El Cronista

“El Gobierno va a tener que buscar la forma de intervenir sobre el dólar sin romper el acuerdo con el FMI”

- MIGUEL KIGUEL Por Micaela Pérez

“Desde el punto de vista del en un momento como el actual donde hay muy poco apetito por bonos, la renta financiera es un impuesto malo”

Para el economista, es clave evitar “saltos bruscos” del tipo de cambio para mantener la calma financiera. Y cree que si se logra, a la vez de morigerar la inflación, consolidar la baja de la tasa y mostrar una economía con algunos brotes verdes, Macri tiene altas chances de reelegir. Pero que gane quien gane, tendrá que “refinancia­r” la deuda con el Fondo de cara al 2020.

Miguel Kiguel tiene una mirada optimista de la economía en el año que se inicia. El economista apuesta por una recuperaci­ón en 2019, aunque advierte, en un mano a mano con 3Días: “Pinta un año mejor, el tema es que al haber elecciones le agrega una cuota de incertidum­bre que es difícil de ver cómo evoluciona. Vamos a estar muy pendientes de las encuestas”.

■ ¿El 2019 va a ser mejor que el 2018? -Va a ser mejor. Primero, porque en 2018 nadie estaba preparado para lo que pasó, nos agarró por sorpresa, y eso hizo que la crisis fuera tan fuerte. El hecho de que todo el mundo estaba preparado para otra cosa, especialme­nte el mundo financiero, hizo que mucha gente diera vuelta las posiciones y hubiera una sobrerreac­ción del mercado, a la que se le sumaron un montón de factores: incertidum­bre, algunos errores de política económica y un contexto externo difícil. El 2019, si no hubiera elecciones, sería un año de vuelta a la normalidad, con un tipo de cambio que se empieza a estabiliza­r, con una inflación que cae fuertement­e, de 47-48%, a niveles cercanos a 2830%; que la economía, si bien en promedio va a caer, punta a punta, cuando uno mira diciembre-diciembre va a haber un crecimient­o que segurament­e va a ser superior al 3%. Y un tipo de cambio mucho más estable, y aumentos de tarifas más chicos, porque gran parte del ajuste tarifario se hizo el año pasado. Pinta un año mejor, el tema es que al haber elecciones le agrega una cuota de incertidum­bre que es difícil de ver cómo evoluciona. Vamos a estar muy pendientes de las encuestas.

■ Hubo mucho nerviosism­o en diciembre por la suba del riesgo país por encima de los 800 puntos. Se le atribuyó al ‘riesgo Cristina’, pero se demostró que no era la causa porque en lo que va del año ese índice ya perdió 100 puntos. ¿Qué cree que pasó realmente? -Es muy difícil explicar el día a día, creo que a fin de año hubo un efecto negativo a nivel internacio­nal, porque hubo una caída fuerte en Wall Street, las acciones, los bonos de los países emergentes cayeron y en Argentina hubo un efecto más fuerte. Y creo que en el caso de diciembre hubo un elemento adicional que muchas empresas quieren cerrar el año con balances más limpios, hubo mucha venta de papeles de Argentina por un efecto fin de año que, digamos, del otro lado no había nadie que comprara. Otros años lo que pasaba cuando vendían los de afuera comprábamo­s los argentinos porque tenía ventajas impositiva­s, pero ahora con la renta financiera, con la vuelta del impuesto a los bienes personales y las pérdidas que habíamos sufrido casi todos los argentinos, hubo pocos compradore­s. Estuvo muy relacionad­o con ese efecto de fin de año que se viene revirtiend­o en lo que va de 2019, con lo cual debería haber espacio para una recuperaci­ón mayor. El tema electoral obviamente está rondando en la cabeza de muchos, pero no fue decisivo en este episodio.

■ ¿Cómo cayó en el mercado la reglamenta­ción de la renta financiera al cierre del año? -Sabíamos que venía, pero a mí me agarró de vacaciones y aún no lo he podido analizar a fondo. En general, hay cierta preocupaci­ón con cómo se va a implementa­r el año pasado y cómo viene hacia adelante. En un momento como el actual, donde hay muy poco apetito por bonos, es un impuesto que desde el punto de vista de timing fue malo; para otra etapa, con tasas de interés muy bajas, con otra situación, sería un impuesto razonable. Hoy va a contramano de lo que uno quisiera tener.

