El BCRA no quiere billetes de mayor denominación y apuesta al dinero digital
Por otro lado, desde la autoridad monetaria aseguran que no está en los planes importar pesos físicos. Los bancos reclaman que se emita moneda de más valor y en el mercado critican los gastos de impresión.
Pese a los pedidos del sector financiero, el Banco Central (BCRA) considera que, por el momento, no es necesario imprimir billetes con números más altos que el de $ 1000. Así lo confirmaron fuentes oficiales a este medio, que, además, destacaron: “Por ahora no está en análisis emitir un billete más alto. El BCRA impulsa el uso del dinero electrónico, a través del programa de Transferencia 3.0, que avanza en la interoperabilidad del sistema de pagos por QR”.
Por otra parte, al ser consultados acerca de la posibilidad de que la Argentina tenga que entrar en gastos al verse obligada a tercerizar en el exterior la fabricación de pesos, desde la entidad aseguraron: “No están previstas nuevas importaciones de billetes”.
En el Central consideran que luego del pico de demanda que se vio el año pasado, a raíz del IFE, la cuestión se estabilizó, lo que permitió abastecer las necesidades sólo con la capacidad de la Casa de la Moneda.
No obstante, fuentes del sector bancario consultadas por El Cronista insisten en la necesidad de que se emitan billetes de más valor, como respuesta a la inflación de los últimos años. “Hoy la mayoría de los que circulan son de $ 100. Es un costo para los bancos y una molestia para los usuarios”, analizaron desde el sector. Sin embargo, en línea con la postura de digitalización del BCRA, recomendaron utilizar MODO, la app para transferencias digitales creada por todas las entidades bancarias del país.
En el mercado hay quienes consideran que la postura del Gobierno y del BCRA responde a no querer convalidar la inflación. El economista Nicolás Gadano, quien fue subgerente y luego gerente del Central entre 2016 y 2019, señaló: “El presupuesto del BCRA 2021 prevé gastos por $ 33,7 mil millones, un 153% nominal por encima de lo gastado en 2019. El impulso principal son los costos de fabricar billetes ( gastos de emisión), que en moneda constante crecieron 86% anual en 2020”.
En esa misma sintonía, Gadano añadió que “el fuerte aumento en los gastos de emisión está directamente asociado a la postura de no emitir billetes de mayor denominación, decisión que desbordó la capacidad de producción de la Casa de Moneda y llevó a importar billetes, como en 2013/15”. Y criticó: “El sobrecosto lo pagamos todos”.
El especialista estimó que la impresión de billetes representa un 35% del gasto de funcionamiento de la autoridad monetaria y criticó que un alza en las erogaciones del Banco Central se paga con “más emisión”.
Gadano se mostró a favor de incrementar la digitalización del dinero pero advirtió que hay una enorme cantidad de personas que operan en comercios que “no están bancarizados”.
El problema se remonta a años atrás. En 2015, Federico Sturzenegger, quien luego fue el primer presidente del Banco Central de la era Macri, había escrito una columna en el diario La Nación titulada: “¿Un billete de $ 500 pesos? No, todo lo contrario: suprimamos el de $ 100?” Con ese título provocativo, Sturzenegger pedía ir un paso más allá en la búsqueda de digitalizar las transacciones.
Sin embargo, durante la gestión Cambiemos se crearon los billetes de $ 500 y de $ 1000, dado que el uso de dinero físico sigue siendo alto en gran parte de la sociedad.
Según pudo averiguar El Cronista, algunos funcionarios del Gobierno creen que un eventual billete de $ 5000 atentaría contra el consumo, dado que a la hora de gastar, el impacto psicológico de utilizar un papel con esa denominación sería mayor que el de usar varios billetes de $ 100 o de $ 500.
Los bancos vienen pidiendo que se emitan billetes de mayor valor, para bajar los costos de las operaciones