China ya no es el motor de los países emergentes
La desaceleración, el modelo económico cambiante y la guerra comercial convirtieron al gigante asiático en una mala apuesta a largo plazo
A PESAR DE LA DEPENDENCIA EN LA CADENA DE SUMINISTROS
Los inversionistas deben darse cuenta de que ya no pueden confiar en que China impulsará el crecimiento de un grupo de economías de mercados emergentes.
La combinación de una desaceleración en China, la guerra comercial con Washington y, lo que es más importante aún, un cambio en la composición de la economía significa que sus días como el mejor amigo de los inversionistas de mercados emergentes parecen estar contados.
China representa 70% de toda la manufactura en las economías asiáticas de mercados emergentes, según Jpmorgan. Sin embargo, se espera que su expansión este año no supere el 6,5% - el ritmo más lento desde 1990 - y sea sólo del 6 por el próximo año.
Por cada 1 punto porcentual de desaceleración del PBI de China, los mercados emergentes pierden un promedio de 0,7 de crecimiento, según el Bank of America Merrill Lynch. Para aquellos países latinoamericanos que envían de todo - desde cobre hasta petróleo - a China, la pérdida llega a 1,2 puntos porcentuales.
Y Corea del Sur - a la que los inversores tratan como un mercado emergente debido a su ponderación en los principales índices es la “zona cero” en cuanto a daños colaterales cuando se trata del intento de EE.UU. de asfixiar las exportaciones chinas. Ningún otro país está tan interrelacionado con la cadena de suministro de productos electrónicos de China, así que no es de sorprenderse que los comerciantes consideren que el won coreano es un “proxy”, o sustituto, del renminbi, una moneda mucho más estrictamente controlada. El Kospi, el índice de referencia del país, perdó 15% este año, mientras que el won cayó 6% ante el dólar.
Corea del Sur no es la única economía asiática que está expuesta: Taiwán, Singapur, Malasia y Filipinas se beneficiaron del auge de China como potencia industrial, especialmente desde la crisis financiera mundial.
Además, los pistones que impulsan el crecimiento de China están cambiando. El sector de servicios desplaza a la industria manufacturera conforme la economía exige menos recursos. En la primera mitad de este año, el sector de servicios contribuyó con más de 4 puntos porcentuales al PBI de China continental, mientras que la industria manufacturera representó la mitad de esa cantidad.
Es un conjunto de circunstancias que forzarán a los mercados emergentes más relacionados con las cadenas de suministro chinas a intentar reinventarse. Se produce en un contexto en el que el alza del dólar y las tasas de interés en EEUU ya provocaron la renuencia de los inversores en mercados emergentes.
También hay que tomar en cuenta la contracción producida por una mayor debilidad de China representa el 70% del mercado asiático en emergentes
la moneda china. Conforme el superávit de cuenta corriente de China se reduce y amenaza con convertirse en permanente, el renminbi se ve sometido a una mayor presión. Eso promueve el impulso a adquirir productos dentro de China en vez del extranjero.
Algunos observadores son más optimistas acerca de la capacidad de los emergentes para adaptarse a la cambiante economía de China. Por ejemplo, justo cuando los mercados bursátiles mundiales se desplomaron el mes pasado, Credit Suisse publicó calladamente su Global Wealth Review anual. Concluyó que “China está ahora claramente establecida en el segundo lugar en la jerarquía
de riqueza mundial”.
El informe señala que la riqueza total de los hogares en China aumentó 14 veces desde el año 2000, alcanzando cerca de u$s 52 billones. Cuenta con más de 3,5 millones de millonarios, poco más del 8% del total mundial.
Sin embargo, no es necesario tener un millón de dólares para experimentar la alegría del consumo. Abastecer las demandas de los consumidores chinos es lo que les da una oportunidad a las compañías a emergentes. El reto es identificar los ganadores corporativos de esta tendencia, intentando navegar los problemas a corto plazo conforme se resuelven las tensiones comerciales entre Beijing y Washington.