Cómo contener a los empleados en pandemia
En medio de la segunda ola de Covid, las empresas atraviesan también una nueva etapa en el desgaste emocional de su personal. Recomendaciones de firmas y expertos
Con las nuevas restricciones para frenar la circulación del coronavirus, se puede hablar de una nueva etapa en el desafío emocional de afrontar esta situación extraordinaria.
Alejandro Melamed, director General de la consultora Humanize Consulting, describe este nuevo matiz en el impacto que generó la pandemia como de “incertidumbre extrema”. “Lo que antes se consideraba pasajero, ahora parece que no termina nunca. Entonces, hay emociones adicionales, tienen que ver con la frustración, con la decepción y con la angustia por tener un signo de pregunta constante”, grafica.
Los especialistas afirman que es el momento de considerar estratégica la gestión de recursos humanos. Las grandes compañías ofrecen programas de acompañamiento y beneficios para asistir a los trabajadores en esta coyuntura, ¿qué pueden hacer las pyme que cuentan con menos recursos para adoptar medidas?
“Las mejores herramientas no tienen costo. Porque son escuchar y acompañar a la gente, así como dar la señal de que se está de su lado”, opina Melamed. A diferencia del esfuerzo que implicarían instrumentos más onerosos, manifiesta que estas prácticas tienen “un costo emocional”. “El concepto es: un líder que no está al servicio de su gente es un líder que no sirve”, asevera. Y parafrasea al experto en marketing Andy Stalman, quien aseguró que las palabras más importantes son: “En qué te puedo ayudar”. “Son cinco palabras, con eso, cambiaste el mundo. Porque todas las personas estamos transitando una montaña rusa emocional”, coincide Melamed.
“Pese a otras dificultades que enfrentan, para las pyme quizá es más sencillo estar cerca de los empleados, porque tienen una dimensión más humana”, señala Rubén Figueiredo, profesor del IAE Business School, Universidad Austral. “El conocimiento uno a uno, el estar cerca, es menos complejo”, añade.
Figueiredo remarca que “hay cosas básicas, como el respeto, la libertad, la equidad, afirma y explica que aquello clave que subyace implica comprender tres conceptos.
El primero es que una persona “es un horizonte, un propósito, un sueño, lo que nos hace levantar e ir a trabajar con entusiasmo”. Lo segundo importante en una organización es la capacitación. “Hay que tener a la gente formada, entrenarla para que pueda hacer frente a los desafíos”, indica.
El tercer punto que ayuda al desempeño y al compromiso del recurso humano tiene que ver con el dejar hacer. “Hay que dar libertad a la gente para que pueda dar su máxima expresión. Esto vale para una empresa textil, o para un deportista”.
El docente del IAE cuestiona ciertas “modas”: “Hay que ir más allá del cotillón, de expresiones como ‘generemos mejor clima’ o ‘reforcemos la comunicación’, o de acciones como poner una mesa de ping pong o un sillón para dormir la siesta, porque son cosas cosméticas”.
Finalmente, recomienda profundizar la actitud de ponerse en el lugar del empleado cuando este se siente desbordado o padece una crisis. “La gente que conduce las organizaciones tiene que tener esa capacidad de dar lo que necesita el otro. Para algunos será más libertad; para otros, un poco más de control; hay quienes requieren recursos y también están los más creativos o los más disciplinados”, enfatiza.
Horacio Llovet es cofundador de la pyme Nawaiam, una firma que utiliza la inteligencia artificial y desarrolló un videojuego para la detección de habilidades de las personas y facilitar el reclutamiento de personal. Como licenciado en Recursos Humanos, destaca que por primera vez se ve a esa área de conocimiento como estratégica para el negocio, cuando siempre estuvo a la zaga de otras.
“Con la pandemia cambió la manera en la que se desenvolvía la economía, la política y el empleo. Hubo un sacudón muy grande para todas las empresas: hizo dar cuenta de que gestionar personas forma parte de un área clave, porque lo que antes percibías presencialmente, caminando por la oficina y viendo caras largas o escuchando comentarios, ahora se tiene que percibir por Zoom o por un mensaje de Whatsapp”, ilustró.
Llovet relata un caso: “Nosotros tuvimos una persona en el equipo que la pasó muy mal, no logró llevar adelante el encierro. Tuvo un nivel de estrés tan elevado que requirió la asistencia de un profesional en salud mental. Nos dimos cuenta y empezamos a estar mucho más encima”.
En términos prácticos, el emprendedor sugiere incentivar rutinas que rompan el entorno laboral. “Hoy, el promedio de horas de trabajo en general es mucho más elevada, es difícil cortar porque no se sabe cuándo se empieza y se termina, todos nos quedamos hasta más tarde”, dice. “Hay que esquematizar otras actividades, como salir a correr, hacer ejercicio, dar una vuelta o ver una serie”.
En este proceso, en el que mucha gente la está pasando mal, si la empresa logra acompañar a sobrellevar este proceso, tendrá siempre el recuerdo de las personas”, sintetiza.
Juan Ignacio Mel, gerente comercial de Mel Propiedades, una pyme del mercado inmobiliario de Buenos Aires, revela que -ante el nuevo escenario laboral- potenciar la comunicación fue un paso fundamental para continuar con el ritmo de trabajo. “Reforzamos los encuentros individuales con los colaboradores comerciales para conversar sobre la performance y cómo podíamos adaptarnos a los cambios de la mejor manera posible”, puntualiza.
Precisa que las vías para hacerlo fueron diferentes, en función de las actividades de cada sección. “Con las áreas administrativas, armamos grupos de whastapp para contar con una comunicación más directa. Además, implementamos telefonía IP, lo que nos permitió ampliar nuestras herramientas de desarrollo comercial”, declara. Y añade: “También diseñamos protocolos internos, garantizando los cuidados necesarios que nos permitieran trabajar con tranquilidad, por ejemplo, disponiendo de movilidad propia para que los colaboradores que tuvieran que trasladarse, pudieran hacerlo de una manera segura”. ●
“Las mejores herramientas no tienen costo. Porque son escuchar y acompañar a la gente”
“Hay que esquematizar otras actividades, como salir a correr, hacer ejercicio, dar una vuelta o ver una serie”