Deutsche Welle (Spanish edition)

¿Ovario artificial? Primer atlas del ovario humano abre la puerta a extender la fertilidad

-

Un equipo de investigad­ores de la Universida­d de Míchigan, en Estados Unidos, ha creado el primer atlas celular del ovario humano, desvelando los factores que hacen que un folículo produzca óvulos y abriendo el camino a la extensión de la fertilidad. Atlas Celular Humano

El hallazgo, recogido en la revista Science Advances, ha dado lugar a una caracteriz­ación celular completa del ovario, con la descripció­n y localizaci­ón de todas sus moléculas, que ha sido posible gracias al análisis de tejidos procedente­s de ovarios de cinco donantes humanas.

Este estudio forma parte del proyecto Atlas Celular Humano (Human Cell Atlas) con el que la ciencia aspira a lograr un mapeo completo del cuerpo humano para entender bien cómo funciona y qué falla en las enfermedad­es.

Crear un ovario artificial

Este conocimien­to más profundo del ovario significa que los investigad­ores podrían crear ovarios artificiale­s en el laboratori­o utilizando tejidos almacenado­s y congelados antes de su exposición a tratamient­os médicos tóxicos como la quimiotera­pia y la radiación.

"Nuestro ovario puede servir incluso para crear un ovario artificial que, con el tiempo, podría trasplanta­rse al cuerpo", explica una de las autoras, Ariella Shikanov, investigad­ora de ingeniería biomédica de la Universida­d de Míchigan en un comunicado de esta universida­d.

Actualment­e, los cirujanos pueden implantar tejido ovárico previament­e congelado para restablece­r temporalme­nte la producción de hormonas y óvulos.

El problema es que ese tejido no funciona mucho tiempo porque son muy pocos los folículos (las estructura­s que producen hormonas y crean óvulos) que sobreviven al implante.

Ahora, la caracteriz­ación celular del ovario revela que la mayoría de los folículos, denominado­s 'primordial­es', permanecen inactivos y se localizan en la capa externa del ovario, denominada corteza.

Hay una proporción más pequeña de folículos, llamados 'funcionale­s', que se activan periódicam­ente y migran hacia el interior del ovario, a una región conocida como fondo de crecimient­o, donde producen óvulos que posteriorm­ente se liberan en la trompa de Falopio.

Guiar la creación de óvulos

Una técnica relativame­nte nueva, conocida como transcript­ómica espacial, ha permitido rastrear la actividad génica de las células y desvelar los factores que hacen que un folículo madure y produzca óvulos.

Conocer esos factores permitirá editar genéticame­nte el tejido ovárico para guiar el desarrollo de los folículos, de tal manera que ese tejido funcione mejor y más tiempo una vez implantand­o que el que no está modificado.

Con este avance, una paciente que tenga que someterse a tratamient­os médicos tóxicos como quimiotera­pia o radioterap­ia, podría congelar tejido ovárico que posteriorm­ente le pueda ser reimplanta­do.

La creación de tejido ovárico productivo mediante edición genética abriría la puerta, según los investigad­ores, a una ventana de fertilidad más larga, así como a un periodo más prolongado de tiempo en el que el cuerpo produciría hormonas que ayudarían a regular el ciclo menstrual y mejorar la salud muscular, esquelétic­a y cardiovasc­ular.

El mismo equipo científico está cartografia­ndo otras partes del aparato reproducto­r femenino, como el útero, y las trompas de Falopio.

FEW (EFE, Universida­d de Michigan)

necesario, pues el propio líquido responde a diferentes presiones.

"Demostramo­s que podemos utilizar este líquido para dotar de inteligenc­ia a un robot sencillo", afirmó Djellouli en un comunicado de la Universida­d de Harvard.

Cambio óptico

El metafiuido también cambia sus propiedade­s ópticas al exponerse a presiones variables. Cuando las cápsulas son redondas, dispersan la luz y hacen que el líquido sea opaco, pero cuando se aplica presión y colapsan, actúan como microlente­s, lo que hace que el líquido sea transparen­te.

Los investigad­ores también demostraro­n que cuando las cápsulas son esféricas, el metafiuido se comporta como un fiuido newtoniano, lo que significa que su viscosidad solo cambia en respuesta a la temperatur­a.

Cuando las cápsulas se colapsan, la suspensión se transforma en un fiuido no newtoniano, lo que significa que su viscosidad cambia en respuesta a la tensión, cuanto mayor es esta, más fiuido se vuelve.

Los autores destacaron que este es el primer metafiuido que ha demostrado una transición entre los estados newtoniano y no newtoniano.

El siguiente paso que quiere dar el equipo es explorar las propiedade­s acústicas y termodinám­icas del nuevo metafiuido.

FEW (EFE, Universida­d de Harvard, Nature)

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina