P&G le compra el negocio de medicamentos sin receta a la alemana Merck
Procter & Gamble acordó comprar la división de medicamentos sin receta del laboratorio alemán Merck por 3400 millones de euros (u$s 4200 millones). La operación se concreta en un momento en que el grupo estadounidense se esfuerza por revitalizar las ventas de sus marcas de artículos para el hogar.
Con esta adquisición, P&G, dueña de marcas desde los pañales Pampers hasta las maquinitas de afeitar Gillette, tendrá el control de fabricantes de vitaminas incluyendo a Seven Seas y Neurobion, que muestran un ritmo de crecimiento superior a los productos de P&G.
David Taylor, CEO de P&G, señaló que el negocio de los medicamentos sin receta ofrecerá al grupo un “crecimiento amplio y constante”. La operación se anunció el mismo día que la compañía dio a conocer otro trimestre de ventas anémicas y menores márgenes de ganancia mientras lucha contra su menor poder al momento de fijar precios para marcas que controla hace décadas.
Las ventas orgánicas subieron 1% en el tercer trimestre, menos que los pronósticos de los analistas, que rondaban el 1,8%. Los precios se redujeron 2%, una caída que asustó a los inversores y provocó una caída de las acciones en todo el sector, según Ali Dibadj de Bernstein. Las acciones de P&G retro- cedieron 2,7%, mientras que las de Colgate-palmolive descendieron 2,6% y las de Clorox perdieron 4,9%.Taylor buscó tranquilizar a los inversores afirmando que las ventas aumentarán el año próximo. “No creo que los inversores tengan que esperar demasiado.... estamos tomando medidas para hacer cambios”, dijo ayer después de la advertencia de que la compañía está operando en “mercados muy difíciles” que están sufriendo fuertes transformaciones.
P&G espera que las marcas de mayor crecimiento de Merck permitan mejorar sus proyecciones. La división de medicamentos sin receta de Merck registró ventas por 911 millones de euros (u$s 1100 millones) en 2017, cifra que aumentó 6% en los últimos dos años.
La venta a P&G, anunciada en septiembre como una posibilidad, permite a Merck concentrarse en el desarrollo del negocio farmacéutico y en la inversión en medicamentos nuevos.