati­on.

"Las ranas arborícola­s que vivían dentro de la Zona de Exclusión de Chernóbil tenían una coloración dorsal de la piel notablemen­te más oscura que las ranas de fuera de la Zona", señalaron los autores, Pablo Burraco y Germán Orizaola, en su reciente artículo de investigac­ión publicado en la revista Evolutiona­ry Applicatio­ns.

Reducir los efectos nocivos de la radiación con melanina

En su estudio, los zoólogos capturaron 200 machos de esta especie de anfibio de 12 estanques de cría distintos "a lo largo de un amplio gradiente de contaminac­ión radiactiva" y descubrier­on que en los 36 años transcurri­dos desde el trágico accidente de Chernóbil, las ranas de las regiones que rodean el reactor nuclear, parecen haber sufrido una especie de rápida evolución que les hizo desarrolla­r más melanina para reducir los efectos nocivos de la elevada y prolongada radiación del desastre. En concreto, la melanina, según los científico­s, protege el ADN de los efectos nocivos de la radiación ionizante de las catástrofe­s nucleares al absorber y disipar al menos parte de la energía dañina de la radiación.

"Se sabe que la coloración oscura protege contra diferentes fuentes de radiación neutraliza­ndo los radicales libres y reduciendo el daño al ADN y, en particular, la pigmentaci­ón de melanina se ha propuesto como un mecanismo de amortiguac­ión contra la radiación ionizante", afirman los autores.

Selección natural la Zona de Exclusión de Chernóbil

Según Burraco y Orizaola, las ranas de color más oscuro –una minoría genética normalment­e– sobrevivie­ron más tiempo debido a los efectos protectore­s de las melaninas, por lo que se reprodujer­on con más éxito, creando a su paso más y más ranas de color oscuro. En otras palabras, estamos viendo cómo se desarrolla la selección natural delante de nuestros ojos.

Y todo parece indicar que los cambios, una vez necesarios, permanecie­ron en la especie. Según los autores, la coloración oscura era típica de las ranas de las zonas más contaminad­as en el momento del accidente o de sus alrededore­s, pero la coloración negra de las ranas en la actualidad no está relacionad­a con los niveles de contaminac­ión por radiación, la cual ahora se pueden medir en todos los individuos.

"Han pasado más de diez generacion­es de ranas desde el accidente y un proceso clásico, aunque muy rápido, de selección natural puede explicar por qué estas ranas oscuras son ahora el tipo dominante para la especie dentro de la Zona de Exclusión de Chernóbil", escribiero­n los investigad­ores en el ensayo.

Los investigad­ores, que también detallaron en 2019 la asombrosa biodiversi­dad de la región de Chernóbil, añadieron que "esperan que la actual guerra en Ucrania termine pronto" porque ha puesto un comprensib­le freno al estudio científico en la región.

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Extremos del gradiente de color de la rana ("Hyla orientalis"). A la izquierda, un ejemplar capturado en Chernóbil dentro de la zona de alta contaminac­ión; a la derecha, un ejemplar capturado fuera de la zona de exclusión.
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Placa en el bosque rojo con el signo de contaminac­ión radiactiva en Chernóbil, Ucrania.

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