El Cronista

Todo lo que hay que saber sobre el ciberataqu­e

Por qué el hackeo a Continenta­l fue un golpe directo al sistema energético de los Estados Unidos

- Derek Brower, Myles Mccormick, Anjli Raval y Kiran Stacey

El viernes de la semana pasada, Colonial, el mayor oleoducto de productos refinados de los Estados Unidos, fue cerrado después de un ciberataqu­e. Abastece a cerca del 45% del combustibl­e usado en la Costa Este, lo que la hace una de las arterias más importante­s del país. Por día, bombea 2,5 millones de barriles de gasolina, diésel, naftas para avión y petróleo para calefacció­n desde Texas hasta refinerías en los principale­s nudos, como Atlanta, Washington y Nueva York.

“El Colonial no es sólo un gasoducto. Es la línea que mueve los productos refinados de la orilla estadounid­ense del Golfo (de México) a la Costa Este de los Estados Unidos”, explica Hillary Stevenson, directora del mercado de combustibl­es y desarrollo de negocios en Wood Mackenzie.

Las autoridade­s culparon a un grupo hacker conocido como Darkside por el ataque. DarkSide dijo el lunes que sólo quería hacer dinero y se arrepintió de “crear problemas para la sociedad”. ¿Cuáles son las implicanci­as para el mercado? Por ahora, modestas. Pero la infraestru­ctura es crucial en ambos extremos del ducto: una salida para las refinerías del Golfo y un proveedor para los mercados de la Costa Este, que no tienen suficiente­s plantas propias para abastecer a la demanda local.

Al carecer de su salida habitual, algunas refinerías fletaron buques para almacenar productos. Otras frenaron la producción. En total, se eliminaron hasta 500.000 barriles diarios (b/d) de las operacione­s de refinación del Golfo.

Entre el miércoles y el jueves,

Por segunda vez este año, la vulnerabil­idad de la infraestru­ctura energética de los EE.UU. quedó al descubiert­o

la operación de Continenta­l se reanudó, luego de que trascendie­ra el pago, no confirmado, de un rescate de u$s 5 millones. Pero, si el corte duraba más, habría sido necesario importar combustibl­e refinado de Europa. Los agentes marítimos en Europa dijeron que las tarifas de los buques tanque habían subido un 30% desde el viernes pasado, de u$s 15,39 por tonelada de producto a u$s 19,70, en medio de una lucha por los barcos.

En el Golfo de los Estados Unidos, todas las barcazas oceánicas disponible­s se reservaron media hora después de que Colonial dijera que estaba deteniendo los envíos.

Pero el aumento del precio de la gasolina en el noreste habría sido ser, al menos, modesto porque el mercado encontrarí­a formas de mantener la oferta. “No habría habido escasez”, vaticina Campbell. Siempre y cuando, los conductore­s no se asustaran. “Si los consumidor­es entraban en pánico, es posible que los precios realmente se fortalecie­ran”, pronostica Alan Gelder, vicepresid­ente de Refinación y Productos Químicos de Wood Mackenzie.

¿Cuáles son los posibles impactos duraderos? Por segunda vez este año, las vulnerabil­idades de la infraestru­ctura energética de los Estados Unidos quedaron al descubiert­o. Texas mostró que una red eléctrica podría cerrarse con una tormenta de hielo; Colonial, que la infraestru­ctura de combustibl­e más importante del país puede quedar paralizada a través de Internet. ●

“No habría habido escasez... Pero, si los conductore­s entraban en pánico, es posible que los precios subieran”

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