Anuncios de la cuarentena saldrán por redes
Larreta volvió a Olivos, en medio de la pelea por el corte de coparticipación
El último mensaje que Alberto Fernández le mandó a Horacio Rodríguez Larreta fue el miércoles 9 de septiembre a las 19.29. El Jefe de Gobierno porteño le clavó el visto. Desde entonces a hoy, pasó el anuncio de la quita de coparticipación a la Ciudad para dárselo a la provincia de Buenos Aires, que sumó un nuevo round con un proyecto en el Senado, y el allanamiento judicial a la quinta de Mauricio Macri para investigar si violó el aislamiento al regresar al país.
Con tanto ruido en la relación que había logrado cierta sinergia pandémica, en el prólogo de una nueva extensión de la cuarentena en la zona metropolitana, fue el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, quien convocó al dirigente del PRO a regresar a la quinta de Olivos. Pautado a las 18, Larreta fue con su vicejefe Diego Santilli. En la previa de la cumbre tripartita, que como publicó este diario en el Gobierno no descartaban la invitación a pesar de los cortocircuitos y en la administración porteña decían que la aceptarían, ambos hablaron primero con Axel Kicillof. El gobernador bonaerense fue el beneficiado por el recorte de fondos porteños para aplacar la crisis policial.
Una hora después, cerca de las 19, recién Larreta y Kicillof se reunieron con el Presidente. Y tal como se rumoreaba, hubo un encuentro posterior a solas para despejar el aire entre el Jefe de Gobierno y el mandatario. El jefe de Gobierno porteño, que pensaba apurar la presentación del recurso ante la Corte Suprema, para denunciar como “inconsulta” la medida presidencial, para despegar el contraataque del calendario pandémico, la postergó para hoy para evitar subir la tensión. Igual, llegó a Olivos con un nuevo avance presidencial sobre esos fondos: un proyecto que ingresó al Senado para modificar el esquema de financiamiento por el traspaso de la policía.
“Le encanta esta situación”, era la chicana dirigida a Larreta desde Olivos, desdramatizando la tensión. La lectura oficial: la situación posiciona al Jefe de Gobierno porteño como emergente de un espacio opositor que aún dirime sus liderazgos.
Sin limar asperezas presupuestarias, la cumbre tomó forma para debatir cómo seguirá el aislamiento en el AMBA. Con una “meseta” metropolitana, aún con valores altos entienden en provincia, donde miran su propio interior con cada vez menos distritos en Fase 5, la preocupación oficial pasó a ser el resto del país. Como prólogo, no había grandes diferencias sanitarias como sí en anteriores extensiones.
Antes de sentarse a la mesa, se había acordado que como el anterior anuncio tripartito, tampoco habrá conferencia conjunta en vivo. Ni tampoco compartirán un video difundido por redes. Sólo se difundió una foto oficial. Pero las novedades de la extensión se conocerán por una comunicación que será difundida hoy por las redes sociales. Más tarde, Larreta y Kicillof sí realizarán una presentación ante la prensa para explicar las futuras flexibilizaciones.
Como ya había trascendido, la Ciudad insistía en las negociaciones con que los locales gastronómicos puedan habilitar sus patios y terrazas, después de haber permitido las mesas en las veredas. Un punto que generó tensión en la previa fue el pedido para que se reactiven las clases presenciales en parques y plazas de la Ciudad. El ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, afirmó ayer que el lunes se evaluaría en otra reunión.