Ciudad aprobó leyes para el desarrollo inmobiliario e impulsar la recaudación
La Legislatura sancionó normas para elevar la capacidad constructiva y abaratar los costos en el ámbito porteño. Con un impuesto asociado, se aspira a percibir hasta $ 4000 millones
TENSO DEBATE POR LOS CÓDIGOS URBANÍSTICO Y DE EDIFICACIÓN
La Legislatura porteña aprobó en la penúltima sesión del año el Código Urbanístico y el Código de Edificación, impulsados por el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, con los 34 votos del oficialismo y sin apoyo de ninguna bancada opositora.
El Código Urbanístico pone fin a las delimitaciones en la Ciudad de las áreas de uso específico, unifica las alturas máximas de los edificios y habilita a los desarrolladores inmobiliarios a construir torres en barrios donde antes no se permitía. Su impacto inmediato tiene que ver con un alza de la capacidad constructiva y, por ende, del precio de la tierra.
El Código de Edificación, en tanto, relaja las normas y materiales según las cuales se puede construir, haciendo prescindibles el uso de ciertos insumos y habilitando, por caso, la construcción de viviendas de apenas 18 metros cuadrados. La expectativa oficial es reducir los costos de construcción, los plazos para permisos de obras y el fomento de otra industria de insumos.
La aprobación de estas normas se completa con una tercera ley, aprobada la semana pasada, para cobrar una “plusvalía urbana”. Quien aproveche la “constructividad adicional” que con los códigos Urbanístico y de Edificación ganan las propiedades porteñas, tendrá la obligación de pagar un impuesto a la Ciudad calculado según los metros cuadrados ganados, el precio del metro cuadrado y una alícuota adicional definida previamente, más alta en la zona norte y más baja al sur.
Por este impuesto, desde el Gobierno porteño calculaban que el fisco podría percibir alrededor de u$s 100 millones, es decir, más de $ 3800 millones según la actual cotización de la divisa norteamericana. Según la norma, el 94% de lo recaudado se dedicará al fondeo de obras de infraestructura y movilidad urbana, mientras el resto financiará la preservación de edificios históricos.
La norma fue duramente criticada en el recinto por todos los bloques opositores, que hablaron de dos proyectos armados “para el beneficio del capital inmobiliario” y sin respetar el pedido de actualizar el Plan Urbano Ambiental (PUA), que debería haber antecedido estos códigos.
Los legisladores oficialistas fueron Roldán Méndez defendió los códigos y se exasperó con la oposición
interrumpidos varias y varios de ellos se tornaron visiblemente nerviosos. Victoria Roldán Méndez, exaltada por las interrupciones, se agarró con la tribuna opositora. “¡Yo no soy ninguna ladrona; pueden ver mi declaración jurada, y no voy a permitir que nos digan ladrones porque es una falta de respeto que nos digan eso cuando los que se robaron todo, fueron ellos!”, dijo la legisladora, cercana a Marcos Peña.
Javier Andrade, por Unidad Ciudadana, cuestionó al Gobierno
y dijo haber establecido “una política de Estado para beneficiar a los grandes tenedores de tierra de la Ciudad” y opinó que, una vez reglamentado los códigos, “Eduardo Elsztain, Eduardo Costantini y Paolo Rocca van a ser de la noche a la mañana más ricos de lo que son ahora”.
El socialista Roy Cortina, en tanto, cuestionó el trámite
que el Ejecutivo pretendía dar a ambas normas. “Como tienen más de 30 votos del recinto, no les importa nada”, lanzó.