Las apuestas de Mauricio Macri para aguantar la crisis y pasar el verano
En el Gobierno no ven por el momento un escenario de caos social para diciembre, salvo algunos episodios aislados. Tampoco creen que haya una oleada de despidos. Pero ya especulan con distintos caballitos de batalla, de la agenda política y pública, que podría ayudarlos a llegar a fin de año: superclásico, G20, dólar estable y bono no remunerativo.
Mauricio Macri volvió esta semana a confirmar su intención de pelear por la reelección. El Presidente dijo estar listo para competir en los comicios de 2019 “si los argentinos creen que este cambio vale la pena” y se mostró confiado en que nadie querrá volver al pasado. El fantasma de un retorno del populismo autoritario de la mano de Cristina Kirchner será sin duda el eje de la campaña oficial. Lo que ellos llaman el ‘cambio cultural’ por sobre la corrupción y la vieja política es lo más fuerte que tendrá Cambiemos para mostrar el año que viene, en medio de una recesión monstruosa. Eso, y un repunte mínimo de la economía, más rebote que crecimiento genuino, que -aseguran con profunda convicción- llegará entre abril y mayo, en gran medida de la mano del campo y una cosecha récord de 140 millones de toneladas. En la Casa Rosada siempre son optimistas.
En rigor, lo que está haciendo el Gobierno es trabajar con las expectativas. Los voceros habituales reconocen que la mejora se verá en el Indec a partir del segundo trimestre del año pero no se notará en la calle. “Pero eso, nos permitirá construir un relato de esperanza de cara a las elecciones y al futuro”, asegura a 3Días un colaborador de un encumbrado ministro, integrante de la mesa chica. Niega que se trate de una nueva promesa vacía. El análisis -dice- es simple. En medio de una crisis profunda, cualquier mejora por más mínima que fuera, será bien recibida, en especial en el segmento que votó a Cambiemos y hoy está desencantado.
El politólogo Lucas Romero, director de Synopsis, suele citar al Premio Nobel de Economía 2002, el psicólogo Daniel Kahneman, para explicar esta teoría sobre economía del comportamiento.
“Kahneman dice que la gente suele hacer evaluaciones tomando como parámetro la referencia inmediata anterior. Hay un ejemplo claro para ver eso. Yo tengo tres palanganas: una con agua caliente, otra con agua fría y la tercera, en el medio, con agua templada. Pongo las manos en los extremos, las saco y las meto inmediatamente y al mismo tiempo en el recipiente tibio. La mano que viene del agua fría, va a sentir caliente al agua templada, mientras que la manos que puse antes en el agua caliente, la va a sentir fría”, le dijo hace unos días a 3Días. En el Gobierno se abrazan a ese postulado con devoción. Lo más difícil, reconocen, será llegar a fin de año y pasar el verano. No ven por el momento un escenario de caos social, salvo algunos episodios aislados. Y ya especulan con distintas apuestas de la agenda política y pública que podría ayudarlos a conjurar la crisis, o al menos, aguantarla.
■ Superclásico: aunque a varios pueda provocarle escozor, la apuesta del Gobierno por el partido entre Boca y River por la Copa Libertadores, que se jugará mañana, no asombra a nadie. El fútbol siempre funciona bien para distender y distraer la atención en tiempos de crisis. “El partido será sin duda el tema de la agenda hasta el inicio de diciembre. No se va a hablar de otra cosa en la Argentina”, dice otro hombre de Cambiemos, experto en comunicación. En esa línea se enmarca la declaración del Presidente sobre la posibilidad de abrir el partido a los visitantes. En la Casa Rosada juran y perjuran que fue una idea propia, alentada por su pasión futbolera. “Fue un Macri puro. Su amor por el fútbol es un hecho histórico, le cambia el humor. Y además, quiso dar un mensaje contra la violencia”, agrega la fuente. Eso sí, todos los consultados reconocen que en definitiva fue un error arriesgarse a tanto. El mandatario no tenía nada para ganar y mucho para perder. Si algo salía mal, le iba a caer todo el costo encima. Y la probabilidad de que haya incidentes es muy alta, dicen. Desde ese lugar, sí hubo otro error de cálculo. Con el interés que concita de por sí el partido, alcanzaba.
■ Bono de fin de año: el plus no remunerativo y destinado a compensar la inflación acumulada, que saldrá por decreto, no sólo fue concebido para desactivar un paro de 36 horas previsto para el 27 de noviembre con el que había amagado la CGT, justo en la semana del G20; también busca incentivar el alicaído consumo y recuperar lo perdido en la actividad durante septiembre. Como publicó ayer El Cronista, con el bono para el sector privado, el plus para la Asignación Universal por Hijo y el aguinaldo, se inyectará en diciembre al consumo 1,5% del PBI, con un disponible de $ 186.000 millones.
■ El G20: con la cumbre de Líderes que se celebrará el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Buenos Aires, el Gobierno también buscará exhibir su reposicionamiento internacional y mostrar como un logro el apoyo recibido por el FMI y el mundo durante la crisis económica. La atención pública también estará concentrada en la presencia de los principales líderes del planeta. Donald Trump (Estados Unidos), Xi Jinping (China), Vladimir Putin (Rusia), Angela Merkel (Alemania), Emmanuel Macron (Francia) y Shinzo Abe (Japón) son algunos de los mandatarios que llegarán al país para participar de la megareunión.
■ Dólar estable: los hombres del riñón del jefe de Gabinete Marcos Peña aseguran que con la divisa norteamericana quieta, la imagen positiva de Mauricio Macri subió entre 2 y 3 puntos en los últimos días y oscila entre 38 y 40%. La cifra es similar a la que registra Cristina Kirchner. Aún así, para los voceros resulta “un montón en medio de esta crisis”. ¿Qué presidente de Latinoamérica pudo tener 40 puntos de imagen positiva con un recesión semejante?”, se pregunta una de las fuentes.
■ Presupuesto y ley de alquileres: el Gobierno pretende mostrar como un triunfo político la sanción del Presupuesto, con la propuesta de déficit cero exigida en el acuerdo cerrado con el Fondo Monetario Internacional. Ayer llegó una misión del organismo para la revisión de la economía y Chistine Lagarde estará por tercera vez en el año en el país durante la Cumbre del G20. En la Rosada también creen que el proyecto de ley de alquileres, que avanza en el Congreso, ayudará a mejorar la imagen oficial entre la clase media. ■Aumentos de jubilaciones y AUH: los jubilados, pensionados, beneficiarios de asignaciones familiares y AUH, que alcanzan a casi 18 millones de personas, tendrá un aumento del 7,78% en diciembre y otro que se acercará al 12%, en marzo. La medida se debe a la movilidad, que tiene en cuenta la evolución de precios y salarios. Pero está lejos de garantizar una jubilación digna. Si lograra mantener la paz social a fin de año y bajar un poco la inflación, el Gobierno podría con estas medidas respirar aliviado. Lo que suceda después de marzo es aún un interrogante difícil de despejar.
En la mesa chica reconocen que el repunte económico se verá en el Indec a partir del segundo trimestre del 2019 pero no se notará en la calle. Con todo, dicen, eso les permitirá construir un relato esperanzador del futuro.