“Incierto es peor que malo para quienes toman decisiones”
Ricardo Dessy, Chief Economis de Citi Argentina, dio su visión sobre la situación argentina y remarcó un contexto global favorable para ser optimista
Por el contexto global y por algunas variables locales que comenzaron a corregirse, Ricardo Dessy mantiene un moderado optimismo de cara al mediano plazo. El Chief Economist de Citi Argentina señaló cuál es el camino que debe seguir el país para mejorar su situación.
“Al mirar los mercados locales, o la situación económica global, lo primero que hay que hacer es entender nuestra vulnerabilidad. El hecho de que yo soy un barco con dos grandes agujeros en el casco, que son el déficit fiscal y el déficit de cuenta corriente. Entonces estoy obligado, a diferencia de otros barcos, a mirar más el pronóstico meteorológico. La vulnerabilidad está potenciada por la ausencia de un mercado de capitales local: el ahorro en Argentina es uno de los más bajos del mundo. Entonces, para tomar mate, dependo que mi vecino me preste yerba. Cuando uno tiene ese grado de vulnerabilidad, la calidad de vida se deteriora mucho, porque hay muchos términos exógenos que yo no manejo. Y eso me hace mirar mucho para el mundo que es donde tengo que ir a golpear la puerta todo el tiempo”, sostuvo Dessy.
Más allá de esa necesidad Argentina, el economista en jefe del Citi remarcó que al mundo no lo ve “tan mal”. “Es cierto que hay ruidos geopolíticos, pero hay dos grandes variables: primero, que el mundo está creciendo. Poco, pero está creciendo. Y dentro de ese crecimiento crecen más los mercados emergentes que los mercados desarrollados. Eso es bueno para Argentina. Si crece Suiza, muy probablemente ese crecimiento vaya a mayor ahorro. Si crecen Bangladesh, México o la India, es probable que ese crecimiento vaya a mayor consumo. Y yo vendo commodities”, señaló Dessy, quien agregó: “Y un tercer punto que es clave es el fenómeno de la tasa de interés, que va a estar baja: los pronósticos de los bancos de Japón o el europeo, que son los que compiten con el de Estados Unidos, es que las tasa van a ser bajas”. Es entonces que, a modo de una primera conclusión, Dessy considera esas variables como una “oportunidad extraordinaria para la Argentina”.
Aunque aclaró que en el corto plazo, en materia financiera, la situación es compleja. “Para los que toman decisiones financieras, mucho peor que malo es incierto. El gran problema es que cuando hay incertidumbre, el mundo busca retornos previsibles, que matan a retornos altos. Y yo soy imprevisible”.
Dessy mencionó cuál debería ser el camino a seguir para dejar de “pedir prestado” al mundo: “Hay una oportunidad de hacer las cosas relativamente bien. Definitivamente hay que hacer algo con la pobreza, pero después tenés que ir trabajando en la pobreza a largo plazo, que se gana con previsibilidad, inversiones, competitividad. El problema de Argentina es que traer los limones de Tucumán a Rosario es más caro que mandarlos a California. El camión está tres días haciendo cola en el puerto de Rosario, porque el puerto es chico o porque no se realizaron inversiones en infraestructura, porque no hay trenes. El problema en Argentina es su productividad marginal, su competitividad, su forma de generar productos baratos. Vamos a dejar de pedir prestado el día que descubra esto y me enfoque en un escenario para buscar mayor productividad”. ●