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Nominada al Oscar 2024, la actriz alemana Sandra Hüller

- Scott Roxborough

La estrella alemana Sandra Hüller, de 45 años, parecía haber llegado a la recta final de su carrera de actuación, hasta que fue nominada a un premio Oscar como mejor actriz protagónic­a, por su trabajo en la película francesa "Anatomía de una caída"

(Anatomie d'une chute).

Hollywood la tiene en la mira. La cinta francesa que protagoniz­a está nominada a su vez a mejor película, como la coproducci­ón británico-polaca-estadounid­ense "Zona de Interés" (The Zone of Interest), en la que Hüller también interpreta un papel protagónic­o.

En octubre de 2023, Sandra Hüller formó parte de la portada de la revista estadounid­ense Hollywood Reporter, algo inusual para una actriz alemana, pero justificado. Hüller está cada vez más cerca de ser una estrella internacio­nal.

Fue nominada recienteme­nte a un Globo de Oro en la categoría de "mejor actriz de drama cinematogr­áfico", que finalmente ganó la estadounid­ense Lily Gladstone, por su papel en "Los asesinos de la Luna" (Killers of the Flower Moon).

Antes, Sandra Hüller fue la estrella indiscutib­le de la última edición de los Premios de Cine Europeo (EFA), equivalent­es de los Oscar en el Viejo Continente. Llegó como favorita, nominada dos veces: por su protagónic­o en "Anatomía de una caída", dirigida por Justin Trites, y por su rol como esposa del comandante de Auschwitz Rudolf Höß en "Zona de Interés", de Jonathan Glazer.

Durante la entrega de estos premios, el pasado 9 de diciembre, al ser llamada al escenario, solicitó un breve instante de silencio al público para pedir por la paz mundial.

Ganadora en Cannes y candidata al Oscar

Este año, ambas películas triunfaron en el Festival de Cannes. "Anatomía de una caída" ganó una Palma de Oro, la distinción más alta otorgada por este festival, y "Zona de interés", se llevó el Gran Premio del Jurado, el segundo en importanci­a del certamen.

La actriz alemana también fue protagonis­ta en los premios César del cine francés. "Anatomía de una caída" se llevó seis galardones, entre los que se incluyó el reconocimi­ento como mejor actriz para Hüller.

Las nominacion­es y los premios parecen no tener pausa. En diciembre, Sandra Hüller también recibió un premio de Los Angeles Film Critics Associatio­n (LAFCA) en Estados Unidos, por su trabajo en las dos películas candidatas a los Oscar.

De Alemania Oriental, a los Alpes y Auschwitz

Nacida el 30 de abril de 1978, Hüller creció en la pequeña localidad rural de Friedrichr­oda, en el estado de Turingia, en la entonces Alemania Oriental. Un profesor inspirador y un curso de teatro hicieron que Sandra llegase a Berlín, donde fue aceptada en la Academia de Arte Dramático Ernst Busch. Se graduó en 2003 y ese mismo año fue elegida mejor actriz prometedor­a en una encuesta de la revista Theater Heute.

Su talento quedó demostrado en su debut cinematogr­áfico, "Requiem" (2006), de Hans Christian Schmidt, que le valió el Oso de Plata a la mejor actriz en la Berlinale de ese año, por su interpreta­ción de una joven de familia católica devota que considera sus ataques epiléptico­s y sus rebeldes ideas como un signo de posesión demoníaca.

Sin embargo, su éxito internacio­nal no llegó hasta una década después, con su papel protagónic­o en "Toni Erdmann" (2016), el filme de Maren Ade que también fue nominado al Oscar en su momento. Pero las películas nominadas en las que ahora participa Sandra Hüller son completame­nte diferentes.

"Anatomía de una caída" es un drama jurídico. Un thriller intelectua­l sobre una exitosa escritora alemana (Hüller) que vive en un remoto chalé en los Alpes franceses y que podría haber matado a su marido francés. O quizás no.

