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Transferencia masiva de jugadores pone en peligro al fútbol brasileño
Estos son días tristes para el fútbol brasileño. El equipo olímpico de Brasil acaba de fracasar en su intento de clasificarse para París 2024, mientras que la brasileña ocupa el sexto lugar en la clasificación sud
seleção
americana para el Mundial. Un pésimo rendimiento de los campeones del mundo, con un récord de cinco títulos. Dorival Júnior será el tercer entrenador en un lapso de dos años.
¿Perdieron los campeones del mundo su identidad futbolística? "Ese fútbol brasileño ya no existe actualmente", afirma en entrevista con DW el exprofesional Grafite, campeón alemán de la Bundesliga con el VfL Wolfsburgo en 2009. El clásico jogo bonito por el que se admiraba a estrellas mundiales brasileñas, como Pelé, fallecido a finales de 2022, ya no es reconocible en la cancha, afirma Grafite, una especie de leyenda en Alemania desde su "Gol del año 2009" contra el FC Bayern.
Varios centenares de traspasos al extranjero al año
Hace unos meses falleció el legendario Mario Zagallo, campeón del mundo brasileño como jugador y entrenador. Tras el Mundial de 2014 en casa, donde la seleção perdió por 7-1 en semifinales ante Alemania, a la postre campeona del mundo, Zagallo advirtió de la venta de talentos nacionales. Según Zagallo, el fútbol brasileño corre el riesgo de perder su identidad.
Hace unos 20 años se abolió en Europa la norma según la cual los clubes sólo podían utilizar un número limitado de jugadores internacionales. Esto desencadenó una oleada masiva de traspasos que continúa hasta hoy. Brasil ha perdido así a cientos de futbolistas.
"Esto está afectando a la identidad del fútbol brasileño", afirma a DW David "Dere" Gomes, historiador versado en la historia del fútbol de Río de Janeiro. A los jugadores con más talento, capaces de decidir un partido a la brasileña, se les priva del tiempo necesario para desarrollar su talento en su propio país, dice Gomes. La identidad del fútbol brasileño, sin embargo, consiste en la capacidad de decidir partidos con el gambeteo o regate, por ejemplo.
Brasil no solo pierde a los más destacados
La atención suele centrarse solo en los traspasos de talentos excepcionales, como Vinicius Junior, en 2018, o ahora Endrick al Real Madrid. Sin embargo, con muchas ventas de jugadores que tienden a pasar desapercibidas, la liga brasileña está perdiendo continuamente sustancia y calidad. Esto puede compararse a la explotación de materias primas. La única diferencia es que no es cobre, petróleo o litio lo que recogen los países ricos industrializados, sino talento futbolístico.
"Es normal que los jugadores brasileños se adapten al estilo del fútbol europeo, pero Brasil no ha seguido el ritmo", sostiene Grafite. "Los futbolistas que juegan en Brasil tienen un ritmo y una velo