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Reacciones mixtas a elección del candidato de Bolsonaro como jefe del BID
México ha criticado duramente la elección del brasileño Ilan Goldfajn como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El antiguo gobernador del Banco Central de su país se enfrenta a grandes retos.
No todo fueron aplausos. El economistaIlan Goldfajn es el primer brasileño elegido como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El ex jefe del banco central brasileño se impuso claramente el domingo a otros cuatro candidatos. Por lo tanto, ocupará una posición crucial para la recuperación económica de América Latina ante el aumento de la inflación y la recesión económica.
México critica
Aunque Goldfajn es muy respetado en los círculos empresariales, su elección no está exenta de polémica, sobre todo porque había sido propuesto para la presidencia del BID por el presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro. En particular, México criticó la elección de Goldfajn como "más de lo mismo".
"No hay un cambio en la elección del director del BID, es más de lo mismo, es lo que se ha venido aplicando durante todo el período neoliberal. Se ponen de acuerdo con el visto bueno de Estados Unidos”, despotricó ante la prensa el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Dijo que Goldfajn era "un miembro del grupo económico y financiero muy apegado al conservadurismo y especialmente a las políticas neoliberales promovidas por el gobierno de Estados Unidos. No hay esperanza para los pueblos de América Latina y el Caribe."
Goldfajn contó con el apoyo de Brasil, Estados Unidos,
Canadá y Argentina. Los derechos de voto son proporcionales al capital del banco suscrito por un país. El mayor inversor, con el 30 por ciento del capital y por tanto de los votos, es Estados Unidos. Sin embargo, el propio López Obrador jugó un papel en la elección de Goldfajn. La ex secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, a la que envió inicialmente a la carrera, era probablemente demasiado de izquierdas para algunos en Estados Unidos. Ella retiró su candidatura. Pero los gobiernos de Chile, Argentina y México no pudieron ponerse de acuerdo posteriormente en un candidato común, por lo que Goldfajn tuvo una partida fácil. El diario español El País habló de un "fracaso" de los gobiernos de izquierda de la región.
En Brasil, algunos miembros del equipo de transición del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva habían propuesto inicialmente un aplazamiento de la votación del BID para presentar su propio candidato en lugar de Goldfajn, pero no lograron imponerse. Lula no tuvo objeción a que Goldfajn representara al país.
Grandes retos
Como director del BID, Goldfajn ocupará un puesto clave para el desarrollo económico de la región. El banco multilateral de desarrollo, con sede en Washington D.C., es el mayor suministrador de fondos para proyectos de desarrollo en América Latina y el Caribe, con un volumen de préstamos de 23.400 millones de dólares. Sin embargo, sus actividades dependen en gran medida del dinero de Estados Unidos. Al mismo tiempo, esto crea desconfianza en una región donde casi todos los países clave están gobernados por la izquierda.
Goldfajn comienza su mandato de cinco años el 19 de diciembre, en un momento económico difícil. Se enfrenta a la tarea de impulsar las economías del hemisferio, que se han visto afectadas por un círculo vicioso de colapso de las divisas, aumento de la deuda externa y fuga de capitales debido a la inflación y el aumento de los tipos de interés en Estados Unidos y Europa. En una reciente entrevista con la agencia de noticias estadounidense AP, Goldfajn enumeró sus prioridades: "Necesitamos una institución que aborde la pobreza, la desigualdad y la inseguridad alimentaria", dijo. También mencionó el cambio climático y las inversiones en infraestructuras físicas y digitales.
(gg/ers)
tos difíciles en lo económico. Por una parte, por la devaluación de las criptomonedas, y, por otra, por la poca confianza de que goza el país en el mercado internacional. "En los mercados internacionales al ver que el déficit fiscal es tan alto, al ver que el gasto no se paga y que se va acumulando la deuda, empiezan a ser más cautos y a ponerte en una posición de alto riesgo", dice a DW Roberto Rubio, director ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo y representante de Transparencia Internacional en El Salvador.
En enero de 2023, el país centroamericano tiene que pagar 667 millones de euros de deuda internacional por la amortización de un eurobono. "China ofreció comprar toda nuestra deuda, pero debemos andar con cuidado", fueron las palabras del vicepresidente Félix Ulloa, que causaron sorpresa en un evento en Madrid.
La nueva alianza económica con China
Las declaraciones de la autoridad de Gobierno (07.11.2022) no pasaron inadvertidas, sobre todo, porque eso nunca fue confirmado por el régimen de Xi Jinping. Lo que sí fue ratificado, tres días después (10.11.2022), fue el interés de China y El Salvador de iniciar negociaciones para un Tratado de Libre Comercio
(TLC) entre ambos países, en un evento que reunió a Bukele con la embajadora Ou Jianhong en San Salvador.
En 2018, El Salvador ya había dado señales de acercamiento a la segunda economía más grande del mundo, luego que pusiera fin a sus relaciones con Taiwán. Ese movimiento estratégico le significó una serie de beneficios al país. "China ha dado tres donaciones a El Salvador, que es la construcción de una especie de parque de diversiones en la playa, un estadio que no se ha construido aún y una biblioteca. Son inversiones que mejoran la imagen de China y, obviamente, también la de nuestro país", explica el economista Rubio.
Désirée Reder, investigadora del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA), con sede en Hamburgo, agrega que las actuales condiciones de la democracia en El Salvador también lo privan de un acercamiento a otros países que critican el estilo de gobierno de Bukele, como Estados Unidos. "En ese sentido, China no aplica sanciones basadas en derechos humanos y por eso puede ser una solución. La gran pregunta es si los beneficios son mayores que los costos en esta relación", dice a DW.
"Nada es gratis”
Aunque una eventual alianza con China podría significar un "salvavidas" para la economía salvadoreña, los expertos coinciden en que tal acuerdo podría también conllevar a una serie de riesgos. "Nada es gratis", precisa Reder.
"El Salvador podría ver algunos beneficios en infraestructura, que ya se están observando, pero China espera algo a cambio. Podría ser exclusividad en beneficios comerciales o demandar ciertos proyectos en áreas que puedan estar protegidas o que puedan afectar a algunas comunidades", añade la académica de GIGA.
De igual modo, el economista
Castaneda tiene sus dudas de si para El Salvador es un buen negocio la idea de un TLC con China. Por el contrario, cree que quedaría en una posición deficitaria.
Además, expresa que es una jugada netamenta política. "Recordemos que el presidente Bukele quiere reelegirse y, prácticamente, no tiene aliados a nivel internacional, sumado a que las tensiones con Estados Unidos son muy grandes. Bukele lo que busca es que se respalden sus decisiones y China no se destaca, precisamente, por la defensa de la democracia", dice.
Los expertos también tienen sus cuestionamientos, respecto al real interés en El Salvador, especialmente, porque no es un país como Brasil o Panamá, a nivel estratégico. También señalan que China ha ido incrementando sus relaciones con América Latina, rompiendo con la dependencia que por décadas la región tuvo con Estados Unidos. De hecho, esa sería una de las principales motivaciones del régimen de Xi Jinping.
"Lo que China está haciendo es mantener y aumentar su presencia, mejorando su imagen, poco a poco", concluye el representante de Transparencia Internacional en El Salvador.