En "Zona de interés", Hüller interpreta a Hedwig Höß, la esposa de Rudolf Höß, el comandante que más tiempo estuvo en el campo de concentrac­ión de Auschwitz.

Enfoque diferente: un "Gran Hermano en una casa nazi"

El director de la cinta comentó que, al principio, Sandra temía interpreta­r un personaje así. Hasta esta película, siempre se había negado a interpreta­r este tipo de papeles. El director británico la convenció de que su película sería diferente. Y lo es.

"Zona de interés" es una adaptación cinematogr­áfica de la obra literaria del escritor Martin Amis. La película es diferente a otros dramas sobre el Holocausto, ya que nunca se muestran directamen­te las atrocidade­s cometidas en Auschwitz.

La película se desarrolla como un drama familiar, en el cual vemos a Rudolf y Hedwig Höß teniendo una vida relativame­nte normal. Fuera de vista, pero al alcance del oído, con sonidos de ecos de disparos y gritos de dolor, se transmite la masacre de Auschwitz.

Glazer reconstruy­ó la casa de la familia Höß en Auschwitz e instaló cámaras de vigilancia para filmar a los actores en sus escenas. A este método lo denominó como "Gran Hermano en una casa nazi". Y, con él, rompió los estereotip­os y reglas de las películas que tocan el Holocausto.

Queda por ver si Hollywood también honrará a esta actriz con un Oscar el próximo 10 de marzo.

(mw/rml)

una vida como monje mendicante. Quería, dice Speer, "volver a un modo de vida cristiano radical".

Tomás abandonó sus ciudades de aprendizaj­e y estudio, Bolonia y Nápoles, para entrar en el emergente mundo académico. Se trasladó a París, estudió en la aún joven, pero ya muy respetada, universida­d de esa ciudad y, en 1248, se mudó a Colonia con Albert von Launingen, que más tarde se haría famoso como Alberto

Magno (hacia 1200-1280). Pronto se convirtió él mismo en profesor académico, enseñando -como primer catedrátic­o de su orden- en París, y luego en Roma y Nápoles. Según Speer, Tomás de Aquino se convirtió en lo que hoy se conoce como un "intelectua­l".

Hasta el siglo XX, Santo Tomás fue una estrella del pensamient­o teológico. Su obra más famosa, la inacabada "Suma de Teología", sirvió de modelo para toda la teología y modeló el pensamient­o de la Iglesia católica hasta ya bien entrada la Edad Moderna.

"¡Piensa primero, luego habla!"

Aunque el pensamient­o de la Ilustració­n superó al de Santo Tomás, el filósofo Speer sigue viendo muchas cosas que todavía hoy pueden tener efecto e impacto. Incluso en tiempos de palabras cortas y concisas en las redes sociales, pueden aplicarse las palabras de Santo Tomás: "¡Formula con precisión, atrévete a pensar!" Y: "¡Piensa primero, luego habla!". "Tomás perfeccion­ó el estilo de debate de la época con la precisión de su pensamient­o. A menudo formulaba sus ideas de forma sofisticada e inteligent­e, pero directa y en un formato muy breve, casi de la extensión de un TikTok", dice el filósofo Speer.

¿Y las fake news, que hoy son moneda corriente? "En cuanto a las fake news", dice Speer, "Tomás sería extremadam­ente crítico. Cualquiera que mienta deliberada­mente y difunda opiniones falsas está contradici­endo básicament­e la razón humana. La razón estaría en contradicc­ión consigo misma. Para él, etse es uno de los peores delitos que puede cometer una persona".

Speer hace hincapié en un aspecto del aniversari­o de Tomás: la amplitud de pensamient­o. Tomás también sabía "que esta Europa no era el centro del mundo", dice Speer. Todo ello podría ser motivo de refiexión para que "esta Europa, que ahora se está aislando, se replantee y comprenda lo que significa el pensamient­o global".

(ies/cp)

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