Nokia vuelve a fabricar celulares en Tierra del Fuego tras inversión de u$s 30 millones
Con dos nuevos modelos bajo el brazo, la marca finlandesa, que fue líder en el rubro, volverá a producir gadgets en Tierra del Fuego a precios populares
La marca finlandesa, que supo ser el fabricante líder mundial de celulares entre 1998 y 2011 intentará una vez más resurgir de sus propias cenizas. El lanzamiento este mes de dos nuevos gadgets en el país -celulares de gama media y alta- implicará la vuelta de la compañía a la fabricación local: se hará en Tierra del Fuego con su socio ensamblador Solnik. Para ellos, invirtieron u$s 30 millones para la puesta a punto del proceso productivo.
Juan Olano, gerente de Portfolio de HMD, la compañía finlandesa que ahora es dueña de la marca Nokia a escala global, explicó a El Cronista que la elección de Solnik no es casual: ya venían trabajando juntos desde mediados del año pasado cuando hicieron el relanzamiento de la marca en la Argentina con los equipos Nokia 1, Nokia 3 y Nokia 6.1. Para la fabricación local, que se hará en la planta que la empresa tiene en Tierra del Fuego , se hicieron pruebas de ingeniería en diciembre y la manufactura de los nuevos modelos comenzó a principio de este mes.
“Por el momento ensamblaremos los modelos Nokia 5.1 plus y Nokia 7.1. El primero es de gama media, y estará disponible en el mercado en dos semanas a $15.000. El otro equipo es de gama alta y se conseguirá en unos 30 días a un valor que rondará los $24.000”, explica a El Cronista Juan Pablo Baiardi, gerente general de Solnik. Los productos se podrán conseguir en los cadenas de retail, en la página oficial de la marca en Mercado Libre y con Personal y Movistar.
Para este lanzamiento, Solnik invirtió u$s 30 millones entre adecuaciones de la estructura fabril, instrumental específico y capital de trabajo para los primeros meses. Hay, además, 100 empleados abocados de forma directa e indirecta ya que, explican desde Solnik, los ingenieros hacen las pruebas y cargas de software y se dedican a todos los procesos de ensamble y control de calidad.
“Por ahora no tenemos planes de fabricar otros modelos. No estamos desesperados por vender unidades; queremos trabajar a largo plazo para posicionar a la marca en la Argentina”, se sincera Baiardi. “El objetivo es lanzar equipos en el mercado local al mismo tiempo que aparecen en otros países”, adelanta Olano.
Si bien en su momento llegó a tener 50% del marketshare global
del mercado de celulares, Nokia perdió hace tiempo el liderazgo del segmento cuando apostó por un sistema operativo propio, Symbian, que no pudo competir con sus pares de Google, con Android, y Apple, con IOS, y finalmente llevó a la compañía a la quiebra en 2012.
Ahora, apuestan a precios competitivos en el segmento de gama media y alta y a un giro en su elección de sistema operativo. “Todos los dispositivos van a tener Android One en estado puro, no tienen aplicaciones preinstaladas
y entonces los teléfonos vuelan”, explica Olano.
El desafío será doble: deberá competir con marcas establecidas en el mercado y resignificar su posicionamiento en un segmento, el de los millennials, que nunca usó un dispositivo de la compañía. El objetivo a mediano plazo es más humilde: quieren convertirse en el cuarto fabricante en unidades vendidas en el país, lo que significaría escalar cinco posiciones puesto que hoy son el noveno, según un reporte de Counterpoint Research.