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El poder de Xi Jinping ya no es intocable

- Junhua Zhang

Xi Jinping, líder indiscutib­le de China, lo determina todo, desde la salud hasta la política económica y exterior, por el bien de la nación, claro. Recienteme­nte consolidó su posición de poder en el 20 congreso del Partido Comunista de China, y obtuvo el reconocimi­ento internacio­nal en la cumbre del G20 en Indonesia y en la cumbre de la APEC en Tailandia. Pero poco después se escucharon las demandas de dimisión en las calles de Shanghái.

El detonante: la estricta política de Xi de "cero covid-19”. Millones de personas en China fueron encerradas como si fueran animales de compañía y llevadas al borde de la locura si se registraba un solo caso positivo. Después de tres años de pandemia y repetidos con namientos, esta política, supuestame­nte para proteger a la población, no es más que absurda.

Contradicc­iones

China no necesita la estrategia del "cero covid-19”. Desde la aparición de la variante ómicron, tampoco es posible. Pero el aparato propagandí­stico del país quiere mostrar a Occidente que su sistema autoritari­o es más capaz de hacer frente a los grandes retos de la pandemiaq y está encubriend­o todo lo que va mal, a costa de los derechos civiles. El propio Xi no ayudó mucho. Los 1.000 millones de habitantes de la nación vieron por televisión cómo Xi no llevaba mascarilla en su visita al extranjero. Mientras tanto, millones de a cionados al fútbol en China no están viendo los estadios llenos en el Mundial de Qatar porque la televisión estatal está retocando las imágenes en directo. Un escaparate evidente.

El primer mes del tercer mandato de Xi, que rompe las reglas no escritas del partido, no comenzó como estaba previsto. Las manifestac­iones no son ciertament­e incitadora­s del n del gobierno. Tampoco son comparable­s todavíaqa las protestas estudianti­les de 1989, que duraron un mes.

Pero los manifestan­tes, en su mayoría jóvenes, estudiante­s, empleados y trabajador­es, apenas están conociendo el enfoque intransige­nte del régimen ante las protestas y cómo enfrentars­e a él. Utilizan el software VPN para tener acceso gratuito a internet con el mundo exterior, organizan manifestac­iones espontánea­s a través de las redes sociales sin que se note. Un juego deqgato y ratón con el estado de vigilancia. Y los inteligent­es manifestan­tesqcitaro­n a Xi, quien aseguró en octubre de 2020 en la conmemorac­ión de la guerra de Corea queq"el pueblo de China está muy bien organizado" yq "no se dejaráqpis­ar fácilmente".

Ahora, el gobierno chino señalóqque dejará su estricta estrategia de "cero covid-19”. Por lo tanto, la enfermedad podría clasi carse como una infección similar a la gripe. Tras el bloqueo inicial de Pekín, el fabricante alemán de vacunas BioNTech tiene ahora también perspectiv­as de ser aprobado en China. Esta sería una salida para Xi de su hasta ahora política anticorona­virus. Sin embargo, él mismo no admite ningún error bajo ninguna circunstan­cia. Más bien, un alejamient­o de la estrategia "cero covid-19” se vendería como el último ejemplo de la sabiduría de Xi yqdisfruta­rá plenamente de las excesivas muestras de lealtad que sus funcionari­os le ofrezcan. El sufrimient­o de las personas afectadas no parece importarle realmente .

Jun hua Zhang, nacido en Shang hai en 1958, es un politólogo alemán de origen chino y columnis - ta in vitado de DW. Se doctoró en losofía en Fráncfort. Actualmen te, Zhang es profesor visitan te en la

Ecole Universita­ire de Management, enqFran cia.

(ct/rr)

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