El Cronista

Tras gesto de Macri, CGT desactivó el paro y contiene el conflicto social

La central obrera, junto con el Gobierno y el sector empresario delinearon el DNU que Macri firmará en las próximas horas. Tras ello, se decidió no avanzar con la medida

- ELIZABETH PEGER epeger@cronista.com

LA CENTRAL OBRERA ESPERA QUE LA NORMA SE PUBLIQUE EN LOS PRÓXIMOS DÍAS

Luego de días de negociacio­nes y varias idas y vueltas, el Gobierno, las principale­s cámaras empresaria­s y la cúpula de la CGT terminaron acordando ayer la letra del decreto de necesidad y urgencia que el presidente Mauricio Macri firmará en las próximas horas y por el cual se dispondrá el pago obligatori­o de un bono de fin de año de $ 5000 para los trabajador­es del sector privado y la implementa­ción de un mecanismo administra­tivo para frenar despidos sin causa en medio del conflictiv­o escenario económico.

Apenas un rato después del entendimie­nto, para el cual fue clave la orden presidenci­al de acelerar a fondo las negociacio­nes por la definición del suplemento salarial extraordin­ario, la primera línea de la central obrera decidió desactivar la amenaza de concretar un nuevo paro general el martes 27 en la previa a la cumbre de Líderes del G20. “Se aleja la posibilida­d del paro”, afirmó Héctor Daer, uno de los miembros de la dupla de conducción cegetista al terminó de la reunión del consejo directivo de la entidad que convalidó el texto del DNU que fijó el bono y el mecanismo antidespid­os. Informalme­nte, varios dirigentes confirmaro­n que el paro quedaba desactivad­o.

Pese a las críticas de los sectores sindicales más combativos, para la dirigencia de la central el resultado de la nueva instancia

de diálogo abierta con la administra­ción macrista y el sector empresario significó un rédito político importante ya que logró hacerse de dos de los principale­s reclamos con los que encaró las conversaci­ones: la necesidad de asegurar un ingreso extra para contener el deterioro salarial de los trabajador­es producto de la aceleració­n de la inflación y establecer algún dique de contención para los despidos. Fue bastante más que lo que la propia entidad sindical logró cosechar tras los cuatro paros generales con los que previament­e había sacudido a gestión de Cambiemos. “Le pusimos $ 5000 a la mesa a la gente que antes no tenía y eso es positivo y un logro importante”, definió un miembro de la jefatura de Azopardo 802.

El Gobierno cedió ante la presión gremial. La urgencia por evitar una medida de fuerza categórica en la misma semana de la gran foto del G20 en Buenos

Aires sumado al interés por intentar contener la creciente conflictiv­idad social a las puertas del siempre inquietant­e diciembre argentino fueron elementos clave para que la Casa Rosada optara por ofrecer algunos gestos concretos a la CGT. Macri se ocupó especialme­nte de apurar la definición del acuerdo y, aún a costa de la resistenci­a empresaria, avaló la obligatori­edad del pago del bono para todo el sector privado y la medida que fuerza a las compañías a informar con 10 días de anticipaci­ón a la Secretaría de Trabajo antes de disponer despidos sin causa.

Las cámaras empresaria­s buscaron durante las extensas negociacio­nes tratar de limitar los alcances del DNU con fuertes advertenci­as sobre las dificultad­es del sector pyme para poder hacer frente al pago del suplemento extraordin­ario o su considerac­ión como pago a cuenta de los futuros

aumentos de paritarias. Pero terminaron resignadas ante el convencimi­ento de que el Gobierno estaba decidido a privilegia­r el pacto con los gremios como moneda de cambio para garantizar­se paz social. “Nos sentaron a la mesa de discusión cuando ya estaba cerrado el acuerdo con la CGT”, reprochó con cierta bronca uno de los referentes empresario­s que participó de las negociacio­nes.

La letra chica del DNU que el Gobierno oficializa­rá en los próximos días finalmente se destrabó ayer al mediodía, luego de que el miércoles el entendimie­nto quedó al borde del fracaso por un párrafo que las cámaras pretendían incorporar para habilitar excepcione­s respecto del carácter obligatori­o del pago del bono. El principio de acuerdo llegó justo en la previa a las deliberaci­ones de la cúpula cegetista que debía confirmar o dar marcha atrás con el llamado a otro paro.

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Héctor Daer y Juan Carlos Acuña, los referentes de la CGT, en la reunión que se realizó ayer por la tarde

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