“Hijo, algún día todo esto será tuyo”: las promesas de la innovación argentina
La Argentina tiene una larga tradición científica de excelencia. Los investigadores formados localmente suelen destacarse, en todo el mundo, por su creatividad, ingenio y por su capacidad para sacar el mejor partido posible haciendo frente a las adversidades económicas y políticas. Los premios, desde los renombrados Nobel a otros, menos conocidos pero destacados, incluyen expertos en todos los ámbitos: de la biología a la matemática, pasando por el medio ambiente y la electrónica. Bajo esta perspectiva, ¿quiénes son los investigadores que hoy están haciendo un "carrerón" y recibirán los máximos galardones en los próximos años? ¿Cuáles son las áreas de la ciencia que prometen "explotar" en las décadas que vienen? Para saberlo, El Cronista consultó a una docena de científicos, desarrolladores y expertos consagrados y les pidió que cuenten quienes son las promesas que "siguen" sus pasos y por las que hay que apostar un pleno.
Facundo Manes es hoy un reconocido especialista en neurología. Fundador del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), investigador, autor de incontables libros y publicaciones, asegura que, en su área, admira a tres jóvenes prometedores: Lucas Sedeño, Adolfo García y Daniel Low. El primero es psicólogo por la Universidad de Buenos Aires (UBA), y está especializado en psicobiología y desde 2011 trabaja en el Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias. García es doctor en Letras por la Universidad de Cuyo y se dedica a estudiar aspectos psico lingüísticos yn euro fisiológicos del procesamiento léxico- semántico en per son asbilingü es. Por su parte, Low trabaja muchos temas, algunos muy originales: por ejemplo, analiza diversos modelos psicológicos de la creatividad.
Otro de los consultados, muy reconocido en lo suyo, es el doctor Gabriel Rabinovich, investigador superior de Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y vicedirector del prestigioso Instituto de Biología y Medicina Experimental, además de profesor en la UBA. Tan reconocido es que entre sus 150 premios se puede señalar el último: en 2016 fue nombrado miembro extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. Se especializa en el estudio de mecanismos tumorales y en la regulación de la respuesta inflamatoria. Rabinovich destacó, entre las nuevas generaciones de científicos argentinos, a Diego Croci, un investigador mendocino especializado en desentrañar el rol de
Los personajes más llamativos de la ciencia y el emprendedurismo argentino nombran a sus sucesores. Eligen Facundo Manes, Mario Bunge, Gabriel Rabinovich, Lino Barañao, Andy Freire y Matías Botbol, entre otros; son 13 personalidades que impulsan al país.
las galectinas y los glicanos. Junto a Juan Pablo Cerliani estudian una variedad de moléculas íntimamente ligadas a los procesos de la progresión tumoral y de angiogénesis. También enfatizó la labor de Karina Marino, otra investigadora del Conicet que coordina el laboratorio de Glicómica Funcional y Molecular, cuyo foco es el estudio de las alteraciones de la glicosilación en las enfermedades inflamatorias crónicas.
Juan Maldacena suele ser nombrado como firme candidato a ganar un premio Nobel gracias a sus aportes a un particular rubro de la física: la teoría de cuerdas. Es profesor del Institute for Advanced Studies de la Universidad de Princeton, EE.UU., y desde allí le dijo a este diario que "dos personas muy destacadas en mi rubro son Horacio Casini y Marina Huerta, una pareja de físicos teóricos, miembros del Grupo de Partículas y Campos del Centro Atómico Bariloche. Y si hablamos de gente aún más joven, hay tres investigadores muy prestigiosos: Laura Shaposnik, una matemática que trabaja en la Universi- dad de Illinois, Chicago; Gonzalo Torroba, en el Centro Atómico Bariloche, y Luis Fernando Alday, un promisorio físico que se desempeña en la Universidad de Oxford".
Al ser consultado por este medio, el histórico Mario Bunge, "decano" de la epistemología, físico y filósofo reconocido en todo el mundo, aseguró que "me ha impresionado mucho el libro del físico porteño Juan Pablo Paz sobre física cuántica. Es de una claridad admirable y no da lugar al esoterismo".
