Tenso el inicio de la paritaria docente en Buenos Aires
La provincia ofreció empatar la inflación a través de ajustes periódicos. Los gremios piden recomposición por lo perdido en 2018.
Como era de esperar, después de un 2018 conflictivo, la primera reunión paritaria entre la administración de María Eugenia Vidal y los gremios docentes bonaerenses no fue nada fácil. El tiempo corre para que sea el 6 de marzo, cuando deberían comenzar las clases.
Anoche, las partes no llegaron a un acuerdo. “La oferta del Gobierno fue actualizar el salario por inflación durante todo 2019”, informó el ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacuza. “Ofrecimos actualizar mensualmente en forma automática durante enero, febrero y marzo, y luego, en los meses siguientes, cuando pensamos que la inflación va a tener una menor pendiente, en forma trimestral, también automática”, explicó pasadas las 22,30 en conferencia de prensa.
Los sindicatos que integran el Frente de Unidad Docente Bonaerense (integrado por Suteba, FEB, Sadop, Udocba y AMET) rechazaron la propuesta porque no incluye una cláusula para recuperar 15 puntos perdidos durante el año pasado. El año pasado, los docentes recibieron una actualización del 32% frente a la inflación superior al 47 por ciento, más un bono de $ 7000, de manera unilateral, ya que nunca logró un acuerdo con los gremios del sector tras 20 reuniones, todas rechazadas por el Frente Docente, que realizó 29 paros.
El ánimo ya estaba caldeado porque los gremios habían llegado con dos demandas a este primer cónclave. Una, discutir “lo perdido durante 2018”. “Esperamos que la gobernadora cumpla con su palabra cuando dijo a Télam en la apertura de las sesiones ordinarias (del año pasado) que los docentes no iban a perder poder adquisitivo con la inflación”, calentó la previa ayer Roberto Baradel, secretario general de Suteba.
La otra exigencia: que las paritarias sean televisadas para mayor “transparencia”. Cuando la comitiva oficial, encabezada por el ministro de Economía, Hernán Lacunza, y el director de Educación, Gabriel Sánchez Zinny, se percató de que la charla estaba saliendo en vivo por Facebook, a través del celular de un sindicalista, se despertó la polémica. El cuarto intermedio se extendió hasta cerca de las 21.