Bodegas locales, menos competitivas frente a Chile y Australia por aranceles
Pagan u$s 24 millones para vender en los 20 mayores mercados, pero pierden más en algunos: tributan 14% en China, 8% en México y 15% en Japón, contra 0% del país vecino
Las bodegas argentinas esperan volver a crecer en el exterior este año, gracias a la mejor competitividad externa por la devaluación, tras varios años en retroceso. Pero no todo es tipo de cambio. Los aranceles que pagan los vinos para ingresar a otros mercados los sitúan en una puja desigual con respecto a otros productores del “Nuevo Mundo”, como Chile o Australia.
Según un estudio de Bodegas de Argentina, los vinos locales pagan poco más de u$s 24 millones al año sólo en aranceles de exportación, el 3,1% de la facturación total. Si bien a simple vista no parece tener gran impacto, esos tributos en algunos países afectan con creces a las etiquetas locales frente a sus pares chilenas y australianas, entre otras.
De hecho, la Argentina tiene arancel cero para ingresar a sólo cuatro destinos de los 20 principales: los del Mercosur (Brasil, Uruguay y Paraguay) y Colombia. En tanto, Chile tiene tratados de libre comercio con 18 de esos países (sólo ingresa con arancel a Colombia y Rusia).
Como ejemplo sirve el caso de China, un mercado creciente y de alto potencial, donde los vinos locales tributan 14% para ingresar, mientras que Chile lo hace a tasa cero y Australia también, desde el 1º de enero pasado. Hasta 2006, Chile y Argentina vendían una cantidad similar de vino al gigante asiático. Desde entonces, tras obtener arancel cero en ese mercado, Chile despegó y hoy factura allí 12 veces más que la Argentina: u$s 266,97 millones contra apenas u$s 22 millones, según datos de la Administración General de Aduanas china.
Otro caso es el de México, país con el que la Argentina negocia un acuerdo comercial: los vinos ingresan con 8% de arancel, frente a cero de Chile. Y a Japón tributan 15%, también frente a cero del país trasandino.
“Los tratados de comercio y los recursos destinados a la promoción internacional son dos elementos críticos para lograr una mayor inserción global de los vinos argentinos”, destacó Francisco Do Pico, directivo de Bodegas de Argentina y director de RRII del Grupo Peñaflor, mayor grupo exportador local. “Entre 2000 y 2010 hubo un salto grande en exportaciones, sin tratados de libre de comercio ni grandes recursos en promoción. Se apalancaron en inversiones realizadas en los 90 y en la competitividad cambiaria. Pero para que sigan creciendo se necesitan otras herramientas, como las de nuestros competidores, Chile, Australia y Nueva Zelanda, entre otros”, comentó.
En el sector destacan también el escaso presupuesto que poseen, frente a otros competidores, para promoción: Argentina cuenta con unos u$s 3 millones al año para difundir sus vinos en el mundo; el 62% proviene de las
bodegas exportadoras (aportes a través de Wines of Argentina), el 18% por la Coviar y el 20% de organismos públicos. Los vinos de Chile reciben u$s 3,5 millones sólo del Estado para difusión, cifra que se duplica con aportes de las bodegas. En tanto, Australia tiene acuerdos de libre comercio con varios países asiáticos y destina u$s 50 millones a promoción.
“Hoy no tenemos la cantidad de vino para exportar que vende Chile; ellos exportan el 90% de lo que producen, nosotros el 28%, porque la mayor parte se destina al mercado interno. Y el 70% de lo que exportamos es
malbec. Para crecer hay que planificar viñedos en función de la demanda global, incluyendo más otras cepas, además de malbec”, explicó Do Pico.
Como dato alentador, el valor medio del vino local exportado es de u$s 4,04, contra u$s 2,3 de Chile y u$s 2,5 de Australia, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Así, la Argentina vende poco, pero de mayor valor
En 2018, la exportación de vino fraccionado cayó 2,7% en volumen (a 1,86 millones de hectolitros) y de 1,2% en valor (u$s 754,8 millones FOB), según el INV.
DE LOS 20 MAYORES DESTINOS, INGRESAN SIN TRIBUTO A CUATRO