Con posturas diferentes, Nación y Ciudad avanzan hacia clases presenciales
Fuentes porteñas indicaron que Trotta dio el aval para explorar la posibilidad de utilizar patios en lugar de espacios públicos, pero el ministro lo negó poco después
Los ministerios de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y de la Nación avanzaron ayer en las negociaciones para definir cómo revincular a 6500 alumnos que abandonaron la escuela durante la pandemia. Fuentes porteñas afirmaron que Nicolás Trotta dio el aval para explorar la posibilidad de que se utilicen los patios de las escuelas, en lugar de plazas y parques como había propuesto Soledad Acuña. Pero el mismo ministro sostuvo que no hubo un acuerdo y “en ningún momento se planteó que los chicos pueden volver a las plazas o patios de las escuelas”.
Los ministros se reunieron junto con sus pares de Salud, Ginés González García y Fernán Quirós. Según indicaron fuentes porteñas a Elcronista, Trotta le encargó a Acuña que ajuste los protocolos para evaluar la aprobación del uso de los patios. La Ciudad debe definir cómo se transportarán los alumnos hasta los establecimientos.
Horacio Rodríguez Larreta optó por el camino de la negociación en este frente que mantiene abierto con la Nación. Le había dado la orden a Acuña de ir a fondo para conseguir con la reapertura gradual de escuelas antes de fin de año. La tensión por la quita de más de un punto de coparticipación continúa por la senda judicial.
Luego de que circulara en varios medios que el ministro habilitó el uso de los patios, el mismo Trotta hizo declaraciones a A24. “No se llegó a analizar siquiera si plazas o patio. Lo que se llegó a discutir hoy es cómo establecemos el acuerdo
Ciudad dejó en la vía judicial la cuestión por la coparticipación, pero apuesta al diálogo por el tema de las clases
de lo que debe ser el primer paso a dar, que no es un paso educativo sino un paso epidemiológico en la realidad de una pandemia”, afirmó. Desde Nación, consultados por Elcronista, se expresaron en línea con los dichos del ministro.
La idea original de la Ciudad de Buenos Aires era utilizar plazas y espacios públicos, uno por barrio, para actividades de cuatro segmentos específicos de alumnos: apoyo escolar para los que abandonaron; talleres de lectura para alumnos de 1° grado; actividades de socialización s para los estudiantes de 5° y 6° año de la secundaria; y la posibilidad de rendir exámenes finales prácticos para estudiantes de nivel superior que estén en condiciones de recibirse.
Antes la Ciudad había propuesto habilitar espacios digitales en escuelas para que los utilicen niños que no contaran con conexión o herramientas informáticas. No contemplaba el dictado de clases. La idea chocó con la negativa de Trotta.