“O nos sacamos a la lacra K de encima o desaparece el peronismo”
■ ¿Tiene chance el PJ de ser alternativa en 2019 o se encamina a la derrota, si la opción es de nuevo Macri o CFK? -Soy de los que creen que Macri no se va a presentar por la escasa cantidad de votos que sacaría, nadie se expone a una derrota con alegría. Y que Cristina no se va a presentar por sus problemas con la Justicia. Creo que los dos se terminan y que en la próxima elección no están vigentes. Cristina puede ser que intente hacerlo, pero si se presenta se convierte en una minoría que se va achicando. Pensemos que Lula es infinitamente mejor que ella y terminó como terminó.
■ Más de una vez usted ha dicho que “el peronismo es un recuerdo que da votos”. ¿El peronismo ya fue? -En la Argentina el fin de las ideologías se asumió como un desafío universal, entonces, nadie tiene una idea, porque si vos tomás al radicalismo, está peor que nosotros. Y el PRO, lo mejor que tiene es el cuestionamiento de Lilita que marca un gesto de libertad, digamos, queda un debate interno que en el caso de Cristina hubiera mandado a la “KGB Argentina”, que es Página 12, a “reprimir”. Ellos no tienen un medio que persiga disidentes, eso habla bien del PRO. Después, no pegan una en la economía y eso habla muy mal del PRO. Yo creí que eran buenos en economía y malos en política, pero son malos en las dos cosas. Además, te plantean un esfuerzo sin destino; eso es lo suicida. ■En el Gobierno culpan al peronismo por todos los males del país. -La decadencia empieza exactamente hace 40 años, el peronismo es socio de la decadencia, pero la decadencia tiene dos grandes actores principales, que son Martínez de Hoz y Cavallo. Uno en la dictadura y otro asociado al peronismo. Pero, en realidad, el peronismo fue una cáscara, no fue un contenido ideológico. Cavallo piensa igual que Macri hoy. Estamos pagando culpas de haber adherido a ideologías que no eran nuestras. La ideología que falta hoy en Argentina es la cordura. La perdió el radicalismo, la perdió el peronismo y la perdió el PRO. La Argentina tiene una decadencia de la política: en las tres fuerzas principales ganaron los peores. Yo digo siempre que hablar de ideas en la política argentina es como leer poemas de amor en un prostíbulo.
■ Y los peronistas, ¿se puede decir que tienen cintura política pero también la corrupción en su ADN? Porque digamos que Menem, Kirchner y CFK se caracterizaron por un desmesurado nivel de corrupción durante sus gobiernos. -La corrupción real se da con las privatizaciones de Menem y Cavallo, son la alianza entre lo peor del peronismo con lo peor del liberalismo. Esa alianza es la destrucción de la Argentina. Eso jamás hubiera sido peronista, porque ideológicamente el peronismo tenía empresas nacionales y ellos las vendieron. Así como en los 70 la guerrilla quiso hacerse peronista, en los 90 la derecha se hizo peronista para vender el país. Con los Kirchner, bueno, ya es un extravío moral, inician la etapa del grotesco.
■ ¿Hay algún peronista que puede tomar la posta y reconstruir el partido? -Creo que tiene que sacarse el nombre peronismo y ponerse Movimiento Nacional. A veces yo encuentro en el PRO, en Emilio Monzó, Rogelio Frigerio, en la misma Vidal o en Stanley elementos más peronistas que los que encuentro en los kirchneristas. Lo que pasa que después vienen Macri, Durán Barba y Peña ...
■ Ahora, Massa, Urtubey, Pichetto, Schiaretti, los integrantes de esa mesa tan promocionada como la del “peronismo alternativo”, ¿tiene chance? -Esa mesa es lo mejor que tiene el peronismo como planteo de futuro. Del otro lado quedan los kirchneristas.
■ Todos de una forma u otra estuvieron cerca del kirchnerismo... -Cuando se hizo la unidad en España se hizo con los comunistas que se habían matado con los franquistas. No se hace la unidad entre gente sin pasado. Asumamos que la unidad es con los que tienen pasado, los que no tienen pasado lo que tienen que hacer es ir a ver a Durán Barba a ver si les hacer un coaching.
■ ¿Una interna en el PJ, ¿no debería incluir a Cristina y a los K? -No. O nos sacamos esa lacra kirchnerista de encima o desaparecemos como partido. ■