“PARA EMPEZAR A DELINEAR UN PLAN LO PRIMERO ES UN AUTODIAGNÓSTICO: MIRAR CÓMO ES LA RELACIÓN DE LA EMPRESA CON SUS EMPLEADOS”.
debe medir la huella de carbono de su botella. Esto es lo que distingue a una compañía, y el modo en que trabaja con sus proveedores para ampliar esa responsabilidad", sugiere Federico Zárate, miembro del Comité Directivo y director de formación del organismo cordobés que vela por las buenas prácticas en materia de sustentabilidad.
"Una de las claves de la gestión es definir las líneas prioritarias de acción y delinear cuáles son las tendencias, los riesgos y los beneficios de la industria en la que opero. Por ejemplo, si desarrollamos redes sociales, no podemos dejar de meternos en el tema del
Luego, otro modo de empezar a encontrar oportunidades es ver qué están haciendo las cámaras o asociaciones en las que la compañía participa, pues es posible sumarse a una acción
aportando lo propio", aconseja Gabriel Berger, docente y director del Centro de Innovación Social de la Universidad de San Andrés.
Para Emiliano Graziano, gerente de Sustentabilidad de BASF América del Sur, hay que empezar por definir los temas clave para la compañía. "Nuestra primera recomendación es iniciar por una matriz de materialidad para elegir los temas que son más importantes de acuerdo con la estrategia de la empresa. Luego, hacer una investigación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) y verificar cuáles se conectan con sus actividades y, en tercer lugar, un mapeo de los stakeholders su cadena de valor", explica.
Entre los beneficios asociados a tener una buena estrategia de RSE, es que ésta vuelve más atractiva a la organización en los mercados internacionales. "Muchas veces tener un plan es el punto definitivo para ser elegido. También, cada vez hay más fondos de inversión que evalúan el desempeño total de las empresas, incluyendo sus compartamientos sociales y ambientales. La RSE dejó de ser un tema marginal para ser un mainstream", advierte Berger.