El Presidente tomó distancia de los ‘presos políticos’ del kirchnerismo
Fernández recibió a referentes de Derechos Humanos. Allí, marcó una diferencia con voceros K, al pedir que hablen de presos “arbitrarios” en vez de “presos políticos”, en alusión a Sala y D´elía
El presidente Alberto Fernández recibió a organismos de Derechos Humanos en Casa Rosada y planteó que no se hable de “presos políticos” en su gestión sino, más bien, de prisiones “arbitrarias”. El jefe de Estado escuchó los reclamos para que reaccione ante las penas preventivas de los dirigentes piqueteros Milagro Sala y Luis D´elía, entre otros.
El mandatario tuvo que hacer equilibrio este lunes. Por la mañana, el ex ministro de Planificación, Julio de Vido, bajo arresto domiciliario, reclamó al mandatario para que interceda ante la condena al ex vicepresidente Amado Boudou, quien cumple condena firme por el caso Ciccone.
Es diferente la situación en los casos de dirigentes como Sala o D´elía. Sobre ellos habló al recibir al secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, y a Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo) y Taty Almeida (Madres de Plaza de Mayo), entre otros referentes.
“El dice no tener presos políticos sino que están siendo víctimas de una persecución política que es otra cosa”, comentó Carlotto. Y agregó que el Presidente “no quiere que se diga que tiene presos políticos”. Fernández podría apelar al indulto presidencial, como herramienta. Pero va a esperar que la Justicia resuelva estos casos.
Otro tema del que hablaron fue el nombramiento de jueces. El mandatario habría hecho un repaso de la presión de la Justicia sobre el poder político, desde el golpe de 1930. Según Carlotto, con “legalidad”, el mandatario “va a volver a poner las cosas en su lugar” y mostró mucha confianza en la ministra de Justicia, Marcela Losardo, que participó de la reunión.
El Presidente tiene una agenda judicial sensible. Fernández ya avisó que quiere enviar la reforma judicial a extraordinarias. Y también es posible que se discuta la eliminación de las jubilaciones de privilegio de los magistrados en el Congreso. Esto puede generarle una inquina con el Poder Judicial. En esta agenda hay varias voces que tienen voto: el mandatario, su ministra, el viceministro de Justicia, Martín Mena, y el secretario Gustavo Béliz.