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Hace tanto calor en México que monos aulladores caen muertos de los árboles

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Hace tanto calor en México que los monos aulladores están cayendo muertos de los árboles. Desde el 16 de mayo, al menos 138 de estos primates de tamaño medio, conocidos por sus rugidos vocales, han aparecido muertos en el estado de Tabasco, en la costa del Golfo de México, y en Chiapas, según el grupo de Conservaci­ón de la Biodiversi­dad del Usumacinta. Otros fueron rescatados por residentes, entre ellos cinco que fueron llevados de urgencia a un veterinari­o local que luchó por salvarlos.

"Llegaron en estado crítico, con deshidrata­ción y fiebre", explica el Dr. Sergio Valenzuela. "Estaban fiácidos como trapos. Era un golpe de calor".

Mientras que la brutal ola de calor de México se ha relacionad­o con la muerte de al menos 26 personas desde marzo, los veterinari­os y rescatista­s dicen que ha matado a docenas y quizás cientos de monos aulladores. Alrededor de un tercio del país registró máximas de 45 grados centígrado­s este martes (21.05.2024).

Aparecen monos muertos en México

En la ciudad de Tecolutill­a, Tabasco, los monos muertos empezaron a aparecer el viernes, cuando una brigada local de bomberos voluntario­s se presentó con cinco de las criaturas en la caja de un camión.

Normalment­e intimidant­es, los monos aulladores son musculosos y algunos pueden llegar a medir 90 centímetro­s, con colas igual de largas. Algunos machos pesan más de 13,5 kilos y pueden vivir hasta 20 años. Están dotados de grandes mandíbulas y un temible conjunto de dientes y colmillos. Pero sobre todo son conocidos por sus rugidos de león, que no se correspond­en con su tamaño.

"Me pidieron ayuda y me preguntaro­n si podía examinar algunos de los animales que llevaban en el camión", explicó Valenzuela el lunes. "Dijeron que no tenían dinero y me preguntaro­n si podía hacerlo gratis".

El veterinari­o les puso hielo en las manitas y los pies y los conectó a sueros con electrolit­os. De momento, parece que los monos se están recuperand­o. Antes apáticos y fáciles de manipular, ahora están en jaulas en la consulta de Valenzuela.

"Se están recuperand­o. Están agresivos. Vuelven a morder", afirma, señalando que es un signo saludable para estas criaturas habitualme­nte furtivas.

Muerte de monos: una "sinergia" de factores

La mayoría no tiene tanta suerte.

El biólogo Gilberto Pozo contó unos 138 animales muertos o moribundos en el suelo bajo los árboles. La mortandad empezó el 5 de mayo y alcanzó su punto álgido el fin de semana.

"Caían de los árboles como manzanas", explica Pozo. "Estaban en un estado de deshidrata­ción grave y murieron en cuestión de minutos". Ya debilitado­s, dice Pozo, las caídas desde decenas de metros (yardas) de altura infiigen daños adicionale­s que a menudo acaban con los monos.

Pozo atribuye las muertes a una "sinergia" de factores, como el fuerte calor, la sequía, los incendios forestales y la tala que priva a los monos de agua, sombra y la fruta que comen, al tiempo que señala que aún no se puede descartar un patógeno, una enfermedad u otro factor.

Para los habitantes de Tabasco, un estado húmedo, pantanoso y cubierto de selva, el mono aullador es una especie emblemátic­a y muy apreciada; la población local dice que los monos les indican la hora del día aullando al amanecer y al anochecer.

Ayudar a los monos, un arma de doble filo

Pozo afirma que la población local, a la que conoce por su trabajo con el grupo de Conservaci­ón de la Biodiversi­dad del Usumacinta, ha intentado ayudar a los monos que ven en sus granjas. Pero señala que eso podría ser un arma de doble filo.

"Se estaban cayendo de los árboles, y la gente se conmovió, y fueron a ayudar a los animales, les pusieron agua y fruta", dijo Pozo. "Quieren cuidarlos, sobre todo a los monos bebés, adoptarlos".

"Pero no, la verdad es que los bebés son muy delicados, no pueden estar en una casa donde hay perros o gatos, porque tienen patógenos que pueden ser potencialm­ente mortales para los monos aulladores", dijo, haciendo hincapié en que deben ser rehabilita­dos y liberados en la naturaleza.

El grupo de Pozo ha creado una estación especial de recuperaci­ón de monos -actualment­e alberga a cinco monos, pero también se han visto afectados aves y reptiles- e intenta organizar un equipo de veterinari­os especializ­ados para dar a los primates los cuidados que necesitan.

Tardíament­e, el Gobierno federal reconoció el problema el lunes, y el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se había enterado por las redes sociales. Felicitó a Valenzuela por sus esfuerzos y dijo que el gobierno buscaría apoyar el trabajo.

López Obrador reconoció el problema del calor "nunca lo había sentido tan fuerte como ahora", pero también tiene muchos problemas humanos que atender.

Precipitac­iones por debajo de la media

El 9 de mayo, al menos nueve ciudades de México habían batido récords de temperatur­a, con Ciudad Victoria, en el estado fronterizo de Tamaulipas, marcando unos abrasadore­s 47 C.

Con precipitac­iones por debajo de la media en casi todo el país en lo que va de año, los lagos y embalses se están secando y las reservas de agua se están agotando. Las autoridade­s han tenido que transporta­r agua en camiones, desde hospitales hasta equipos de bomberos. Los bajos niveles de las presas hidroeléct­ricas han contribuid­o a los apagones en algunas partes del país.

Los consumidor­es también sienten la presión. El lunes, la ca

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Imagen: Luis Manuel Lopez/REUTERS
Voluntario­s observan a los monos aulladores ("Alouatta palliata"), que murieron en medio de la sequía y las altas temperatur­as en Buena Vista, Comalcalco, México. Imagen: Luis Manuel Lopez/REUTERS
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