Diario Huarpe

Ivana Elizondo, una segunda mamá para alrededor de 300 chicos

Desde el merendero Agrupa‑ ción Guadalupe, además de llenar la panza de más de 300 personas cada día, Ivana es‑ cucha, contiene y se preocu‑ pa por cada uno de los chicos que a diario visitan el meren‑ dero.

-

Su casa, ubicada en el Lote Ho‑ gar 38, departamen­to Chim‑ bas, siempre está con las puertas abiertas y repleta de gente que va y viene. Nadie golpea para entrar, pues todos sienten que esa es su casa e Ivana, una segunda mamá que los cuida, les cocina cosas ri‑ cas y los contiene.

Son más de 300 chicos los que, cada martes y jueves, comienzan a llegar después de la escuela a to‑ mar la merienda. Ella, junto a un grupo de 35 voluntario­s, les tienen la leche lista con una gran cantidad de cosas ricas que preparan con sus manos. Los miércoles y viernes, por su parte, la preparació­n de la comida lleva más trabajo aún, pues‑ to que es la cena la que se brinda y la cual es ansiada por casi 500 personas que, con ollas en mano, hacen fila en la puerta de su casa para poder saborear los alimentos. Sus ojos se llenan de lágrimas cuando comienza a hablar sobre el trabajo cotidiano en el merendero. Y es que a pesar de que ayudar la hace feliz, carga en sus espaldas dolorosas historias y ve a diario el hambre en esas caritas que la lla‑ man sin cesar desde la vereda. Agrupación Guadalupe es el nom‑ bre con el que el equipo decidió nombrar, hace tres años, a sus tare‑ as solidarias. Se trata de un home‑ naje realizado a una pequeña lu‑ chadora, que logró superar una grave enfermedad y hoy comienza a dar sus primeros pasos en la vida. A Ivana no le sobra nada, sólo a‑ mor. Con eso y con mucho entu‑ siasmo trabaja cada día para llenar la panza de cientos de grandes y niños, además de brindarles con‑ tención y una mano cuando hace falta. “Eso es algo que llevo en las venas, lo aprendí de mi papá. Él tenía un pedacito de pan y lo repar‑ tía con todo el mundo”, cuenta la sanjuanina solidaria.

Su espíritu se contagia fácilmente, al igual que su alegría. Quizás por esa razón un gran número de per‑ sonas la siguen en sus proyectos. “Aquí cada una de las mamás cola‑ bora con 100 pesos, cada semana, para comprar lo que hace falta para la comida. También salimos a pedir colaboraci­ón de los vecinos, comerciant­es y chacareros. Así vamos juntando lo que necesita‑ mos”, explica Ivana. “Mis domingos son aburridos, nadie me visita”, cuenta entre risas y rodeada de ni‑ ños que gritan su nombre sin cesar. Ivana ha sabido ganarse su cariño a lo largo del tiempo

Si llegase a ganar los 75.000 pe‑ sos, compraría alimentos, mesas y sillas para el comedor, para que de esa manera los chicos puedan co‑ mer más cómodos.

 ??  ?? Ivana brinda amor y contención a cada uno de los chicos que se acerca a la agrupación.
Ivana brinda amor y contención a cada uno de los chicos que se acerca a la agrupación.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina