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Objetores de guerra rusos se sienten abandonados por Alemania
A finales de febrero de 2024, el ruso Oleg Ponomariov recibió una notificación de la Oficina alemana de Migración y Refugiados (BAMF, por sus siglas en alemán), denegándole su petición de asilo en Alemania.
Según las autoridades alemanas, en su país, Rusia, no hay nada que suponga una amenaza para él. Por ese motivo, se le instaba a abandonar Alemania en un plazo de 30 días. Ponomariov quedó sumido en la desesperación, ya que teme ser detenido, nada más ingresar en Rusia, para ser enviado a la guerra.
"La situación en Rusia está cada vez peor, es probable que las autoridades ordenen una movilización total y, tanto por mi aptitud como por mi permiso de conducir, puedo llevar vehículos militares", dice el joven.
Oleg Ponomariov llegó a Alemania en septiembre de 2022, directamente tras el anuncio de una movilización parcial en Rusia. En aquel momento, el canciller alemán, Olaf Scholz, prometió protección a aquellos ciudadanos rusos que no quisieran participar en la guerra en Ucrania.
Por ese motivo, Ponomariov solicitó asilo político en Alemania. Mientras esperaba respuesta, aprendió alemán y trabajó como voluntario en un centro de integración para rusoparlantes. Su esposa llegó después de él y también pidió asilo.
Ponomariov considera que su denegación de asilo es injusta. "Se espera de nosotros que nos manifestemos políticamente de forma activa y después se nos deniega el asilo. Según algunas leyes rusas, solo por el hecho de haber participado en protestas aquí, se nos puede enviar a la cárcel", destaca .
Oleg Ponomariov asegura haber participado regularmente en las manifestaciones antibélicas que tienen lugar ante la embajada rusa en Berlín. Por ese motivo, teme ser denunciado en Rusia por "desacreditar al Ejército ruso".
"Dicen que en Rusia estaría seguro"
Otro joven, Dmitri (nombre cambiado para proteger su identi