Elon Musk le fija un nuevo rumbo a las criptomonedas
Con su cambio de opinión sobre el bitcoin, surge la posibilidad de que el CEO de Tesla se convierta en el artífice de un futuro activo digital que compita o que incluso lo desbanque
El fundador de Tesla había revelado una inversión en Bitcoin que le dio impulso a su precio. Pero ahora no la considera adecuada como medio de pago por el impacto negativo que causa en el medio ambiente. Su cotización sufrió más cuando Musk elogió el potencial de Doge, otra criptodivisa.
Cuando Elon Musk reveló hace tres meses que Tesla había comprado bitcoins por u$s 1500 millones, los fanáticos de la moneda digital afirmaron que esa operación aceleraría su adopción como herramienta de financiación a empresas.
El miércoles, sin embargo, Musk retiró su apoyo personal. Afirmó que no aceptará la criptomoneda como medio de pago para la compra de autos de Tesla y desautorizó la justificación que había dado la empresa para utilizarla como destino para su excedente de liquidez.
Como es habitual, los comentarios de Musk fueron combustible inmediato para los operadores de criptos y munición para quienes las critican en Twitter. Pero era más difícil saber si su anuncio iba a tener algún efecto en las percepciones más generales sobre la moneda, o qué papel jugarán las opiniones de Musk durante la próxima fase de adopción de criptomonedas.
“Dice cosas cada dos días y no es coherente”, dijo John Coffee, profesor de la Facultad de Derecho de Columbia. Las aspiraciones de Tesla de introducir el bitcoin en la normalidad corporativa siempre sonaron secundarias a su interés en la pura especulación financiera, agregó Coffee. “Creo que su primera inversión fue mucho más una inversión en divisas que otra cosa”.
Independientemente de lo que haya detrás de la inestable aventura amorosa de Musk con el bitcoin, su efecto en los precios del mercado es difícil de ignorar. El precio de la moneda se disparó 15% el día en que se conoció la inversión de Tesla, y cayó 6% en las 24 horas posteriores al anuncio de la semana pasada.
La última caída se produjo apenas días después de que Musk entre broma y broma dijera en la televisión estadounidense que el dogecoin - otra criptomoneda que había promocionado mucho- era “una estafa”, lo que hizo que su valor cayera 15%.
Elon Musk hace tres meses reveló que Tesla había comprado bitcoins por u$s 1500 millones
El cambio de parecer de Musk parece reflejar la aceptación de que el bitcoin no es adecuado para los pagos
“Sin duda, se ha convertido en el factor más importante de las criptomonedas”, señaló JP Thieriot, CEO de la bolsa de criptomonedas Uphold. Esa influencia llega más allá de la capacidad de Musk de mover los precios y ayuda a dar forma a lo que piensa la gente de las monedas digitales, sugirió Thieriot.
Sin embargo, ni siquiera Musk puede forzar el uso comercial de las criptomonedas. Esta semana dijo que Tesla había dado marcha atrás y que no aceptará pagos en la criptodivisa debido a los efectos medioambientales de la “minería”, que es el proceso para validar las transacciones. Se trata de un tema que él conocía muy bien y que antes ignoraba.
Muchos expertos en criptomonedas sostienen que el cambio de opinión de Musk parece reflejar la aceptación de que el bitcoin no es adecuado para los pagos. Otras empresas que habían aceptado el bitcoin como forma de pago, incluyendo Dell y Microsoft, también después lo dejaron de lado.
El cambio de opinión del magnate sudafricano fue más allá de la cuestión de los pagos. También juró que su compañía de autos eléctricos no participará activamente en el mercado de bitcoins, diciendo que “no venderá ningún bitcoin”.
El compromiso se produjo dos semanas después de que Tesla sorprendiera a Wall Street con una ganancia de u$s 101 millones por la venta de parte de sus tenencias, lo que generó preocupación sobre la posibilidad de que el desempeño de la compañía estuviera cada vez más atado al trading de criptomonedas.
La promesa de no vender puede haber tranquilizado a algunos inversores, pero también debilita el argumento de Tesla para usar la moneda como parte de sus operaciones diarias de tesorería.
Zach Kirkhorn, director financiero de Tesla, explicó a Wall Street hace dos semanas que la liquidez del mercado de bitcoins justificaba las tenencias de criptomonedas en Tesla porque significaba que la compañía podía comprar y vender activamente.
Esa flexibilidad es particularmente importante, comentó, dado que Tesla enfrenta grandes exigencias de liquidez para financiar las plantas en Texas y Alemania, mientras que también tiene que lidiar con tensiones financieras extremas en su cadena de suministro causadas por la escasez mundial de semiconductores.
“Poder acceder a nuestra liquidez con gran rapidez, el bitcoin es súper importante para nosotros en este momento”, dijo Kirkhorn. Con un tuit que prometía congelar la inversión en criptomonedas de la compañía, Musk destruyó ese argumento.
Pero si las incursiones de Musk en el bitcoin no lograron cambiar la posición de la moneda en el mundo empresarial, su última intervención ha planteado otra posibilidad: que se convierta en el artífice de una futura criptomoneda que compita con el bitcoin o incluso la desbanque.
Utilizar su fama para llamar la atención sobre el gran consumo de energía del bitcoin podría acelerar la búsqueda de alternativas, según los defensores de la criptomoneda.
Tras los comentarios de Musk, se produjo una lucha por captar la atención entre los defensores de criptodivisas que supuestamente tienen menos efectos adversos sobre el medio ambiente.
Entre ellas se encuentran Bitcoin Zero -una versión de bitcoin neutra en cuanto a emisiones de carbono- y Cardano, una de las varias redes que utilizan un mecanismo para validar transacciones que consume menos energía.
Musk no reveló a qué criptodivisa apoyará a medida que se aleje del bitcoin, pero lo insinuó. El jueves, tuiteó: “Trabajando con los desarrolladores de Doge para mejorar la eficiencia de las transacciones del sistema. Potencialmente prometedor”.
Traducción:marianaoriolo