Deutsche Welle (Spanish edition)
Kiev afirma que Rusia pierde fuerza en Bajmut
Rusia sigue intentando hacerse con el control total de la ciudad ucraniana de Bajmut "pese a las pérdidas en hombres y equipamiento”, pero sus asaltos están perdiendo fuerza y el ejército ucraniano "lo aprovechará muy pronto” para echar a los rusos por completo de la zona. Esa es la radiografía de la situación que hizo este jueves (23.03.2023) en su canal de Telegram el comandante de las Fuerzas Terrestres ucranianas, Oleksandr Syrskyi, que explicó también que los mercenarios del grupo Wagner siguen siendo el principal componente de los asaltos rusos en Bajmut.
"Están perdiendo fuerza y oxígeno de manera considerable”, dijo Syrskyi, que añadió que las tropas ucranianas "aprovecharán muy pronto esta oportunidad como ya hicieron en Kiev, Járkov, Balaklia y Kupyansk”, en referencia a territorios previamente asediados y ocupados por Rusia que ya han sido liberados por Ucrania.
En su mensaje, el militar ucraniano alabó a las tropas que de enden Bajmut, que sigue bajo control de Kiev por "la resiliencia, el coraje y la valentía sobrehumanas que demuestran bajo el fuego continuo de la artillería y la aviación enemigas”.
Por su parte el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) ve signos de que Rusia ha ralentizado sus operaciones en Bajmut. Las fuerzas de Moscú han conseguido "avances marginales” en algunas zonas, mientras Ucrania ha lanzado contraataques en otras.
Lucha de desgaste
El ejército ruso, apoyado por el grupo paramilitar Wagner, rodea Bajmut por el norte, el este y el sur, lo que complica el abastecimiento de los soldados ucranianos. Pero estos últimos están resistiendo, a costa de grandes pérdidas también en el lado ucraniano, una estrategia asumida por el mando militar de Kiev que apuesta por una guerra de desgaste.
Estos últimos días las fuerzas rusas, prorrusas y el Grupo Wagner han informado sobre sus avances hacia el centro de Bajmut, además de con rmar que tienen el control de los accesos a dicha ciudad. No obstante, los propios mercenarios han adelantado que pueden perder esta batalla por falta de municiones.
Si bien la importancia estratégica de Bajmut es relativa, Moscú quiere anotarse una victoria militar tras varios reveses humillantes el verano y el otoño pasados que empujaron al presidente ruso Vladimir Putin a movilizar a varios cientos de miles de reservistas (civiles) y a nombrar a un nuevo comandante a cargo de las operaciones en Ucrania. mn (efe, afp)
Esta foto, tomada en la primavera de 2022, muestra murales en Bajmut sobre la familia y los niños. En mayo, el frente había avanzado hasta las afueras de la ciudad y comenzaron los ataques aéreos y de artillería. Muchos edi cios residenciales resultaron gravemente dañados.
Los bloques de apartamentos del este de Bajmut fueron los primeros en sufrir los ataques rusos en la primavera de 2022. Hoy, estos barrios se parecen mucho a la ruinosa ciudad portuaria de Mariúpol. Halyna, una evacuada de Bajmut cuya casa fue destruida, dijo a los periodistas: "Nos sentimos sin hogar. Lo hemos perdido todo. No tenemos adónde volver".
Dos profesoras se abrazan ante las ruinas de su escuela en Bajmut. Fue bombardeada por el ejército ruso y sufrió graves daños el 24 de julio de 2022. Afortunadamente, nadie murió ni resultó herido en este ataque en particular.
Muchos edi cios de importancia histórica en Bajmut han sido dañados y destruidos desde el comienzo de la guerra. Entre ellos se encuentran el Palacio de la Cultura, la antigua casa del empresario Polyakov, del siglo XIX, y el antiguo instituto femenino. También se han destruido edi cios más modernos, que eran considerados postales icónicas de la urbe.
