Parques nacionales: la economía tiene seis motivos para celebrar
Fueron promesas y hoy son realidades. Argentina cerró un año legislativo de objetivos cumplidos en materia de parques nacionales, ¡con seis motivos para celebrar! Solo este año sumamos más de 285.000 hectáreas en tierra y más de 100.000 kilómetros cuadrados en mar a las superficies protegidas de nuestro país. Con nombre y apellido: Traslasierra, Aconquija, Ciervo de los Pantanos, Iberá, Yaganes y Namuncurá Banco Burdwood II. El tema no sólo es relevante en materia de conservación, es clave también para la economía porque los parques son un imán para turistas ávidos de contacto con la naturaleza, que son los que están impulsando esta actividad en el territorio argentino.
Las cifras son contundentes. Hoy el turismo moviliza 15.000 millones de dólares al año, según un informe de Elypsis. Esa cifra equivale a toda la producción de petróleo y gas y también a la producción de soja. El turismo vinculado a la naturaleza, en particular, representa el 30% de ese total y podría generar 300.000 empleos en los próximos 10 años. Allí donde aparece un parque nacional con una propuesta interesante para los visitantes surgen emprendimientos gastronómicos, hoteleros y de recreación, entre otros. También se logran mejoras en infraestructura y servicios para las comunidades cercanas al parque que encuentran una forma de trabajo diferente y de economía regenerativa. Traslasierra fue el primero en ser sancionado. Fue en la mismísima sesión iniciática del Senado de este año, el 21 de marzo. Son 105.000 hectáreas de Chaco Seco en donde se se registraron 161 especies de aves, 24 de mamíferos y 30 de reptiles.
Aconquija, por su parte, nació el 4 de julio con la Ley 27.451. Está ubicado en Tucumán, y contiene y amplía al Parque Nacional Campo de los Alisos, una superficie de 16.067 hectáreas. A ello se suma la Reserva Nacional Aconquija, creada por la misma norma, con sus 52.000 hectáreas. Así, quedan amparadas importantes cuencas hídricas de la provincia en cuestión, la emblemática taruca, y abre la posibilidad de ver el retorno del tapir y del yaguareté a este ecosistema.
El 10 de octubre el Senado sancionó la ampliación y jerarquización de la categoría de conservación de la Reserva Natural Otamendi. Así, esta área de Campana, provincia de Buenos Aires, pasó a ser el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos y a proteger el cérvido más grande del continente y la sustentabilidad de los servicios ambientales de los humedales.
En sesiones extraordinarias se creó Parque Nacional Iberá, en Corrientes. Con él, se asegura la conservación de 159.800 hectáreas, que se suman a las 553.000 hectáreas de la cuenca y Reserva Natural Iberá que hoy forman parte de un parque provincial. En conjunto, estas 712.800 hectáreas conforman el mayor parque natural del país.
En Iberá están dadas las condiciones para reintroducir otras que localmente están extintas. Este es un trabajo que ya estamos haciendo en la zona, con el oso hormiguero, el guacamayo rojo, el venado de las pampas, el tapir y el yaguareté.
También en extraordinarias se incorporaron al esquema de Áreas Marinas Protegidas (AMPS) Yaganes (69.000 km2), en Tierra del Fuego, y la ampliación de Namuncurábanco de Burdwood (32.000 km2), al este de la Isla de los Estados. Se trata de dos áreas fundamentales para la reproducción de determinadas especies, que han sido consideradas de gran productividad y de alta diversidad bentónica. El dato: gracias a su creación, la superficie bajo protección del Mar Argentino creció de 2,6% a más de 9,5%, lo que nos acerca a la meta internacional de 10% para 2020 que fijó la Convención sobre la Diversidad Biológica. Más que claras las seis razones para celebrar el 2018 que terminó. Mi deseo para 2019: que continuemos en esta senda, para que más ecosistemas y comunidades tengan la chance de crecer de la mano de estas áreas protegidas.