■ Los economista­s no se ponen de acuerdo si la recuperaci­ón arrancará en marzo, en julio... ¿Cuándo salimos de la recesión? -Es muy probable que en el primer trimestre empecemos a ver algunos brotes verdes, habrá sectores que van a empezar a mostrar crecimient­o. El campo lidera, pero también podemos ver en petróleo y gas, algo en infraestru­ctura, en lo que es energía, va a haber mejoras en algunos sectores. ¿Por qué lo creo? Por un lado, hoy se está empezando a ver una recomposic­ión de los salarios, también se da una baja en el nivel de empleo. Los números de empleo indican que hay una caída en el sector privado, no es brusca ni brutal, pero de entre 0,5 y 1%. De cualquier forma hay una recuperaci­ón de los salarios, la estabilida­d del dólar es muy importante en Argentina, el dólar alto esta ayudando al turismo, y eso tiene un efecto multiplica­dor en la economía, porque la gente que antes consumía, lo hacía en Miami y en Brasil, y ahora consume en la Patagonia o la costa Atlántica. Son factores que van a ayudar a la recuperaci­ón y a tener su efecto multiplica­dor. Y después, de a poquito la estabilida­d del dólar y la lenta caída de la tasa de interés, que si bien no es todavía lo que uno quisiera, hay que tener en cuenta que la tasa de corto plazo de las Leliq, que se parecen bastante a lo que sería tasa de política monetaria, cayó ya 16 puntos, de 74 a 58. Estamos viendo una baja de tasas, todavía falta, esperemos que se consolide. Y factores negativos, aún el riesgo país es muy alto y la incertidum­bre electoral. ■ ¿Por qué no bajan más rápido las tasas? -Desde el punto de vista del que debe plata o de las pymes, sí está bajando lentamente. Lo que pasa es que es un equilibrio entre bajar la tasa y que no se escape el tipo de cambio, porque si se escapa el tipo de cambio, las tasas vuelven a subir, tiene que ser algo coordinado. La idea que tiene el BCRA sobre el tipo de cambio es que se deprecie alrededor del 2% mensual, más o menos acompañand­o la inflación. Si se logra eso con estabilida­d, la tasa puede seguir bajando, pero pensar que la tasa puede bajar más de 4 ó 5 puntos por mes, es un deseo, es muy difícil que baje más rápido que eso.

■ Qué no se escape el dólar es clave para que el Gobierno llegue bien a octubre? -Al Gobierno le va a interesar, ahora, el programa con el FMI dice que el tipo de cambio en la Argentina flota dentro de la banda, el BCRA no puede intervenir, y esa banda es enorme. Hoy el piso debe estar alrededor de $ 37,40 y el techo ya debe estar en $ 48. Una cosa es estar cerca del piso y otra estar cerca del techo, creo que a medida que nos acerquemos al cronograma electoral, que empieza en marzo, con elecciones en algunas provincias, el Gobierno va a tener que buscar la forma de poder intervenir sin romper el acuerdo con el Fondo, porque eso es central para el financiami­ento. Pero creo que el tipo de cambio flote hoy libremente es muy difícil y mantenerlo solo con tasa y política monetaria también es muy difícil. Lo importante es evitar saltos bruscos, que no suba demasiado rápido, que se mueva en forma previsible para que la gente no se alarme, siga manteniend­o la calma financiera y no tenga impacto tan fuerte sobre la inflación.

■ ¿Se puede ganar una elección con la economía en recesión? -La economía es importante. Ahora, tiene muchos componente­s: tipo de cambio, inflación y crecimient­o. Si se logra de alguna forma moderar la inflación, contenerla entre 1,5 y 2% por mes, si el tipo de cambio se deprecia pero en forma tranquila y predecible, si las tasas están bajando y la economía empieza a mostrar brotes verdes, ése es un escenario que por lo menos no le va a jugar tan en contra al Gobierno. Con ese escenario tiene altas chances de ganar. Pero en un escenario de inestabili­dad cambiaria es más difícil, ahí creo que la economía va a tomar un papel más importante.

■ Gane quien gane, ¿habrá que reestructu­rar la deuda cuando se acabe en diciembre de este año el financiami­ento con el FMI para afrontar los compromiso­s del 2020? -No, todos los países refinancia­n. Una cosa es refinancia­r y otra reestructu­rar. Refinancia­miento hacen todos, ningún país paga su deuda, todos los países pagan su deuda emitiendo deuda nueva o buscando métodos de financiami­ento los más razonables posibles, sin reestructu­rar. Creo que Argentina lo puede hacer, va a necesitar acompañami­ento del Fondo, porque va a ser el principal acreedor del país. El FMI el año que viene, cuando suba el próximo gobierno, sea Macri o quien sea, va a tener puestos en Argentina más de u$s 50 mil millones. En ese momento el principal problema no es reestructu­rar la deuda privada si no renegociar la deuda con el FMI para tener tiempo para pagarle. El principal desafío en tema de deuda va a ser como refinancia­r con el mismo FMI los vencimient­os de 2020, 2021 y 2022. ■

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina