El “colorado” Abdo Benítez llega con ventaja a las elecciones de Paraguay
La coalición entre liberales y seguidores del ex obispo Lugo, que lleva a Efraín Alegre como postulante, espera dar la sorpresa en el comicio presidencial
Paraguay elegirá, el próximo domingo, un nuevo presidente. Y una vez más, como desde el regreso de la democracia en 1989, el conservador Partido Colorado se posiciona en la pole position para ganar la carrera electoral de la mano de Mario Abdo Benítez, de 46 años. Claro que puede haber sorpresas y para ello la oposición presenta una coalición -denominada Ganarentre el partido Liberal y la organización de centroizquierda Frente Guazú, la única versión que pudo vencerlos en 2008, de la mano del ex obispo Fernando Lugo. Esta vez, presenta a Efraín Alegre, de 55 años, el mismo que perdió en la última elección contra el actual mandatario Horacio Cartes.
Las encuestas son contradictorias y no permiten dar pronósticos claros. La consultora Ati Snead muestra una ventaja del opositor con el 46,2% de los votos frente a un 41,7% del aspirante oficialista. Sin embar- go, muchas otras dan una amplia ventaja a Abdo Benítez. Grau & Asociados, por ejemplo, muestra una diferencia de casi 24 puntos sobre Alegre con un resultado que sería de 55,7%, a 31,4%.
Entre otros puntos, hay que considerar que en este país no existe la figura del ballottage, por lo que el ganador se llevará la presidencia sea cual sea el porcentaje que consiga.
“Marito”, como se conoce popularmente al aspirante por el oficialismo, promete mantener la política económica vigente, basada en las exportaciones agrícolas. Se comprometió a mantener la actual estructura de impuestos bajos y exenciones para estimular la inversión extranjera y la producción agropecuaria. Paraguay es el cuarto exportador mundial de soja y un importante productor de carne vacuna, algo que su rival propone modificar.
Aunque avisa que va por algunos cambios. Entre ellos llevar a cabo una reforma del Poder Judicial, que considera corrupto.
Abdo Benítez es hijo de quien fuera el secretario privado de Alfredo Stroessner durante la última dictadura militar. Y aunque hizo numerosas declaraciones reinvinicando ese período de la historia y de que no es poca la población paraguaya que recuerda positivamente ese período de la historia, ese pasado le generó algunos cuestionamientos. Al punto de que debió reiterar en muchas oportunidades sus críticas a las violaciones a los derechos humanos ocurridos.
Sin embargo, los treinta años transcurridos y el hecho de que él fuera un niño en ese tiempo le permitieron mostrarse como alguien que superó las contradicciones y que promete una síntesis entre lo mejor de “los buenos viejos tiempos” y los vientos democráticos actuales.
Alegre es el candidato que pretende disputarle la hegemonía a la fuerza gobernante. Pero para hacerlo su partido Liberal debió reeditar la coalición con el izquierdista Frente Guazú, que en 2008 los había llevado al gobierno y que convirtió a Fernando Lugo en el único presidente no colorado desde 1947. Sin embargo, las negociaciones esta vez fueron mucho más complicadas si se tiene en cuenta que los liberales impulsaron el juicio político que destituyó al ex obispo de la presidencia. Sin embargo, ambas fuerzas comprendieron que si no se presentaban juntas el acceso al poder sería imposible.
Alegre espera pelear la presidencia con mejor suerte de lo que le sucedió cinco años atrás, cuando perdió por ocho puntos. Su campaña se centró en la promesa de bajar drásticamente las tarifas de energía eléctrica y renegociar con Brasil las bases del tratado que administra la hidroeléctrica binacional Itaipú, así como modificar el régimen tributario de sector agrario.
Abdo es hijo de quien fuera el secretario privado de Alfredo Stroessner durante la dictadura militar