Garajes del centro: de ser máquinas de facturar a colgar el cartel de venta
Es por falta de oficinistas. Además, con las restricciones por la segunda ola, volvió a haber libre estacionamiento en la Ciudad
El Microcentro se convirtió en una zona casi fantasmal. A la falta de turistas, se le suma la poca concurrencia de oficinistas y decenas de locales cerrados. Los garajes medidos por hora se suman a la lista de negocios, hoy, al borde de la quiebra. Es que, a este combo fatal que dejó la pandemia, también hay que tener en cuenta que, en la Ciudad de Buenos Aires, hay libre estacionamiento.
“Pudimos trabajar con normalidad apenas un mes y medio, cuando el Gobierno porteño decidió volver a implementar el estacionamiento medido y delimitar ciertas arterias para dejar el auto. Pero, con la segunda ola, todo volvió atrás y tenemos la desventaja de que los clientes pueden dejar sus autos en cualquier sitio”, explicó Eduardo Sánchez, presidente de la Cámara de Garajes y Estacionamientos y Actividades Afines.
Desde el sector, mantuvieron reuniones en el último mes con las autoridades porteñas en busca de una ayuda económica para poder sobrevivir a la pandemia. “La mayoría no contamos con Repro y debemos pagar todos los impuestos y gastos fijos. Pedimos ser eximidos del pago de impuestos”, agregó.
A pesar de ser recibidos, por ahora, no obtuvieron ninguna respuesta oficial. “Hay miembros de la cámara que están pagando de ABL en Caballito más de $ 73.000 por el espacio de una cochera”, graficó Sánchez.
Según la cámara, antes de la pandemia, existían 2000 garajes y playas en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien no hay datos oficiales, se estima que, por lo menos, un 15% del total debió cerrar definitivamente.
En sintonía, Karina Longo, de L. J. Ramos, aseguró que, aunque no hay relevamientos puntuales sobre el sector, se evidencia una gran cantidad de locales de este tipo disponibles para alquilar o hasta para la venta. “Todas las industrias que están en el Micro y Macrocentro están golpeadas con cierres constantes”, enumeró.
“Son muchos los dueños que están buscando vender su terreno a una desarrolladora para que se construya ahí un edificio. Una forma de seguir endeudándose”, sintetizó Sánchez.
Hoy, por ejemplo, un terreno de 900 m2, en el Microcentro, donde funciona una playa de estacionamiento, tiene un valor de u$s 100.000, un precio más que atractivo pero con pocos inversores interesados en la zona céntrica de la Capital.
Si bien hay barrios en donde la demanda de cocheras se mantiene, aún en pandemia, desde el sector, aseguran que la vacancia creció. “Subió un 30% la vacancia en los barrios. La gente decide dejar el auto en la calle”, explicó.
En promedio, en los barrios, se abona $ 6000 por mes en zonas como Caballito o Palermo. Pero, en algunas áreas, puede llegar hasta los $ 10.000 por mes.
“Como sector, debimos afrontar una paritaria del 24%. Si bien para los trabajadores fue baja, para nosotros, fue difícil en esta situación de cumplir”, indicó. “Hoy, los alquileres deberían estar entre $ 12.000 y $ 15.000 para que nuestro negocio vuelva a ser rentable”, concluyó Sánchez.
Otro de los grandes inconvenientes es que no sólo muchos clientes decidieron darse de baja, sino que los pocos que aún cuentan con el servicio se convirtieron en morosos. “No manejamos números de mora. Pero creció considerablemente”, afirma.