Exportación de servicios basados en conocimiento
La economía del conocimiento y de las tecnologías digitales se mantiene sólida y progresiva, creando un mercado de demanda creciente para la oferta de SBC de alta calidad en nuestro país. En este marco, los países líderes tienen tasas de crecimiento anual consistentes del orden del 10%.
Sin embargo, las particularidades de Argentina no hacen simple el aprovechamiento de la expansión mundial de los SBC. Las medidas económicas impulsadas por el Gobierno Nacional durante los últimos meses (creciente presión tributaria por las retenciones a las exportaciones) han generado algún nivel de inestabilidad e incertidumbre, por lo que creemos que el escenario de negocios irá delineándose con mayor precisión en los próximos meses.
Para la Argentina, las exportaciones de SBC constituyen el tercer rubro generador de divisas, detrás del complejo sojero y automotriz, representando, de acuerdo a información proveniente de Argencon1, alrededor de un 8,3% de las exportaciones totales.
Si bien la reciente devaluación del peso argentino y una consecuente suba en el tipo de cambio superior al 100% ha generado algún nivel de mejora en la competitividad del sector, la industria necesita iniciativas y medidas específicas que permitan una mejora, más allá de los movimientos abruptos en el tipo de cambio.
El reciente anuncio del proyecto de Ley de Economía del Conocimiento es un claro ejemplo y un primer paso importante para abordar las necesidades de esta industria. Sin dudas, contribuirá a mejorar las posibilidades locales a inversores existentes y posibles inversores futuros, fomentando la creación de empleo.
Las nuevas medidas económicas han, de alguna manera, detenido el crecimiento de las exportaciones de servicios basados en conocimiento. Luego de ocho trimestres consecutivos de crecimiento, se observa que las exportaciones, medidas en dólares estadounidenses, cayeron 8% durante el segundo trimestre de 2018 afectada entre otros factores por la devaluación del peso argentino2. No obstante, no se observa una disminución en el empleo ni en el nivel de actividad, sino todo lo contrario.
Crece la base de empleo de manera consistente. Durante el primer trimestre de 2018, las empresas privadas de SBC emplearon a 435 mil asalariados registrados y crearon 9.852 nuevos puestos de trabajo respecto de igual período del año anterior (2,3%).
La cantidad de ocupados se incrementó en todas las categorías. Los SBC siguen siendo más dinámicos que el empleo total y representan 6,5% de los asalariados privados registrados en toda la economía.
Fuerte reducción de los costos laborales en dólares. Luego de haber alcanzado un punto máximo en el primer trimestre de este año, el costo horario en dólares ha comenzado a bajar por efecto de la devaluación.
En este tipo de industria, la capacitación y formación constante es clave, no solo porque brinda calidad y excelencia, aportando mayor valor agregado al producto final, sino porque también desarrolla habilidades técnicas y de liderazgo propiciando el buen clima laboral, aportando una diversidad inédita de búsqueda de talentos y privilegiando un espacio de trabajo e intercambio de experiencias que genera una usina inagotable de ideas nuevas para las organizaciones.
Con respecto a las perspectivas de la industria para el año próximo, somos optimistas en cuanto a continuar en el camino de la recuperación de la certidumbre y la estabilidad.
Las empresas alcanzadas por la nueva Ley de Economía del Conocimiento, gozarán de ciertos beneficios impositivos e incentivos para la creación de empleo, lo que va a permitir reforzar la confianza de los inversores extranjeros a la hora de tomar decisiones. El potencial es enorme y no podemos desaprovecharlo.
La industria necesita iniciativas que permitan una mejora, más allá de los movimientos en el tipo de cambio