Cómo invertir en empresas que serán la próxima Google antes de que lleguen a Bolsa
Invertir en buenas empresas es aún más interesante si se lo hace cuando están en sus inicios. Hay fondos que detectan empresas de alto potencial en etapa temprana
INVERSIÓN EN FONDOS DE STARTUPS: RIESGO PERO RENTABLE
¿Qué rinde hoy más que las empresas argentinas o estadounidenses en la Bolsa? Respuesta: invertir en esas mismas empresas pero antes de que lleguen al mercado.
Cuando el éxito de una empresa trasciende, salen a la luz las innumerables anécdotas de personas que se hicieron millonarias por haberse cruzado con ellas desde sus inicios. Tal es el caso de David Cheriton, el profesor de computación que le dio el primer cheque a un grupo de estudiantes para probar un sistema que luego se convertiría en Google; o el caso de David Choe, el artista al que le pagaron con acciones por pintar las primeras oficinas de Facebook, sin imaginar que valdrían u$s 200 millones unos seis años después.
Invertir en buenas empresas tiene sus beneficios, pero mucho más si se invierte en ellas cuando todavía están en sus comienzos. Por eso, existen fondos de inversión especializados en detectar empresas de alto potencial en etapa temprana. En 2014 el fondo de inversión South Ventures invirtió en un emprendimiento que desarrollaba un sistema de pagos de bajo costo utilizando una tecnología por entonces poco conocida: el bitcoin. Dos años más tarde, el bitcoin se popularizó tanto que llegó a crecer 17 veces a lo largo del 2017, y con ello, el valor de la empresa. Hoy, este emprendimiento llamado Ripio es la empresa líder en compra-venta de bitcoins de la región, crece a un ritmo de 100% por trimestre y acaba de recibir u$s 37 millones para crear su red de préstamos (usuarios que se prestan dinero entre sí) utilizando su propia criptomoneda: RCN.
“Esto no es un caso aislado, también invertimos en empresas como Cargox, la ‘Uber de Camiones’ de Brasil, a la que se sumó como inversor el propio fundador de Uber, Oscar Salazar, en a la que Goldman Sachs invirtió u$s 30 millones el año pasado y fue nombrada como una de las 30 startups globales que cambiarán el mundo en el 2018 ”, explica Sebastian Ortega, administrador de los fondos, que cuenta con un doctorado en Dirección de Negocios y especializaciones en las escuelas de negocios de Harvard y Columbia. Su anterior fondo multiplicó la inversión inicial por 5,6 veces en dos años y medio.
También se encuentran en su portfolio empresas como Amaro, la “Zara 2.0” de Brasil, y Trocafone, que a pesar de haber nacido hace tres años es el líder en la región en el intercambio de teléfonos celulares, que ya recibió u$s 40 millones de inversión. Algunas de estas ya están incluso con planes para salir a cotizar en Bolsa.
Grit Fund es el fondo administrado multi estrategia de South Ventures que invierte en acciones, bonos, ETFS y
opciones bursátiles en Estados Unidos, así como en empresas no cotizantes de alto potencial de crecimiento (startups). Algunas de las principales posiciones actuales del fondo incluyen a Google, Berkshire Hathaway, Cargox, Amaro, Trocafone y Ripio.
Su rendimiento objetivo es de 20% anual en dólares (en los últimos 12 meses tuvo un crecimiento de 36% en dólares), equivalente al doble de crecimiento estándar de los mercados estadounidenses, incorporando mecanismos de cobertura para minimizar los altibajos de los precios. Aunque no existen tiempos mínimos para retirar la inversión, los resultados se ven con el paso del tiempo y con los altibajos de los mercados, por tanto es recomendable invertir pensando en un período mayor a cinco años.
Para ello, utiliza la estrategia de “inversiones de valor” que emplean los inversores más exitosos de la historia como Warren Buffett y Seth Klarman. Esto es, se seleccionan empresas de fuerte crecimiento de largo plazo, y que se encuentren a precios bajos hoy. Únicamente se consideran empresas con finanzas sólidas, buen producto, y excepcional equipo de gestión.
El Grit Fund tiene un portafolio diversificado entre distintos tipos de inversiones. Esta diversificación es geográfica (inversiones de distintas partes del mundo) o por tipo de activo (desde bonos e inversiones inmobiliarias hasta startups). Por ejemplo, un portfolio puede quedar configurado con 50% en acciones de empresas norteamericanas, 25% en startups, 15% en oro y 10% a la devaluación del rublo ruso.
La forma en que se asigna el peso de cada tipo de inversión en la cartera depende de cuestiones de mercado. Por ejemplo, cuando el mercado está en sus mínimos, se tendrá mayoría en acciones para tomar provecho de las subas, y cuando el mercado está en sus máximos, se tendrá mayoría en bonos, oro o efectivo para estar protegidos ante posibles bajas.
David Cheriton es el profesor que le dio el primer cheque a un grupo de estudiantes que crearía Google