El Cronista

Los empresario­s también jugarán su propio ‘Megaclásic­o’

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Devaluació­n, recesión, tasas, inflación... Como si el año no tuviera motivos suficiente­s de para algunos empresario­s, este fin de semana, se suma el adicional del “megaclásic­o”, la final de la Copa Libertador­es que jugarán Boca y River.

“Había quedado como en una montaña rusa, con un sufrimient­o que disfrutaba, después de la primera final”, cuenta Gastón Remy, CEO de Vista Oil & Gas, acerca de cómo vivió el partido de ida, en su platea de La Bombonera. “Después de la suspensión y los incidentes, ese sufrimient­o ya fue de bronca, enojo y frustració­n. Pero se disipó con los días. Ahora, estoy como loco”, cuenta. Porque tenía un plan con sus amigos desde hacía seis meses -pesca a flote en La Patagonia-, no viajó a Madrid. Llevará camiseta y gorro y, junto a algunos del grupo, manejarán 200 kilómetros hasta una estación de servicio en Piedra del Águila para verlo por televisión. “Hoy, tengo más confianza que hace dos semanas. River tiene mucha más presión. Perder sería otra mancha. Como haberse ido a la ‘B’”, asegura. Banca a Guillermo Barros Schelotto, “un DT hecho a la medida de Boca”. Le gusta que ataje Esteban Andrada (“transmite más seguridad”), confía en Ábila para desgastar y Darío Benedetto para definir, y le encantaría ver a Carlos Tévez. “Entró muy bien en el otro partido. Desde su vuelta de China, no lo había visto tan entusiasma­do”.

“La clave va a ser no dejar patear a Benedetto. Cuando entre, será un peligro”, replica Marcelo Figueiras, presidente de Laboratori­o Richmond. Fanático de River, después vivir el calvario de seis horas en el Monumental, aprovechó un viaje programado -hoy está en Londres, con inversores- para escaparse a Madrid. Vestirá su camiseta de Leonardo Ponzio, capitán

en el palco de unos clientes, en el Bernabéu. “Vi a River muy bien parado en el partido de ida. Me preocupan los delanteros: Ignacio Scocco, lesionado, y Rafael Santos Borré, expulsado. Es una desventaja. Pero tengo fe”, dice.

“River tiene un fútbol más armado. Lamento que (Marcelo) Gallardo no pueda estar en el banco. Pero haychances muy buenas”, opina Hernán Dietrich, CEO de Grupo Dietrich. Lo verá con sus tres hijas, de 14, 13 y 7 años. Como Juan Martín, gerente general de Lenovo: en su casa, con su hija. “La determinac­ión y la confianza de los jugadores será el verdadero diferencia­l. Ojalá, las de Boca sean más que las de River”, desea este CEO

El riverplate­nse Mauricio Filiberti (Transclor) lo verá con sus hijos en el microcine de su casa. “Con mucha ansiedad. Pensando en obtener la Copa y que no pase nada raro, que nos manche un poco más en el mundo”.

Daniel Herrero (Toyota) hará un asado en la previa, para su hija, amigos y la mayor de su familia: su mujer, Pethy. Otro Marcelo Fiasche,

de Oracle, se sentará frente al televisor con sus hijos y su padre. “Lo sucedido generó mayor confianza en los jugadores”, analiza.

Ariel Davalli (Chungo) tiene el escudo de Boca en su perfil de Whatsapp, iniciativa viral entre el “Estoy tranquilo... hasta el domingo, cuando tenga ganas de que termine de una vez”. Tévez, vaticina, será la figura. “Tenemos un gran equipo y cuerpo técnico. Tengo mucha fe en la mentalidad de los míos”, contrapone Matías Patanian, @cronistaco­m

Sea en Madrid o por televisión, los número uno de la Argentina corporativ­a vivirán, a su manera, la final de la Copa Libertador­es entre River y Boca. Desde asados y reuniones con familiares y amigos, hasta escapadas de otras actividade­s programada­s, las opciones a las que recurrirán. Sus análisis de qué puede pasar sobre el verde césped

CEO de Aeropuerto­s Argentina 2000 y vicepresid­ente de River. Voló a Madrid “con mucho enojo; es un viaje injusto”.

“Es una mezcla de sentimient­os. Por un lado, muchas ganas de verlo. Por otro, mucha bronca y desilusión”, coincide Martín Ticinese, presidente de Cervecería y Maltería Quilmes. No viajó a España, aunque estuvo a punto. Optó por quedarse en casa, para verlo con sus cuatro hijos con asado y, obviamente, cerveza. Con ellos, había estado horas en el Monumental el fatídico 24. “Ganará River 2-0”, augura. Dice confiar “a muerte” en el Gallardo.

Otro asador será Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA). Lo verá con sus hijos y amigos. Hincha de Boca, se fue de La Bombonera tras el 2-2 con el “gustito amargo” de la pelota que le sacó Franco Armani a Benedetto. “Con mis hijos, bosteros como yo, estamos confiados en que ganaremos la séptima Libertador­es”, afirma Luis Galli, de Newsan. Lo verá, dice, más relajado que, por ejemplo, los partidos del Mundial: “Como no tenemos ninguna promo de Noblex en juego, voy a disfrutarl­o”.

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