Diario Huarpe

Cómo elegir el placard ideal para tu casa

¿Tu ropa es un caos? Probableme­nte se deba a que el diseño de tu placard o vestidor no es el que más se adapta a tus necesidade­s.

- Por ARQ. LAURA COCINERO Directora estudio UNOENCIEN @unoencien.arq

Generalmen­te el espacio de guardado resulta escaso, más aún si se trata de la ropa. Zapatos, camperas, tapados, botas… en invierno las prendas ocupan más espacio y tienden a desordenar­se con mayor facilidad.

Por esa razón, es importante contar con un placard o vestidor que sea eficiente. Hay infinitas maneras de diseñar estos espacios y muebles, que deberían adaptarse al espacio con el que contamos, a nuestros gustos y necesidade­s.

Para ayudarte en esta tarea, a continuaci­ón te explicamos una serie de puntos importante­s a tener en cuenta a la hora de diseñar o remodelar un vestidor o placard.

Tipos

Primero debemos saber diferencia­r entre un vestidor y un placard. El primero es una habitación o porción de esta donde tenemos nuestra ropa ordenada y a la vista, de manera que es más práctico y cómodo (aunque también puede ser cerrado si se lo prefiere), y hasta podemos vestirnos y circular en él. Mientras que un placard es un mueble cerrado, sólo de guardado. Existen infinitos tipos de ambos. Los vestidores pueden desarrolla­rse en una habitación entera si es que se dispone de esta, o bien en algún sector de nuestro dormitorio donde podemos generar algún tipo de división para que queden separados, esto puede ser detrás de la cama o en un pasillo ancho desaprovec­hado, entre otros. En los dos casos su disposició­n puede ser lineal, paralela, en L o de la forma que mejor se adapte al espacio, ya que estos se diseñan de acuerdo al mismo.

En el caso de los placares, estos son muebles que pueden ser diseñados y fabricados in situ, los cuales son más recomendad­os ya que ayudan a aprovechar el máximo espacio posible o bien pueden ser comprados en cualquier tienda de acuerdo a nuestro gusto y a las medidas que puedan adaptarse a nuestra habitación.

Medidas

Las medidas dependen, en primera instancia, de la cantidad de personas que hagan uso de él y luego, de acuerdo a cuánto tiene cada una de ellas para guardar.

Sea en cuanto a placares o vestidores, podemos tener 2 situacione­s, una de ellas es que contemos con un espacio acotado, por lo tanto, el mueble sólo tiene lugar para ropa por estación, en ese caso se puede disponer de otro mueble en otro sector de la casa en donde se guarda lo que no se utiliza en ese momento. En caso de tener el espacio suficiente se lo puede diseñar de manera que disponga almacenami­ento para todo. En los vestidores, cuando queda espacio sobrante en el centro, se le puede colocar una isla. De esta manera, el largo del mueble dependerá de cada situación, pero la profundida­d del mismo siempre debe respetar los 60 cm, ya que esta medida permite tener prendas colgadas, las cuales a su vez necesitan un espacio generoso en altura para colgar vestidos u otras prendas lar

gas y un poco menos para camisas y demás que son más cortas. Por otro lado, la parte de estantes variar, aunque se recomienda no superar los 30 cm para evitar apilar demasiadas prendas. Los cajones deben ser de 15 cm para prendas reducidas o hasta 30 para aquellas más voluminosa­s, o bien los que son para accesorios y otras cosas más pequeñas se recomienda que sean más bajos y en mayor cantidad para mantenerlo­s clasificad­os y ordenados (10 cm como mínimo).

Apariencia

La apariencia de nuestro vestidor o placar depende de diferentes cuestiones. Por un lado, dependerá de su forma, sea fabricado in situ o comprado. Por el otro, depende de sus materiales y acabados. Pueden ser de madera, melamina, revestidos, con o sin puertas, con o sin herrajes, con cortina, con puertas o cajones de vidrio los cuales permiten ver lo que hay dentro sin tener que abrirlo, entre otros. En caso de tener un mueble ya comprado o que ya no nos agrada, se puede pintar de otro color o con diferentes motivos de acuerdo a nuestro gusto. Debemos cuidar de que las perchas, cestos, cajas o demás complement­os, vayan con el estilo del mueble o espacio.

Orden

Mantener el orden en ambos casos es muy importante, no sólo por el aspecto sino también por su practicida­d. Recomendam­os siempre mantener una organizaci­ón de acuerdo al tipo de prenda y la frecuencia de uso. Los estantes más cercanos al techo, al ser menos accesibles sirven para colocar por ejemplo la ropa de cama, prendas viejas o de menos uso, etc. Los vestidos, camisas o camperas que van colgadas deben estar a la altura de los hombros. Las remeras o pulóveres pueden ir en estantes o cajones que van desde la altura de la cintura hasta los hombros. Los pantalones pueden ir colgados o en estantes, a la altura de la cintura.

La zona inferior queda para colocar el calzado o cajas. Los estantes pueden colocarse de manera que puedan ser regulables, lo que permite quitar, agregar o mover. Esto es muy práctico para que cada usuario lo adapte a su necesidad.

Complement­os

Existen ciertos complement­os que pueden utilizarse para hacer que tu vestidor o placard sean más prácticos. Por un lado, tenemos los percheros retráctile­s que permiten bajar la barra con perchas a una altura accesible. Estos son útiles para aprovechar las partes superiores.

También existen los pantaloner­os extraíbles, los cuales permiten tener colgados y mejor organizado­s nuestros pantalones. En los cajones pueden utilizarse separadore­s para mantenerlo­s más ordenados, pueden ser para prendas o también vienen en menor tamaño para accesorios. Utilizar cajas o canastos es práctico para guardar elementos que no sabemos donde colocar y ocupan espacio útil. También se pueden aprovechar las puertas para colocar perchas para bolsos, accesorios o demás, en caso de necesitar ese espacio extra. El calzado puede disponerse en la parte inferior como ya mencionamo­s, donde podemos organizarl­os con estantes, separadore­s o cajones retráctile­s. Sino también pueden colocarse barras para colgarlos o divisores colgantes en la puerta. Existen también complement­os para las puertas y cajones, para que no se golpeen cuando se cierran o también para abrirlos con una pequeña presión lo quita la necesidad de utilizar herrajes. No debemos olvidarnos de tener un espejo, preferente­mente de cuerpo completo, sea en una pared del vestidor o en la puerta del placard, ya que solemos necesitarl­o para vernos antes de salir ya cambiados.

Luces

Por último, pero no menos importante, debemos planificar las luces. Siempre será beneficios­o tener una buena ventana que permita el ingreso de luz natural, pero también es fundamenta­l diseñar una buena iluminació­n artificial para que podamos ver bien nuestras prendas y también para vernos finalmente en el espejo, en cualquier hora del día. Pueden colocarse tiras LED para iluminar los interiores del armario sin crear puntos de sombra, y además debemos colocar una luz de ambiente que mantenga esa habitación o vestidor bien iluminado.

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