Por su parte, Juan Ugalde, decano del Instituto de Investigaciones biotecnológicas de la Universidad de San Martin, y uno de los máximos referentes del país en investigación de nuevas vacunas, destacó que admira el trabajo que lleva adelante el doctor Diego Alvarez, "un sub 40, que trabaja en virología molecular en varios virus de interés regional y tiene una muy buena proyección". Otro colega joven y destacado es Andrés Ciocchini, cofundador de Chemtest, una startup biotecnológica. Se especializa en la interfaz entre ciencia básica y aplicada en temáticas relacionadas con patogénesis bacteriana y diagnóstico molecular.
El director de la carrera de Biotecnología en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) es el investigador, y emprendedor, Federico Prada. Y le comentó a este diario que en la nueva generación se destacan varios profesionales: "Juan Martín Sendoya está participando de proyectos de investigación pioneros en la región, sobre cáncer de mama y colorrectal. Busca desentrañar aspectos genéticos de estas enfermedades en nuestra población, un paradigma de la medicina que viene". No es el único. También descolla Eliana Marzol, recientemente premiada por la Sociedad Argentina de Biología. Marzol se especializa en el estudio de genes que le permiten a las plantas integrar información
¿Cuáles son las áreas de la ciencia argentina que prometen "explotar" en las décadas que vienen?
"contradictoria" y desplegar respuestas apropiadas para su crecimiento. Finalmente, Prada recalca otra promesa: Maximiliano Distéfano, graduado de Bioinformática, trabaja en el Laboratorio de Biología Celular del Hospital Garrahan. “Está protagonizando un gran trabajo secuenciando cepas nativas de Argentina del virus del sida, usando muestras de chicos nacidos de madres con VIH". Distéfano se convirtió en el primer "bioinformático" del staff del hospital, y "está sentando las base de esta nueva "biociencia" que fusiona la biología y la informática, y que nos permite analizar y manipular datos biológicos a gran escala".
También tiene su opinión Walter Sosa Escudero, el máximo referente de la econometría local, profesor de las universidades de San Andrés, La Plata e Illinois y miembro del Conicet. "Un investigador que me encanta es Ricardo Pérez Truglia. Estudió en San Andrés y en Harvard y es profesor en la escuela de negocios de UCLA. Está especializado en economía del comportamiento y uso de Bigdata". Otra científica muy interesante es Micaela Sviatschi. Recibida en Udesa, estudió en Columbia y es profesora en Princeton. "Se especializa en economía del capital humano
y el crimen. Y tiene varios papers excelentes sobre temas muy originales, como crimen organizado, mafias y tráfico de drogas".
El doctor Gustavo Romero, profesor de astrofísica en la Universidad Nacional de La Plata e investigador superior del Conicet, le contó a este diario que "los estudios sobre astrofísica de ondas gravitacionales, los de partículas y fotones energéticos son tres áreas con gran futuro. Hay nuevos experimentos que nos permitirán, pronto, aprender sobre el universo a partir de la detección de señales producidas por partículas aceleradas a energías mucho más altas que las que se pueden lograr hoy en los laboratorios. Y en la Argentina tenemos un grupo de jóvenes prometedores trabajando sobre esos temas. Puedo mencionar a Luciano Combi, Santiago del Palacio, Pablo Sotomayor Checa y Eduardo Gutiérrez, entre otros. En el futuro pueden estar involucrados en grandes descubrimientos".
Finalmente, según Diego Golombek, inves-
tigador del Conicet y reconocido cronobiólogo, además de su faceta de divulgador de la ciencia, dice que "en neurociencias hay mucha gente destacada. Por ejemplo, Emilio Kropff, que trabaja en el Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir, y que es experto en el estudio de diferentes redes de neuronas". También, destaca el trabajo que realiza Diego Fernandez Slezak. "Este doctor en Ciencias de la Computación se lleva adelante investigaciones que rozan las fronteras entre la inteligencia artificial y las neurociencias”. Finalmente, suma "los brillantes trabajos de la doctora Andrea Goldin, experta en neurociencia y educación, y Juliana Leone que, además de ser referente en cronobiología, es Maestra Internacional de ajedrez".
Todo un seleccionado de expertos que llenarán páginas y anaqueles con los premios, medallas, papers, e ideas originales que están, ahora mismo, desarrollando en sus laboratorios. Es cosa de esperarlos un par de años.