ROGER DUBUIS
Siempre un paso adelante, la manufactura ginebrina se valió de técnicas inéditas en la relojería para dar vida al Excalibur Blacklight (42 mm). Microtubos de zafiro están dispuestos a través de todo el calibre automático esqueletonado, convirtiéndolo en una auténtica escultura mecánica. Estas piezas brillan bajo la luz UV y crean un efecto de levitación al caer la noche. Su caja es de oro blanco con brillantes, y le acompaña una malla de piel azul.