La inflación de EE.UU. no se detiene y crea más debates
El mes pasado los precios aumentaron casi un punto, mientras que la suba interanual es la mayor desde 2008. La Reserva Federal sigue diciendo que es un fenómeno esperado y transitorio
El dato de junio marcó 0,9%, la mayor variación mensual desde 2008. En términos anuales, la inflación americana se ubica en 5,4%, y si bien persiste el temor a que dispare una suba de tasas, la Fed todavía encuentra justificativos para esta inflación persistente. Un tercio de la suba fue causada por el aumento de los autos usados. También impacta la baja base de 2020.
El gobierno de los Estados Unidos sigue creyendo que se trata de un fenómeno temporal, pero en junio la inflación subió 0,9%, el mayor aumento desde 2008. En términos interanuales, es un aumento del 5,4%, muy por encima de las proyecciones de la mayoría de los economistas.
Por otra parte, la inflación núcleo cerró en 4,5% interanual, según datos del Departamento de Trabajo publicados hoy, el mayor incremento desde 1991.
Las cifras se explican en parte por el efecto base de 2020, cuando la demanda y los precios se desplomaron por la pandemia y las restricciones; pero también por las propias presiones inflacionarias que genera la reapertura de la economía estadounidense, especialmente vinculadas a los cuellos de botella en la cadena de suministro. También por los casi u$s 6 billones que el gobierno norteamericano ha inyectado en la economía entre las administraciones de Donald Trump y Joe Biden.
Una vez más, gran parte del aumento de precios se explica por los autos usados, que representaron un tercio de la suba de junio. Hace meses que la industria automotriz está lidiando con problemas de producción debido al desabastecimiento de chips, lo que está empujando la demanda de autos más viejos.
Pero, con casi el 50% de los estadounidenses mayores de 12 años completamente vacunados, el aumento también se debió en gran parte al repunte de los precios en categorías asociadas con la vuelta a la normalidad, como las estadías en hoteles, el alquiler de vehículos, indumentaria y pasajes aéreos.
La expectativa de la Reserva Federal es que los precios se normalicen con el tiempo, pero aún no está claro el grado de moderación que se producirá en los próximos meses.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que los recientes aumentos de precios son el resultado de efectos transitorios de la reapertura, aunque más recientemente reconoció la posibilidad de presiones inflacionarias a más largo plazo.
“Los cuellos de botella, las dificultades de contratación y otras restricciones podrían seguir limitando la rapidez con la que la oferta puede ajustarse, lo que aumenta la posibilidad de que la inflación sea más alta y más persistente de lo que esperamos”, dijo Powell después de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de junio.
La presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, dijo hoy que un “estallido” de inflación era esperado y que “varios meses de esto no significa que no sea transitorio”. En este sentido, analizó que el próximo otoño boreal sería el momento adecuado para comenzar a hablar sobre la reducción de las compras de bonos de la Fed.
Por otra parte, afirmó que la política monetaria se encuentra en un “gran lugar” y aseguró que es prematuro comenzar a hablar sobre el aumento de las tasas.
Los economistas están atentos a ver si las presiones de los precios se extienden a categorías distintas a las que acaban de recuperarse que, precisamente, fueron las más afectadas por la pandemia.
4,5% la inflación núcleo interanual del mes de junio, y es el mayor salto desde 1991