La otra cara de las colonias: chequeos médicos y detección de abusos
No todo es juego y diversión en las colonias a las que asisten más de 17.500 personas de toda la provincia, también se brindan charlas de concienti‑ zación, controles de salud y hasta se detectan casos de abuso o violencia familiar.
Más de 17.500 personas de toda la provincia ya comen‑ zaron las colonias de verano, el am‑ biente ideal para relajarse, divertirse y hasta hacer nuevas amistades. Sin embargo, también son un espacio clave para cuidar la salud de quienes asisten, concientizar y descubrir pro‑ blemáticas que los niños puedan vivir en sus hogares. Tal es así que en la edición del 2018 se detectaron al menos tres casos de violencia en las familias de los chicos e, incluso, en confianza con su profesor y en medio de la desesperación un niño llegó a revelar que en su hogar vio presuntos abusos por parte de un miembro del entorno familiar.
DETECCIÓN Prestar atención a los detalles
En medio del juego hay actividades en las que se involucran profesiona‑ les de la salud que se comprometen y realizan controles de atención mé‑ dica y derivaciones a los profesiona‑ les que corresponda. Además, se co‑ locan las vacunas, se controla la pediculosis y detectan casos de obe‑ sidad infantil por lo que tratan de concientizar sobre el tema y realizar un menú equilibrado teniendo en cuenta las diversas patologías como la celiaquía, diabetes, entre otras. Los coordinadores incluso están capacitados para hallar situaciones que puedan encender la alerta en los 15.500 chicos, 1.200 adultos mayo‑ res y 800 personas con discapacidad que participan.
Al respecto, el director de Niñez, Adolescencia y Familia dialogó con este medio e informó que “hasta el momento no nos han informado na‑ da, hay muchas personas atentas a esas cosas y si detectan algo la con‑ signa es que den aviso a los equipos técnicos municipales o directamen‑ te a la Dirección de Niñez”. Aunque, el procedimiento depende del tipo de caso o indicador detecta‑ do por los profesionales. “Todo depende de la circunstancia, si hay algún indicador de alarma lo primero que se hace es tratar de con‑ versar con el niño para ver si cuen‑ ta algo o no sobre el tema. También se toma contacto con la familia para indagar si hay alguna situación que esté pasando y que haga que el niño muestre cambios de conducta”, espe‑ cificó Bartolomé.
Si lo que se observó es una lesión física, “es distinto el procedimiento porque corresponde dirigirse a la Justicia para hacer una denuncia y que un médico legista intervenga”. Mientras que “si es la detección de una sospecha se pone en contacto un equipo técnico con la familia y puede ser de forma directa o indi‑ recta”. Luego, el funcionario dio un ejemplo: “Si lo han golpeado en su casa es probable que el niño y los padres lo nieguen por eso se aplican estrategias para acercarse que tie‑ nen que ver con un contacto que per‑ mite ir indagando y van desde entre‑ vistas en el domicilio o con especia‑ listas hasta encuestas vecinales y demás y ahí se trata de esclarecer un situación conflictiva”, explicó el di‑ rector de Niñez, Adolescencia y Fa‑ milia.
SIGNOS DE ALARMA Cuidando a los chicos
Hay conductas en los pequeños que pueden indicar que detrás de ellos hay alguna situación oculta, estas son observadas atentamente por los profesores de las colonias de vera‑ no. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, “los agresivos injustifica‑ dos; los cambios de comportamien‑ to que se pueden detectar cuando ya se conocen los habituales; si hay reacciones tempestivas; cambios abruptos de conducta; si hubiera al‑ guna manifestación como que un chico toque a otro o muestre sus par‑ tes íntimas, son indicadores genera‑ les pero que pueden advertir que algo puede estar pasando en el seno de la familia”, detalló Bartolomé. Agregó: “Lo otro tiene que ver con cuestiones evidentes como algún ti‑ po de marca o golpe pero suelen ser menos las situaciones que se detec‑ tan de esa manera”, concluyó el fun‑ cionario al frente de la cartera de Niñez.