Resiliencia económica: cómo la Ciudad se anticipa a la crisis
En las últimas décadas, el mundo ha experimentado un desarrollo urbano sin precedentes que promete continuar en los próximos años. Según ONU, en sólo tres décadas cuatro de cada cinco personas vivirán en zonas urbanas.
En Argentina, casi el 90% de la población ya vive en ciudades, siendo Buenos Aires un conglomerado clave en términos demográficos, pero también económicos.
El gran Buenos Aires representa el 23% del producto interno bruto (INDEC, 2017) de la Argentina; la ciudad canaliza el 70% de las importaciones y mueve alrededor de 11 millones de toneladas de bienes al año. El 50% del total de las exportaciones argentinas en materia de servicios se originan en la ciudad.
En tiempos recientes, Argentina ha enfrentado un contexto de incertidumbre económica, situación que tiene consecuencias en la población, pero especialmente en los sectores más vulnerables. Estas situaciones suelen ser momentos de ansiedad donde se tiende a buscar soluciones de corto plazo y respuestas inmediatas.
Sin embargo, estas medidas con efectos en el corto plazo no abordan las causas estructurales del problema. La resiliencia es la capacidad de transformar, preparándose para llegar más fortalecidos y con mejores herramientas ante la próxima situación crítica.
La resiliencia urbana permite a una metrópolis adaptarse, anticiparse y equiparse mejor ante los impactos agudos y tensiones crónicas que ponen en riesgo su supervivencia y viabilidad. En ocasiones, se suele equiparar con la gestión de riesgos o la adaptación al cambio climático. Sin embargo, contempla la capacidad de respuesta ante aquellos factores que generan presión diaria o periódica sobre sus habitantes, como puede ser una situación de inestabilidad económica. Para crear esta resiliencia económica, es menester planificar y anticiparse a los problemas que puedan surgir.
Esta semana, la ciudad de Buenos Aires presenta su primera Estrategia de Resiliencia la cual anticipa los desafíos de la urbe en cinco ejes prioritarios: 1) diversidad, género y convivencia; 2) integración social y urbana; 3) ambiente y sustentabilidad; 4) seguridad y gestión de riesgos y 5) innovación talento y oportunidades. Cada uno incluye programas y proyectos que suman 60 iniciativas concretas para materializar la resiliencia de la ciudad. Y es precisamente a través de acciones puntuales que Buenos Aires se anticipa y prepara para ser económicamente más resiliente. El quinto eje atiende la necesidad de potenciar la innovación y el talento como fuente de oportunidades, ejemplo de ello son las Escuelas del Futuro o el Fondo de Innovación Urbana, enfocados en la formación de jóvenes y la generación de impacto social con miras al futuro.
Aquellas iniciativas que contribuyen a la construcción de resiliencia económica apuntan a preparar a la sociedad para enfrentar el empleo en el futuro, el desarrollo del capital emprendedor, la generación de talento y el fomento de la innovación. Asimismo, con el fin de fortalecer el tejido social para los retos futuro se trabaja con el sector privado, la academia y la sociedad civil en reducir brechas y alcanzar la equidad de género en el mercado laboral, así como potenciar la diversidad para responder de forma adecuada y constructiva a la migración.
La estrategia de resiliencia es el producto de un esfuerzo iniciado en 2017, cuando la ciudad se unió al programa 100 Ciudades Resilientes de la Fundación Rockefeller. Con la presentación de su Estrategia de Resiliencia, Buenos Aires vuelve a demostrar su liderazgo y capacidad de adaptación.