Ganancias del Central en 2019 le dieron aire contable para seguir con alta emisión
Como resultado del cambio de método de valuación de las Letras Intransferibles amplió una de las vías de financiamiento al Tesoro. Sin embargo, el BCRA ya transfirió un 37% de esa asistencia en lo que va del año
El 7 de enero, cuando los devastadores efectos económicos del coronavirus no se vislumbraban en el horizonte de la Argentina, el Banco Central (BCRA) informó que su directorio había aprobado “la adecuación del valor contable de las Letras Intransferibles”. Difícilmente el BCRA haya imaginado, en ese entonces, la relevancia que esa medida tomaría en el contexto actual.
Por aquellos primeros días del año, la entidad había determinado que “tanto la tenencia de Letras Intransferibles vigentes, como las Letras a emitirse” serían registradas en los estados contables del BCRA a su valor técnico y no a su valor de mercado. De esta manera, el por entonces flamante presidente de la entidad, Miguel Ángel Pesce, revertía la forma en que se contabilizaban las Letras Intransferibles desde 2018, y retomaba así el método de valuación que se hacía antes de la llegada del macrismo al poder.
Pero el viernes, el BCRA publicó su balance contable para 2019. Y gracias al cambio en la valuación de las Letras Intransferibles se generó un ganancia contable de $ 1,6 billones, 180% más que los 576.304 millones informados en el año anterior.
A grandes rasgos, el BCRA tiene dos formas para prestarle pesos al Tesoro. La primera son los adelantos transitorios, que tienen un límite legal que figura en su Carta Orgánica y que ya han sido exprimidos por completo. La otra vía es el giro de utilidades. Es decir, las ganancias de la entidad, que surgen del balance. El cambio de valuación para las Letras Intransferibles lo que hizo, entonces, fue engrosar ese balance. Al volver al valor de emisión, que es más alto, la valuación de los activos del BCRA creció, dándole así más posibilidades al BCRA de asistir al Tesoro y llevar a cabo una política expansiva mayor.
“Este cambio de valuación se hizo con otro plan fiscal. Pero lamentablemente terminó ayudando. Si bien la emisión tiene riesgos y puede tener consecuencias inflacionarias, sin esas políticas expansivas la situación sería mucho peor. Hoy necesitamos un plan fiscal expansivo para el cual no tenemos financiamiento y entonces este cambio contable nos ayuda. Pero no deja de ser un tema que habrá que atender por otras vías”, analizó Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina.
Por su parte, Martín Vauthier, director de Ecogo, aclaró: “El BCRA puede transferir la totalidad de la ganancia si así lo quisiera. Hay un límite, que dice que las utilidades que no sean capitalizadas tienen que asignarse a un fondo de reserva general, y eso tiene que cubrir al menos la mitad del capital del BCRA. Eso a fin de 2019 estaba cubierto, con lo cual eventualmente queda todo disponible para transferirse. Pero habrá que ver qué decisiones se toman, si una parte se capitaliza o no. Por ahora se transfirieron en lo que va del año $ 600.000 millones, un 37% de ese total”.
El economista Matías Carugati, director Ejecutivo de Seido, explicó que “todavía quedan sin repartir utilidades de 2018”, lo que da la pauta de que “no necesariamente lo van a repartir todo ahora”. Y pensando hacia adelante, analizó: “El tema será la estrategia de salida. En la medida es que la cuarentena se levante, que la actividad empiece a volver a la normalidad y que el Gobierno desarme los programas que fue lanzando, el BCRA también tendrá que ver qué hace con toda esta liquidez. Estamos hablando de entre 4 y 6 puntos del PBI que emitiría en unos pocos meses, van a tener que ver cómo se absorbe. Pensar que todo lo va a absorber la demanda de dinero me parece irreal, es depositar la esperanza en el lugar equivocado”.
El cambio en la valuación de Letras Intransferibles generó un ganancia contable de $ 1,6 billones, 180% más que en 2018