Oleksandr Havrys hace los últimos preparativos para evacuar a su mujer y sus dos hijos de Bajmut a Kiev. El 7 de marzo de 2023 quedaban menos de 4.000 personas en la ciudad. Antes de la guerra, tenía una población de 73.000 habitantes.
Más del 90 por ciento de los habitantes han abandonado Bajmut y sus alrededores. Los que quedan están en su mayoría enfermos o viven solos. Durante meses, sólo abrieron algunas tiendas y una farmacia, si había una pausa en los disparos. La ayuda humanitaria llegaba a través de organizaciones bené cas y voluntarios.
Olha, embarazada, fuera de un búnker antiaéreo en Bajmut con su marido Vlad, el 28 de enero de 2023. Son de los pocos civiles que han permanecido en la ciudad a pesar de los encarnizados combates. Hoy en día, se necesita un pase especial para acceder a Bajmut.
Valentyna Bondarenko, pensionista de 79 años, mira por la ventana de su apartamento en Bajmut, en agosto de 2022. Muchos residentes de la ciudad han soportado meses en sótanos y refugios de emergencia debido a los interminables bombardeos y al peligro constante.
"Estamos acostumbrados a todo tipo de silbidos y explosiones", dice a DW Nina, de Bajmut (en la foto, a la derecha). Dice que sus hijas se han ido "a Europa", pero ella y su marido quieren quedarse mientras el ejército ucraniano esté en la ciudad. Sin embargo, se irían si la situación empeora: "para no estorbar a los militares cuando el enemigo se esconde detrás de las casas".
En otoño, la situación humanitaria en la ciudad se deterioró aún más. Las tropas rusas lanzaron una ofensiva el 1 de agosto, y la red eléctrica resultó dañada por bombardeos. Se hizo muy difícil obtener alimentos y la red de telefonía móvil colapsó. Los trabajadores humanitarios voluntarios también fueron atacados.
Las batallas clave por Bajmut están siendo libradas por unidades de artillería. Los militares ucranianos estiman que casi toda la gama de artillería y morteros están en acción en la zona. Bajmut está siendo ferozmente atacada por unidades del ejército privado ruso conocido como Grupo Wagner. El ejército ucraniano sigue resistiendo todos los ataques.
El 20 de diciembre, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski visitó a los soldados ucranianos que defendían Bajmut. De allí trajo una bandera ucraniana, que presentó dos días después a Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en una visita al Congreso de ese país. La bandera ha sido rmada por soldados que están en primera línea.
Las principales tareas de los médicos militares en el frente incluyen estabilizar a los heridos, evitar muertes por shock y pérdida de sangre, y asegurar el transporte de casos graves a hospitales militares más seguros.
Una imagen de los últimos días de diciembre de 2022. Sale humo de las ruinas de casas particulares en las afueras de Bajmut. Según las autoridades locales, en marzo de 2023, más del 80 por ciento de las viviendas de la ciudad han sido destruidas por los combates.
Una imagen satelital del 4 de enero de 2023, publicada por la empresa de tecnología espacial Maxar, muestra el alcance de la destrucción cerca de Bajmut. "En los últimos meses, la ciudad ha estado en el centro de intensos combates entre las tropas rusas y ucranianas. Las imágenes muestran grandes daños en edi cios e infraestructuras", comenta la compañía.
Esta foto, tomada por un dron de la agencia de noticias Associated Press el 13 de febrero, también ilustra la destrucción en la ciudad. Filas enteras de casas y edi cios de apartamentos han sido destruidos, y sólo quedan en pie los muros exteriores y las fachadas dañadas. Los tejados se han derrumbado, exponiendo el interior de las construcciones al paso de la nieve.
Un soldado ucraniano pasa junto a una pared rayada en el centro de la ciudad que dice "Bajmut ama a Ucrania". Los líderes políticos y militares del país han decidido mantener la defensa de la ciudad. Sin embargo, la OTAN no descarta la posibilidad de que Bajmut caiga, aunque esto no cambiaría necesariamente el curso de la guerra. (mn/dz)
Autor: Dmytro Kaniewski